VI. Conspiración

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Destroyers of Worlds

Destructores de Mundos


VI. Conspiración.

Helmut Markko ya estaba muy grande para este tipo de situaciones, aun así, su forma de asesorar a Mateschitz y a los mandos de a quien contratar o no para los equipos de Red Bull le permitía continuar siendo parte del organigrama de la empresa.

Aun así, él sabía que ya era muy mayor para esto. A pesar de las ganas que tenía de continuar en la empresa, lo que paso con Max hace unas semanas solo le dejaba intranquilo.

Todo el equipo estaba seguro de que su desaparición con su co-equipero Pérez, había sido en su totalidad planeado, pero lo que le dejaba esa sensación en la boca del estómago y que los vellos de la nuca se le erizaran era que ambos actuaban como si eso jamás paso. Que todo el deporte entro en un bucle donde ellos no desaparecieron cuando iban a casa para prepararse a la siguiente carrera.

Parecía una histeria colectiva de todo el mundo al no verlos por varios días imaginándose que estarían secuestrados o muertos, pero cuando volvieron era como si no hubiera pasado nada.

Además, esa sensación de sentirse observado se volvió más intensa después de que Jos ya no tuvo permiso de entrar al garaje de Red Bull.

Con lentitud abrió la puerta de su oficina viendo a Jos Verstappen sentado frente a su escritorio, al verlo con mayor atención pudo jurar que había envejecido algunos años, ya no tenía la sonrisa altanera de siempre, mostrando el pecho con orgullo al ser el padre del actual campeón del mundo.

Helmut no tenía problemas en soportar los desplantes del hombre, él más que nadie sabía que este deporte era demasiado exigente y para nada justo, el más que nadie sabía que Jos no tuvo el talento y la maestría para soportar ese tipo de carga y esa frustración solo causo que se desquitara en su pequeño hijo.

Pero que gracias a eso Max ahora era campeón.

Tal vez, él también hubiera hecho lo mismo.

Cerró la puerta detrás de si mirando un par de veces por el pasillo antes, la sensación de que lo vigilaban se acentuó un poco más al tener a Verstappen ahí sentado cruzado de brazos.

—¿A qué debo el honor de tu visita?

—Necesito tu ayuda.

—Max no quiere verte en los GP, hace un momento mandó una carta explicita pidiendo que no se te de entrada al paddok. Si es por eso a que has venido, no puedo ayudarte

—¡No puede hacerme eso! ¡No sería el campeón de no ser por mí! Es un chiquillo malagradecido.

Murmuró algunas cosas mientras el austriaco soltaba un suspiro sacando algunas carpetas del fondo de su escritorio, de una de ellas en especial dos copias de unos contratos.

—Léelo.

Se lo extendió a Jos que aun furioso los leyó con cuidado, una sonrisa maliciosa se extendió en sus labios.

—¿Esto es real?

—Una posibilidad, no tienen validez hasta que no terminen las negociaciones, Mark me los hizo llegar unos días antes de que empezara todo este circo. Pero aún no es oficial, con lo que paso con Christian, con Max, con Sergio y los rumores que se corren en el paddok es difícil saber si se llevaran a cabo.

La sonrisa de Jos cayo.

—¿Para qué me lo muestras entonces?

—Tienes que ser inteligente Jos, tu hijo está molesto por alguna razón por eso ya no te quiere cerca, debes volver a ganártelo si no quieres que ese contrato se elimine.

Le paso la otra copia para que lo leyera y de nuevo su sonrisa cayó.

—¿Y esto?

—Es una posibilidad, los tailandeses lo quieren al menos hasta 2028 gracias a su relación con Ford, aun así, Mark está esperando un error para no dárselo.

—¿Lo que paso en Australia no es suficiente?

—No...aun no, es muy pronto.

Jos suspiró cansado y molesto, tal vez su hijo no lo quería cerca pero aun había muchas cosas en juego como para no estar consciente de lo que sucedía en la empresa.

—Hay algo más, los tailandeses están decididos a olvidarse de lo que paso con Horner, estará al mando durante muchos años, así que la opción de quitarlo de la empresa ya no es factible, lo que he notado es que Pérez está muy unido a él. Esos dos días que estuvieron desaparecidos me hace pensar que tramaron algo y que Horner es el hilo conductor para llevar a cabo su plan.

—Suena a conspiración.

—Tal vez, pero no he llegado a este puesto siendo creyente de que todo el mundo es bueno, por eso debes de cuidar por donde pisas Jos, en algún momento podrías terminar hundiéndote en arena movediza y nadie estirara la mano para sacarte.

Tomó de nuevo las hojas guardándolas en el cajón que tenía llave guardándola en su bolsillo, Jos se cruzó de brazos.

—Te sugiero que hagas caso a tu hijo, deja que se le baje el coraje y después podremos seguir con lo planeado.

—Necesito una garantía de que Horner no va a estar en la dirección, ese puesto debe ser mío.

—Lo será, pero debes de ser paciente. Desgraciadamente no puedo darte garantía, todo es muy cambiante, ya vez lo que paso en China, Max quedó en segundo y no parecía molesto por eso, así que debemos de ir con paciencia para no caer en un error.

—¿Paciente? —Jos arrugó la frente cruzándose de brazos.

—Te pido demasiado, pero es necesario, Max es el único que puede ayudarte a alcanzar ese puesto y por fin harás todo lo que quieres hacer. Pero la paciencia es lo que te dará la victoria, así que ve a casa y no vuelvas a mi oficina, no quiero que te vean y crean que algo pasa.

Jos ya no dijo nada, se puso de pie y salió dando un gran portazo, Helmut volvió a suspirar mirando uno de los papeles que llevaba en la mano.

Renuncia

Ya estaba muy viejo para esto. 

 

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