POV: Martin
– Martin Urrutia. Martin sin tilde en la i. – me presento, ofreciéndole la mano.
– Juan Jose Bona. Pero prefiero Juanjo. – se presenta mi compañero de mesa, encajando nuestras manos – ¿Vives en la residencia?
– Quarto piso, habitación 02. ¿Y tú?
– Segundo piso, habitación 04. – dice, haciéndome reír por la coincidencia.
– Tenemos los números invertidos. – digo, tras ver su cara de “¿que te hace tanta gracia?”.
– ¿Quedamos esta tarde para empezar con el trabajo? – pregunta cambiando de tema.
– ¿Ya?, pero si el curso acaba de empezar.
– Y el trabajo tiene que estar detallado al milímetro. – me recuerda las palabras de Manuel el Tizas – A ver, no digo que empecemos ya a investigar ni nada de eso, pero podríamos vernos media hora aunque sea, para hacer lluvia de ideas.
– Esta bien. – digo, tras pensarlo unos segundos – ¿Tu habitación o la mía?
– Tengo entendido que los “veteranos” tenéis habitaciones más grandes, ¿no? – pregunta él y yo asiento con la cabeza – Pues en la tuya, que en mi habitación la mesa de comer y el escritorio son el mismo mueble. – dice, haciéndome reír por su tono.
– ¿A las cinco te va bien? – pregunto y él asiente con la cabeza, antes de que el timbre suene.
Al ser hoy el primer día, no hay más clases. Me despido de Juanjo con un “Hasta luego” y me voy a la otra punta de la uni, donde se encuentran mis mejores amigas: Ruslana y Chiara.
– ¿Qué tal están mis Ruski? – pregunto, abrazandolas.
– Contentas de vernos, ¡por fin! – dice Rus.
– ¿Cómo han ido tus vacaciones? – me pregunta Kiki.
– ¡Genial! – contesto – Pero llegué ayer por la noche y entre que deshice las maletas y todo el royo, me fui a dormir tardísimo. He llegado tarde a clase.
– Para sorpresa de nadie. – bromea Rus.
– Ya. Es que ya. – digo – Encima el Tizas nos ha puesto un trabajo con la pareja de mesa, para hacer durante todo el curso. Y me ha tocado con un novato ¡y a primera fila! ¡No me he sentado en primera fila en mi vida! – chillo, soltando la frustración del momento – ¿Vosotras que tal? – digo, obligándome a calmarme, acto que a ellas les hace reír.
– Bien, nos ha tocado Abril de tutora. Es un amor, la quiero tanto. – dice Kiki.
– Hoy es la fiesta de inicio, ¿vendrás, no? – me pregunta Rus.
– Pues nada, mañana llegaré tarde de nuevo. – contesto – Y yo que me había propuesto ser un buen alumno para este curso. – bromeo y ellas ríen otra vez.
– ¡Dile al nuevo que venga a la fiesta! – propone Rusli.
– Dudo que acepte. Se le ve muy responsable, muy… Recto. – digo – Me ha pedido quedar hoy para empezar ya con el trabajo. Y tenemos todo el curso, para hacerlo.
– ¿No te habías propuesto ser un buen alumno? – Kiki usa mis palabras en mi contra.
– ¡Eso, eso! – la anima Ruslana – Aprovecha que no te ha tocado un compañero vago. – dice y los tres reímos.
******
Salgo del baño con la toalla enrollada en la cintura. Si no fuera porque no me he acordado de bajar la cortina y porque delante hay un edificio desde el que me pueden ver sin problemas, habría salido desnudo. Total, estoy en mi habitación y no hay nadie más. ¿Quién me veria? ¿El espiritu santo?
Alguien llama a la puerta y yo miro el reloj, jurando que aún no son las cinco. “16:55 (4:55pm)”. Abro la puerta, encontrándome a un Juanjo vestido con unos tejanos pitillo y un polo blanco. Bueno, al menos ya no va en traje. Aunque sinceramente, no se que es peor.
– Pasa, pasa. – digo, haciéndome a un lado – Me visto en el baño y nos ponemos con el trabajo. – digo, mientras busco en mi armario – Ponte cómodo. – y le dejo solo.
Ya vestido, me uno a él y empezamos a dar ideas —todas siendo apuntadas por Juanjo, en su libreta— y a extendernos un poco sobre dichas ideas. Algunas son más innovadoras, otras más clásicas. Pasamos del típico bar de pueblo hasta una sala de juegos de realidad virtual.
– Podríamos hacer una marca de ropa. – propongo.
– Por favor, no. – dice él, en un tono exagerado que me hace reir.
– ¿Por qué no? – pregunto yo.
– Porque mis padres tienen una marca de ropa y ya suficiente tengo con oírles a ellos diciendo que un día tendré que hacerme cargo, como para encima dedicarme yo un curso entero a crear una empresa ficticia de ropa.
– Te entiendo. Los mios estan igual.
– ¿Tus padres también tienen una marca de ropa?
– Calzado. Pero el tostón de la herencia es el mismo, supongo. – digo – Y encima soy el hijo mayor… pues tu diras.
– Yo también soy el mayor.
– ¿Cuántos hermanos tienes? – pregunto, encontrando este tema más interesante que el trabajo.
– Uno. Un par de años más pequeño. Aún está en bachiller. ¿Y tu?
– Yo tengo dos. Maria, que justo acaba de empezar el bachiller y Erik, que aún está en la ESO. – contesto – ¿Tienes planes para esta noche?
– ¿Perdon?
– El primer día siempre se hace una fiesta de “bienvenida”. Todo el mundo está invitado.
– Mañana hay clase…
– Puedes irte a la hora que quieras. Empieza a las diez, aunque no suele haber gente hasta las doce. – le explico.
– Me lo pensare. – dice, sorprendiéndome con algo que no sea un directo “No” – Volviendo al trabajo… – y se acabó la parte interesante – Creo que podemos dejarlo por hoy. – gracias a todos los dioses que hayan existido nunca – Ya tenemos muchas ideas apuntadas. Si eso la próxima vez vamos descartando hasta que nos quedemos con la mejor opción.
– Me parece bien.
******
Rus y yo estamos en la habitación de Kiki, puntuando sus posibles outfits para esta noche. Y aunque ella jure y perjure que no quiere impresionar a nadie, nosotros dos nunca la hemos visto dudar tanto sobre qué ponerse y menos aún por una fiesta en la que no hay ni alcohol.
– Yo creo que esa falda con el top de hace tres outfits quedaría perfecta. – dice Rusli.
– Que se note quien está estudiando moda como hobbie. – digo yo.
– Me preparo para ser tu ayudante cuando seas el propietario de las zapatillas.
– Otra que me da el tostón. – pongo los ojos en blanco – Mis padres te pagan por decir esas cosas, ¿o qué? – bromeo y tanto ella como Kiki rien – Venga va, que ya son las doce.
– ¿Y desde cuándo tienes prisa, tu? – pregunta Kiki y ella y Rus vuelven a reír.
– Prisa ninguna, pero no quiero que los de primero arrasen con toda la comida y menos teniendo en cuenta que no he cenado.
– ¿Como que no has cenado?
– El trabajo del Tizas. Juanjo y yo nos hemos quedado hasta tarde haciendo lluvia de ideas y cuando iba a cenar he visto la hora y me he vestido rápido para no llegar tarde con vosotras.
– Y aún así has llegado diez minutos tarde... – dice Kiki, dejándonos salir de su habitación – Por cierto, ¿le has preguntado al nuevo si quería venir? – pregunto y yo asiento con la cabeza – ¿Y? ¿Que ha dicho?
– Que se lo pensaria.
**********
Y asta aqui el 2º capitulo!
Espero que os guste!!!
ESTÁS LEYENDO
Mi "novio" - Juantin
FanfictionJunjo Bona y Martin Urrutia son estudiantes de emprenedoria, donde se preparan para, en un futuro, ser los dueños de los negocios de sus padres. ¿Que pasara cuando dos compañeros de clase finjan ser pareja, para salvarse de uniones por conveniencia...