꧁༻- Eɭ Hiɭ๏ R๏ʝ๏ -༺꧂ || ✎ℒackadaisy ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛ [Reescritura Leve]

꧁༻- Capítuɭ๏ Treinta y Cuatr๏| sospechas y accidente - ༺꧂

Luego de haber terminado su turno en el hotel Maribel, Mordecai entró a su casa, agachándose luego de haber cerrado la puerta detrás de sí, tirando accidentalmente los documentos que su jefe le había dado.

¿La razón?

Su hacha voló en dirección a su cabeza, el filo clavándose en la madera.

Heller volvió a pararse luego de haber recogido el papeleo caído, colocándolo sobre un sofá, momentos después procedió a quitar su hacha de la puerta.

Mordecai: ¿Podría saber… Qué está pasando aquí?!

Cuestionó, gritando a los cuatro gatos frente a él: Serafine, Nicodeme, la pequeña Aurora y Tn.

El incesante ruido de gritos y forcejeos se detuvo.

… Segundos después volviendo a hacer acto de presencia.

Mordecai dejó caer el hacha a suelo, clavándose a las tablas de madera curada de un golpe, haciendo un sonoro estruendo.

Mordecai: ¡¿Alguien podría explicarme qué… diantres está pasando?!

Gritó, enojado.

Tn rio levemente.

Tn: ¿Con qué neoyorquino, eh?

Dijo burlona con su marcado acento… ¿ahora francés?

Mordecai frunció el ceño.

El acento de Tn era marcado, pero no era francés, era soviético.

A pesar de que la letra “erre” en su pronunciación peculiar sonase como “egrrrre” en ocasiones, consecuencia de la mezcla de los idiomas nativos de ambos padres a medida que ella fue creciendo, se destacaba más que nada su acento soviético al momento de hablar en su día a día.

El de ojos esmeralda se acomodó los quevedos.

Mordecai: ¿Señorita Imanova?

La de apellido soviético miró con atención al contrario.

Sonrió, entrecerrando los ojos.

Tn: Tn nada más, querido.

Su sonrisa se extendió, mostrando sus blancos dientes, mirando al gatillero de arriba a abajo.

Heller volvió a acomodarse los quevedos, sintiendo su cuerpo temblar levemente bajo la mirada de la de ojos heterocromáticos, al tiempo que los engranes en movimiento de su mente sacaban conclusiones.

Mordecai: ¿Cuál es su nombre? ¿O cómo puedo- *ahem* podemos llamarla?

Preguntó, corrigiéndose al recordar que ellos dos no eran los únicos en la habitación.

Tn: Tn. Y por favor: no sea tan formal.

Mordecai: Bien, uh… Tn. ¿…De casualidad se golpeó la cabeza?

Tn: Pues…

La de pelaje azul claro se interrumpió, moviendo su mano izquierda hacia la parte trasera de su cabeza al sentir un dolor punzante.

Un momento después de ver su mano, Tn palideció. Una mancha de sangre fresca se distinguía claramente en las almohadillas de sus dedos.

Imanova paseó su mirada bicolor por los tres gatos frente a ella.

Tn: Creo que necesito puntadas…

Dijo, observando el suelo bajo sus pies, buscando más manchas de sangre.

La pequeña de ojos azul hielo dirigió su mirada discretamente hacia Mordecai.

El recién mencionado le devolvió la mirada, torciendo levemente la boca sin fruncir el ceño.