𝐁┆❝ Si fuera tu novio, nunca te dejaría ir. ❞
Sunghoon le ha gustado Sunoo desde el inoportuno momento en que se conocieron, pero lo ha ocultado tan bien que han llevado una buena relación de amigos. Hasta que todo cambia sin previo aviso cuando Su...
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Actualmente...
Si tuviéramos que describir a Sunghoon, muchos lo iban a catalogar como un chico realmente atractivo y guapo, alguien deportivo e inteligente, un joven carismático y trabajador.., un sin fin de cosas buenas. Pero para Sunoo, él no era nada de eso. O solo no le gustaba admitirlo.
— ¿Me acompañarás a mi entrenamiento? — Preguntó Sunghoon mientras acomodaba su cabellera y uniforme frente al espejo del baño.
Sunoo solo lo observaba con seriedad recargado en una esquina del lugar, cansado de esperar a Park que solo se la pasaba arreglándose cuando se encontraba con algo que en lo cual viera su reflejo y halagarse así mismo por mucho tiempo.
— No — Respondió en seco. Sunghoon volteó lentamente confundido ante eso. — Tengo planes.
Park no dudo y soltó una carcajada al escuchar aquello, Sunoo rodó los ojos molesto por esa burla del mayor. ¿Sunoo tenía planes? ¿Acaso este Sunoo era un impostor?
— ¿En serio? ¿En dónde? — Seguía manteniendo una sonrisa burlona en su rostro, no le creía al rubio y pensaba que era solo una excusa.
— Mejor dicho, con quién — Su tono de voz cambió a una más alegre.
El pelinegro sin darse cuenta su expresión había colocado un semblante serio, borrando aquella sonrisa y enarcando una ceja. Sintiéndose confundido y molesto en su interior. Debía ser una broma. Sunoo era un adolescente aburrido que nunca salía de su casa. Dónde prefería ver series comiendo helado de chocomenta. Dónde su única rutina era ir a la preparatoria y volver a su casa para dormir. Dónde su única preocupación era olvidar sus audífonos en su casa.
— Ah, ¿En serio? — Se recargo en el lavabo intentando parecer interesado, pero se notaba algo diferente en su voz.
Sunoo asintió repetidas veces, se le podía percibir felicidad en su rostro, una felicidad diferente al que Sunghoon no había presenciado antes, dándole más intriga y estando algo desanimado.
— Saldré con Dayeon. — Mostró una sonrisa al nombrar a aquella chica. El pelinegro tensó su mandíbula y pudo entender todo.
Dayeon pertenecía a la misma clase del rubio, una chica muy completa, siendo inteligente, muy linda tanto en el interior como el exterior y participativa en actividades de la preparatoria. El tipo de chica ideal para un alumno promedio.
O una persona que fácilmente podría ser la versión femenina de Sunghoon.
— Entiendo...Me alegro por tí — Mostró una leve sonrisa al menor para no parecer descortés. El rubio todavía se le notaba un semblante feliz y no quería arruinar eso por sus sentimientos hacía él.
