¡★! twenty - eight

370 63 1
                                    

El alfa salió de la habitación vistiendo su pijama, la cual iba a juego con la de su cachorrito que iba en sus brazos con una cara seria, quería estar cómodo en su propia casa, quien fuera la visita esperaba que entendiera que la comodidad iba primero.

Chayanne miró a los lados con curiosidad, esperando que valiera la pena que alguien estuviera invadiendo su territorio.

"Uhm, huele a roba omegas"

Muy poco después escucho una risa bastante conocida, haciendo que sus sentidos se pusieran alerta, escuchando los pasos acercándose a la sala de estar donde su papá había tomado asiento junto a el, de primera plana vio a su papi, pero enseguida entró al que llamaba su segundo omega favorito confirmando que valía mucho la pena la visita, pero la felicidad duró muy poco al mirar al alfa que venía detrás de el, hizo un puchero inconforme.

Roier se miraba bastante contento de estar allí o así lo percibían los dueñas de la casa, aquella alegría parecía darle un toque especial porque lucia más bonito, su cabello un poco más largo y ojos brillantes, Chayanne quería que pronto lo cargará para poder llenarse de su aroma como tanto le gustaba, así que el misma se impulso poniéndose de pie sobre las piernas de su papá, estirando sus brazos con la más clara intención de que el chico se acercara a tomarlo en brazos.

–Este cachorro ¿ni siquiera puedes esperar que el tío Roier se siente?– dijo su papi cruzándose de brazos.

Doie, Doie– llamó.

–No importa Missa, por supuesto que tengo que cargar a mi lindo bebé– respondió el otro, haciendo caso a la petición del cachorro, tomándolo de una vez.

"¿Escuchaste Cellbit? Su bebé"

Missa invito a la pareja a sentarse en el sofá, siendo bastante amable y atento con ambos, ellos hicieron caso compartiendo asiento junto con el alfa que los saludo siendo igual de amable.

Chayanne mientras tanto se disponía a pasar su naricita disimuladamente cerca del cuello del mayor, solo porque allí era donde abundaba el aroma de cualquier persona, pero frunció el ceño al no encontrarse la fragancia a la que estaba acostumbrado, esta vez tenía los dejes del aroma de alguien más, un aroma más pesado.

"¿Qué hizo el tío Cellbit con tu aroma? ¡Apestas!"

Todos pudieron observar la malhumorada reacción del cachorro al no encontrar exactamente lo que esperaba, sacandole risas a los mayores, sus padres nunca iban a entender porque lograba ser tan descarado cuando se trataba de Roier.

–¿Paso algo Chayanne?– molesto un poco Cellbit, satisfecho por la reacción del menor, un poco inmaduro de su parte, pero para el valía la pena haberlo visto decolocarse por el nuevo aroma.

Chayanne desvío su mirada, queriendo dejar claro que estaba ignorandolo.

–Oh... espera– Missa se levantó de repente de su asiento, recibiendo la mirada intrigada de su esposo ante tal reacción, en cambio Roier soltó una risa al ver la reacción de su amigo –Tú... ¡Tú!

–Aja– respondió el otro omega con orgullo, Missa casi gritó de emoción ante la respuesta del otro, acercándose lo más rápido posible para poder envolverlo en brazos en un cálido abrazo.

Philza miraba sin entender, y Chayanne entendía mucho menos, ¿Roier que?

–Felicidades– dijo el menor con bastante sinceridad a la pareja.

–Espera, ¿de que me perdí?– preguntó el alfa al contemplar tanta felicidad en los rostros ajenos.

–Roier esta embarazado– respondió Cellbit, con el mismo orgullo con el que había hablado Roier.

Estaban felices y no podían ocultarlo, aunque no había sido para nada planeado, ambos tenían ese deseo bastante presente así que cuando se enteraron de ello no pudieron evitar emocionarse, les alegraba mucho la idea de formar una familia más allá de solo ellos dos.

Philza abrió su boca sorprendido ante la noticia, ¿como había sido tan lento? El aroma de Cellbit estaba sobre Roier pero ahora era que podía notarlo mucho mejor.

"¿Uh? ¿de que hablas viejo?"

–Esto es hermoso amigo, estoy muy feliz por ustedes– expresó Missa, dejandole un poco de espacio a los futuros padres.

–Se vienen días oscuros– murmuró el mayor colocando una mano sobre el hombro del alfa, quien inevitablemente se asusto un poco ante tales palabras.

A pesar de tanta habladera Chayanne no entendía muy bien eso del embarazo, ¿acaso se come? ¿Porque todos estaban tan felices por esa cosa? De otra manera no entendía que tenía de bueno.

–Tendrás un primito, Chay– le dijo Roier, recibiendo la mirada del cachorro.

"¿Otro? Ya no lo quiero, los primos no son lo que yo pensaba, solo mira a la bola de grasa de Quackity"

–Pronto estarás a punto de explotar, créeme el tiempo se te pasará rapido– comentó Missa –O quizás no, depende de como lo veas, porque no es nada cómodo te digo, y ni se diga el dolor de espalda...

La sonrisa de Roier se debilitó un poco, no se había detenido a pensar demasiado sobre los cambios de su cuerpo o todas las molestias que conllevaba el embarazo, si lo veía así no sonaba nada bonito.

–Oh, pero no te preocupes, vale la pena– intento arreglar el omega al ver la reacción de su amigo.

Al parecer no eran demasiado buenos animando a las personas.

"Um bueno, ¿y tu aroma cuando vuelve? No entiendo que hizo tío Cellbit para que no pudiera olerlo"

Baby thoughts || DeathduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora