¡★! nine

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El llanto de Chayanne hizo a Missa suspirar pesadamente, contó hasta tres para tranquilizarse, no podía perder la paciencia con su lindo y adorable bebé, así que rodó atrás su silla nuevamente, dejando la computadora donde se encontraba a punto de realizar su trabajo.

Desde que quedo embarazado, supo que no iba a poder volver a su trabajo en la empresa, porque la verdad no quería descuidar a su pequeño, ni dejarla en manos de otro, simplemente quería aprovechar a su bebé mientras crecía y sabía que con todas esas horas de trabajo no iba a poder, así que opto por una opción más viable, trabajar desde casa.

Llego hasta su habitación y en medio de su cama se encontraba Chayanne, pataleando con desespero, aún no podia voltearse solito y eso lo inquietaba más, camino con rapidez para tomarlo en brazos y comenzar a mecerlo logrando que se calmara.

–Bebé, ¿que sucede? Te estás portando mal hoy, no dejas a papi trabajar– decía con voz suave, mientras secaba aquellas lágrimas que caían por sus palidas y abultadas mejillas.

"¡me mentiste papi! Dijiste que dormirias conmigo pero cerré los ojitos unos segundos ¡y ya no estabas! Me sentí burlado por mi propia sangre!"

El omega estaba cansado, tenía que realizar las tareas del hogar, cuidar de su trabajo y encima de Chayanne, que la verdad no estaba siendo fácil de tratar aquel día, estando muy dependiente de el, quizás se debía a que aún habian dejes de los síntomas de sus primeros dientecitos.

Chayanne que descansaba su cabeza en el hombro del omega estaba desconfiado, sabiendo que si cerraba los ojos, su papi se iría y no quería eso, quería sentirla cerca, sentir su aroma y como su omega lo arrullaba hasta sentirse protegido.

"No me dejes, por favor papi"

Pero no aguanto mucho cuando sus pesados párpados se cerraron perdiendo así la batalla contra el sueño, Missa espero unos minutos y lo coloco nuevamente en la cama, dejando esta vez la camisa del pijama que había usado en la noche a su lado, ya que esta contenía se aroma, lo que podría relajar al bebé  por un tiempo.

Cuando por fin se pudo sentar a gusto en su silla celebro internamente, Chayanne había estado muy apegado a el ese dia específicamente, así que era feliz de al fin tener un momento de paz, reviso en su computadora encontrando que tenia varios clientes, pues Missa se dedicaba a las ventas por Internet, tenía una tienda online de objetos varios.

👶🏼🍼

Varias horas después Missa terminaba de doblar la ropa limpia y se sentía verdaderamente cansado, pero satisfecho con la casa limpia y todo en su lugar, a demás de haber sido un buen día para las ventas, justo cuando por fin se sentó en el sofá, escucho la puerta siendo abierta, su esposo había llegado.

Philza se adentro a su hogar, siendo recibido por el olor a limpio y el suave aroma de su omega, pero aún así venía cansado, así que no pudo reparar en estas cosas, cuando estuvo en la sala de estar pudo observar a Missa recostado a lo largo del sofá, con sus ojos cerrados, y su rostro transmitiendo una hermosa paz.

–¿Como te fue?– pregunto el omega, aun sin abrir los ojos, extrañando a su alfa.

–Bien, concretamos el negocio del departamento que te dije el otro dia.

–Genial– respondió, realmente sin muchos ánimos de continuar la platica, simplemente quería dormir.

Philza era agente inmobiliario, su trabajo proporcionaba buenas ganancias y a pesar de que no tenían un estilo de vida lujoso, se podía decir que económicamente se encontraban bastante estables.

El alfa lanzó su saco a uno de los muebles, Missa trato de verse imperturbable, aunque debía confesar que el hecho lo descolocó debido a la reciente limpieza que había realizado.

–¿Que hay de cenar?– cuentiono el mayor, que se encontraba hambriento.

–No he cocinado aun– contestó el omega, por fin abriendo sus ojos y siendo afectado por la luz que dio en ellos, costandole un poco acostumbrarse nuevamente.

–Uh, bien, pero tengo hambre, haré ramen, rápido y eficaz– dice Philza, que se disponía a caminar hacia la cocina, con un poco de pereza en su andar, también se encontraba cansado.

En ese momento pudieron escuchar un llanto infantil, lleno de búsqueda de atención, el pequeño Minecraft/Sinfonia había despertado solito y en un cuarto oscuro, cosa que parecía odiar.

–Philza, ve por Chayanne– dijo de inmediato el omega, que sollozo fingidamente ante la idea de levantarse del sofá.

–Ve tu, estoy cansado ahora, apenas puedo levantar la bolsa del ramen– respondió mientras llenaba de agua la olla que utilizaría para preparar la cena.

–También estoy cansado– se removió en el sofá, de forma que su pecho tuviera contacto con este, mientras seguía escuchando el llanto de su pequeño.

Philza frunció el ceño mientras colocaba la olla sobre la estufa, para poner a hervir el agua, ese día estaba tan estresado debido a que el cliente era tan terco y difícil de tratar que lo dejo con un poco de mal humor, sumándole a su cansancio, definitivamente no podia terminar en nada bueno.

–¿cansado de que? ¿de estar en casa?

Y Missa intento por todo lo que amaba no ofenderse con esas palabras, pero fallo olímpicamente, ¿que trataba de decir el alfa? ¿a caso estaba menospreciando su esfuerzo?

–¿Como que de estar en casa? Yo también trabajo, me encargo de la limpieza y además de Chayanne, y la verdad no es tan fácil como crees– contestó a la defensiva, levantándose de una vez del sofá, pues el pequeño no dejaba de llorar.

Philza soltó una risa sarcástica, que no le cayo para nada bien mientras iba por el bebé, Chayanne que estiraba sus bracitos en búsqueda de ser tomado, y abría sus manitas volviendolas puños después, como si estuviera llamándola, Missa no tardo en tomarlo, regresando a la sala minutos después.

–No se de que te quejas si la verdad les he dado una buena vida.

–¿Y eso que tiene que ver?– dijo esta vez sintiéndose molesto por la actitud del mayor –no quieras venir a decir que lo que yo hago en esta casa no puede agotarme porque estas equivocado, y me ofende que estés pensando de esa forma.

"Que pedo, que pedo"

Chayanne frotaba uno de sus ojitos con el puño, sin entender que sucedía al rededor y porque papi empezaba a oler menos dulce de lo normal.

–Solo digo que tienes comodidades Missa, yo tengo que estar de un lado a otro y lidiando con personas que a veces no son fáciles de llevar ¿me entiendes?

El omega seguía sintiéndose molesto, su esposo estaba comportándose como un idiota, y nunca la había oído hablar así en los años que llevaban juntas.

–Estás siendo ridículo, Philza– dijo acomodando mejor al bebé confuso en sus brazos, dispuesto a irse a su habitación, no queriendo quedarse a discutir.

–Yah, tu solo te quejas ¿que quieres que haga?– el mayor se aparto de la cocina, dejando a su comida instantánea prepararse.

Missa lo ignoro caminando hasta la habitación que compartían, con Chayanne en brazos, quien se aferraba a su camisa, sin entender, pero asustado por el tenso ambiente que se sentía.

–Ahora estas siendo infantil

Y el omega cerro la puerta, no quería seguir escuchándolo.

Baby thoughts || DeathduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora