Mi "novio" - Juantin

3

POV: Juanjo

– ¡Juanjo! – oigo las voces de Bea y Álvaro a mis espaldas, justo antes de poner la llave en la cerradura de mi habitación.

– ¿Qué pasa? – pregunto, extrañado por sus chillidos.

– ¿Vienes de arriba? – pregunta Bea, sorprendida.

– Si. – contesto, antes de contarles lo del trabajo y un resumen de lo que ha pasado esta tarde – También me ha dicho que esta noche hay fiesta de bienvenida.

– Vamos, ¿no? – pregunta Albaro, emocionado.

– Por supuesto que sí. – dice Bea.

– Está bien… – digo, un poco a desgana – Dejo las cosas dentro y vamos, que empieza ahora.

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Son las doce y, tal y como dijo Martin, esto se está empezando a llenar de gente. Bea, Alvaro y yo estamos en el centro del gimnasio, bailando y bebiéndonos un “flojito” —es decir, un mojito sin alcohol, no vaya a ser que a la uni les vayan a decir nada por servir alcohol a mayores de edad—.

Al acabar mi cubata —si es que se le puede decir así—, dejo el vaso en una de las mesas que hay repartidas por todos lados y me despido de mis amigos.

– ¿Ya te vas? – pregunta Bea, chillando por encima de la música.

– Mañana tengo clase a las ocho. – le digo al oído – Y esta fiesta es una chusta, sin alcohol de por medio. – aclaro.

– ¡Pues ale, a descansar! – chilla Alvaro, entre risas.

– ¡Juanjo! – alguien me llama y al girarme veo a Martin con dos chicas “colgadas” de sus brazos – Al final has venido, veo.

– Si, pero ya me voy. 

– ¿Ya? Pero si esto acaba de empezar. – dice una de las chicas.

– Mañana empezamos el horario completo. Prefiero ir descansado. – les digo a los tres.

– Al menos deja que te presente a mis amigas. – insiste Martin y yo asiento con la cabeza – Esta es Chiara. – dice, señalando a la pelinegra que me ha hablado antes – Y esta es Ruslana. – dice, señalando a la pelirroja.

– Mucho gusto. – digo yo – Y ahora de verdad, no es nada personal, pero me voy, que necesito descansar. – les digo, con una sonrisa amistosa, antes de desaparecer de la fiesta.

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Las semanas van pasando y cada vez hago más planes con Bea y Álvaro: “turismo” por la zona, ir al cine improvisadamente o a algún restaurante… Bea incluso nos ha presentado a sus padres y a su novia, que son las personas mas amables y generosas que he conocido en mi vida.

Con Martin quedamos entre dos y tres veces por semana, para ir avanzando con “nuestra empresa” —cosa que no nos es muy complicada, dado el conocimiento que tenemos gracias a nuestros padres— y también aprovechamos para hacer los otros deberes y estudiar para los exámenes que se están empezando a acercar.

Bea, Alvaro y yo hemos coincidido algún viernes de fiesta, con Martin, Ruslana y Chiara. Y he de decir que los seis nos llevamos muy bien —al menos en un contexto festivo—.

Hoy es viernes y esta tarde he quedado con Martin en su habitación para lo mismo de siempre y luego nos iremos los seis por ahí, juntándonos intencionadamente por primera vez. Pero para eso aún faltan unas cuantas horas. Son las ocho de la mañana y la primera clase la tenemos con Manuel.

– Como estuvimos diciendo el lunes, hoy continuaremos con el estudio del mercado. – dice el profesor, poniendo un powerpoint – Al crear una empresa, no solo debéis pensar en que queréis hacer. ¿A qué público va dirigido? ¿Qué economía tiene de media ese público? ¿En el sitio donde voy a montar la empresa, tengo ese público? – y continúa con una larga pero amena explicación.