𝐁┆❝ Si fuera tu novio, nunca te dejaría ir. ❞
Sunghoon le ha gustado Sunoo desde el inoportuno momento en que se conocieron, pero lo ha ocultado tan bien que han llevado una buena relación de amigos. Hasta que todo cambia sin previo aviso cuando Su...
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Era un sábado soleado y todos los amigos habían decidido asistir al partido de básquetbol en el que participarían Sunghoon y Jay. El ambiente estaba lleno de emoción y camaradería mientras se reunían en las gradas del gimnasio escolar. Sunghoon estaba de buen humor mientras charlaba con Sunoo antes de que el partido comenzara.
Disfrutaba estos momentos de cercanía, aunque fuese solo como amigos.
—Gracias por venir a verme jugar, Sunoo —dijo Sunghoon, esforzándose por mantener su voz casual.
—Claro, no me lo perdería por nada —respondió Sunoo con una sonrisa radiante—. Siempre es divertido verlos jugar.
Justo en ese momento, apareció Dayeon, caminando hacia ellos con una gran sonrisa. Sunoo la había invitado a ver el partido, deseando que sus amigos la conocieran mejor. Al verla, Sunghoon sintió una punzada de molestia en el pecho, pero trató de disimular sus sentimientos.
— Amor —exclamó Sunoo, levantándose para saludarla—. Me alegra que hayas podido venir. Qué bella te ves.
Dayeon le devolvió la sonrisa y abrazó a Sunoo junto con un beso sobre la mejilla de él brevemente antes de girarse hacia Sunghoon. Quién aunque no lo mostraba hervía en su interior.
—Hola, Sunghoon. Suerte en el partido —dijo cortésmente, pero con una leve frialdad en su voz.
—Gracias —respondió Sunghoon, tratando de sonreír—. Espero que lo disfrutes.
Cuando los demás notaron la presencia de la castaña saludaron a Dayeon con entusiasmo, pero Sunghoon apenas pudo mantener su compostura. Mientras el grupo conversaba, Dayeon agarró la mano de Sunoo, entrelazando sus dedos con los de él.
—Así que, ¿cómo va tu entrenamiento, Sunghoon? —preguntó Dayeon, intentando iniciar una conversación.
—Bien, creo que estoy listo para el partido —respondió Sunghoon, esforzándose por sonar amigable.
—Me alegra oír eso. Sunoo me ha contado mucho sobre tus habilidades en el básquetbol —dijo Dayeon con una sonrisa.
Sunghoon notó el énfasis en "Sunoo" y "mucho", y sintió una punzada de celos. Apretó los dientes antes de responder.
—Es genial tener a alguien que me apoye tanto. Supongo que tú también has oído bastante sobre él —comentó Sunghoon, tratando de sonar casual pero con un tono que dejaba entrever su frustración.
—Sí, claro. Sunoo y yo hablamos de todo. Somos muy cercanos —respondió Dayeon, apretando suavemente la mano de Sunoo.
Sunoo, sintiendo la creciente tensión, decidió intervenir de nuevo.
—Amor, ¿quieres acompañarme a buscar algo de beber antes de que comience el partido? —sugirió, tratando de desviar la conversación.
—Claro, me encantaría —respondió Dayeon, sonriendo mientras se levantaba con Sunoo.
