One Shot Guardianes

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A todos les gustaban los sueños. Tan llenos de fantasía, tan reconfortantes, tan hermosos... Aunque a él, le gustaba el responsable de ellos. Sandman, aunque sabía que realmente se llamaba Andrew.

Era irónico, porque podía odiarlo, tenía que hacerlo. Después de todo, él y los demás guardianes lo vencieron cuando intentó instalar su imperio del terror en el mundo humano. Pero... lo malo de los malos, es que siempre pierden, y él por fin lo entendió.

Entendió que por más de que intente hacer igual de buenas las pesadilla que los sueños, nadie lo comprendería; entendió que sus intentos de conquista y de expandir el alcance de su poder jamás sería entendido, mucho menos validado; pero por sobre todo, entendió que no podía existir sin un nemesis que frenara sus infinitos intentos de lograr tener un lugar al igual que los demás guardianes.

Fue entonces que tras aceptarlo, no lo intentó más. Había perdido. Su tremulo aura, su escalofriante presencia y su capacidad de aparecer en la oscuridad y ser visto para aterrar a los niños, adultos y ancianos. Todo. Y si lo quería recuperar, sería detenido por los mismos que lo detuvieron en un inicio.

Durante todo ese tiempo en que no aterró a nadie de la forma en que lo hacía antes, intentó crearse la idea de que buscaba una nueva forma de volver a su antigua gloria. Que lo hacía, a pesar de que era en vano, pero también tenía un conflicto, pues mientras él no aterraba a nadie, el hombre de los sueños se acercaba a él y preguntaba por su estado a pesar de que nunca recibía respuesta; lo veía a la distancia entre la oscuridad que siempre se encargaba de rodearlo, e incluso hacía un esfuerzo por atravesarla para intercambiar palabras con el, aún sabiendo que eso lo lastimaba, pues la oscuridad mata a la luz.

Aún así, y aún si no quería, ese joven angelical de piel dorada estaba ahí con él. Y en aquel acompañamiento en el cual veía como el contrario se afligía por no ver reacción de su parte, podía ver la bondad en todo su rostro, desde sus ojos avellana, pasando por sus pecas que asimilaban constelaciones, hasta sus comisuras fruncidas aguantando tal vez el llanto.

Su parte envenenada de maldad, aquella que buscaba generar el mal, se retorcía ante la pena que su presencia le generaba. No quería verlo, no quería que esas mejillas rosadas ablandaran su putrefacto corazón y menos que le gustaran. Tanto era así, que a esa parte de si que estaba siendo reconfortada por el bien que irradiaba el hombre de arena, la envenenaba diciendo que su presencia no era más que su deseo cínico de que se levantara para volver a vencerlo y encerrarlo de nuevo en "la nada". Pero incluso era el mismo Andrew el que se encargaba de arruinar a esa voz de maldad que brotaba de él.

—Lamento haber sido grosero contigo esa vez en el mundo humano, Douxie— Hablaba de corazón a corazón el de cabello largo y colorado —... Se que yo no formaba parte de tu plan, pero devolver lo que me hicieron a mi no es mi estilo, y lo lamento. Lo lamento tanto.

El reconocido como Sandman ahogó un par de sollozos, y aún sentado aquella nada a un lado de la burbuja de oscuridad que formaba el mismo aura del "Coco", entornó sus ojos hacia este, buscando al menos la figura del mismo, para saber que seguía ahí, que no se había ido a ningún otro lado. Que no lo había dejado aún.

—Se que me escuchas porque yo podía hacerlo cuando estaba en tu lugar esa vez que creíste que acabaste conmigo. Así que quiero que sepas— Se arrodilló el hombre de arena dorada, alzando su mano hacia la oscuridad frente a él —... Que aún si tardas más de lo que yo me tardé en volver, estaré aquí, contigo, esperándote. Porque no está en mi el estar enojado con tu destino, porque te conozco.

"Te conozco" Resonó en las memorias del ser hecho de miedo. Cada palabra dicha con esa suave voz tan transparente, era capaz de llegar al corazón de Douxie, capaz de hacerlo temblar. Y así mismo, aquella mano con la que Andrew intentaba tomarlo, cada vez más cerca de él, cosquilleaba en su espalda mientras su corazón latía tímido al comprender de lo que hablaba el ser de luz.

Once In a Blue Moon Another World | Douxie x MaleOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora