Dejame cuidarte

2.6K 97 4
                                    

Juanjo estaba hecho un caos; no solo tenía que lidiar con una hija enferma, sino que ahora también cuidaba de un marido con fiebre.

Cuando se despertó esta mañana acariciando la espalda de Martin, notó que tenía una temperatura elevada, le tocó la frente y lo confirmó.

-Amor.- Dijo entre besos y caricias, tenía que despertarle para ponerle el termómetro.

El vasco abrió los ojos a regañadientes y de repente le llegó, se sentía como si le hubiese pasado un tractor por encima.
Se intentó incorporar pero cayó de espaldas a la cama, se echó una mano a la frente y él mismo se notó ardiendo

-¿A dónde vas? No te vayas, quédate conmigo.-

El maño sonrió, su marido podía con él, y encima recién despertado con su pelito despeinado y su carita de dormido.

-Voy a por un termómetro y medicina. Dame dos minutos.-

Se agachó y dejó un beso en los labios del otro.

Justo cuando iba a bajar hacia la cocina, vio a su hija desde el marco de la puerta revolverse en su cuna, y, antes de que pudiese comenzar a llorar, fue a sacarla y cogerla en brazos.
Dejó suaves besos en su cabeza y fue a por la medicina para su marido, y ya aprovechó para coger el jarabe de su hija.

Clara llevaba estando mala desde que fueron a Magallón a cenar por el cumpleaños de su padre, cogió frío y lleva unos días con fiebre y constipado.

-Mira, te traigo una sorpresa.- Dijo Juanjo, dejando a su hija en la cama.

-Hola mi amor.- Dijo Martin con una voz suave

Su pecho desnudo estaba caliente y acercó a su hija a sí para oler su aroma, que era una de las cosas que lograba tranquilizarle últimamente.

-Ayúdame a darla el jarabe.-
-A ver bebé, abre la boca.-

Y es que darle la medicina a su hija era un infierno. Al ser tan pequeña, rechazaba todo lo que no le gustaba, y en cuanto la jeringuilla llena tocó sus labios y el líquido entró a su boca, empezó a llorar, y sus padres, a consolarla. Martin se tomó la pastilla y se volvió a tumbar en la cama, con su bebé en su pecho acariciando suavemente su pequeño cuerpo e intentando calmarla un poco más, ya que aún tenía visibles pucheros en la cara. Juanjo no pudo contener las ganas que tenía de achuchar y comerse a besos a los dos, y ya le importaba poco contagiarse.
Así que eso hizo, se tumbó con ellos y rodeó la cintura de su marido con su brazo. Dejó un beso en la cabecita de su hija y otro en la del vasco.
Y así, se quedaron dormidos, abrazados. Posiblemente se despertarían sudando, ya que la fiebre no ayudaba a que estuvieran completamente pegados.

Se despertaron en la misma posición, tres horas después. Definitivamente habían dormido demasiado, y luego iba a ser más difícil conseguir que Clara se echase.
Juanjo insistió en que se quedaran en la cama, pero Martin no quería sentirse inservible, aunque, tenía que admitir, que si podía usar su malestar para aprovecharse de su marido, mucho mejor.
Su bebé se encontraba anímicamente bien, no la notaban decaída sorprendentemente, cosa que creían buena, era al menos un avance. Tenía sentido que ella se fuese ya recuperando, llevaba mala ya cuatro días.

De alguna manera, la carita de cansancio de Martin, que lograba esbozar una sonrisa debida a los pequeños balbuceos y carcajadas de su hija, enternecía a Juanjo, ¿cómo podía estar tan guapo, hasta enfermo? Seguro que él en esa posición parecería recién salido de The walking Dead.

Comieron lentamente para que no les sentara mal, y mientras, el maño alimentaba a Clara, picoteando de su plato entre medias. Cuando terminaron, eso sí, el vasco ni se esforzó en ayudar a quitar la mesa, simplemente se fue al sofá y se tiró, desplomado. El ibuprofeno no estaba haciendo demasiado efecto.

-Mi chico guapo, ¿hay algo que pueda hacer para que te encuentres un poquito mejor?-

-Pffff, ni idea, solo quiero dormir todo el día con vosotros, pero tampoco quiero pegártelo.-

-Amor, a mi me da igual, tengo que cuidar de vosotros así que tarde o temprano me acabaré enfermando yo también. Durmamos juntos, o veamos una peli, pero si quieres que estemos tumbados los tres, lo estaremos. Lo que quiera mi chico.-

Martin sonrió ante estas palabras y le besó lentamente en los labios, dejando otro pico al separarse. Nadie le cuidaría como hacía Juanjo, y creía que verle ejercer de padre era lo que iba a acabar con él, no la maldita fiebre.

Dicho y hecho, plegaron el sofá-cama, ya que les daba un poco de pereza subir hasta la habitación, y se tumbaron los dos.
El vizcaíno estaba recostado en el costado de su marido, reposando la cabeza en su hombro. Y su hija, sujetada por el brazo de su padre.
Esta no tardó en dormirse; la pareja seguía sin entender el horario de sueño de los bebés, pero lo aceptaban igual.

Juanjo y Martin la miraban con amor y ojos tiernos.
Bueno, hasta que el primero estornudó.
Iba a ser un fin de semana largo.



HOLAAAAAAAA, lo siento por abandonaros (ha sido solo un día, pero perdonadme igual 🥹)
Ayer estuve fuera todo el día y esto lo he escrito un poco corriendo, aún así me gusta bastante.

Hoy ha sido el cumple de Martin, como va a cumplir 19 esa personita!!??

Espero que os haya gustado mucho esta capitulo.

Votad, comentad y disfrutad!

Besoss ❤️‍🩹

One Shots Juantin | KID FICSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora