Capítulo 19

242 44 8
                                    

Creí que esto terminaría en el siguiente capítulo pero al parecer, va a tomar un capítulo más, así que aún dos queda un poco de tiempo juntos

- - - -

—Aziraphale, tienes que calmarte. — Anathema le extendió una taza de té que el rubio omega rechazó sin pensarlo dos veces— Vas a asustar al bebé.

—Anthony está en peligro, tenemos que ir por él.

—Trabaja para el Patrón, la carta que nos hicieron llegar fue muy clara— su tía Uriel no pudo evitar inundar la pequeña salita de su aroma que indicaba molestia, ira y decepción— No podemos volver a confiar en él cuando regrese ¿Cómo estamos seguros de que no nos ha vendido? ¿Qué en este momento no acaba de decirle al Patrón tu paradero?

—Porque Snake no es así.

Desde que Crowley se había ido, el día pasó sin mayores contratiempos, al menos hasta que Gabriel junto con toda su gente llegó, ordenándoles que debían ir con ellos. Aziraphale fue el primero que se resistió, exigiendo saber cómo es que su ubicación fue revelada, pero nadie, ni siquiera su padre biológico se atrevió a decirle la verdad, solo se limitaron a subirlos a la camioneta.

Cuando llegaron a las instalaciones de la DEA en México, les brindaron un pequeño espacio en dónde podrían permanecer al menos hasta que Gabriel regresara. Y aunque creyeron que por fin tendrían algo de paz, Hastur mejor conocido como el Gallo llegó hasta ellos, entregándoles una pequeña carta, más bien una nota que dejaba muy en claro que papel habían jugado todos y cada uno de la gente que les rodeaba.

Para Aziraphale no fue sorpresa alguno darse cuenta que Gabriel era su padre, pues en cuanto le miró, observó que algunos de sus rasgos eran idénticos a los del agente, pero prefirió no decir nada pues su preocupación estaba centrada en otro sitio.

—Guarda silencio Newton, no puedo creer que hayas estado del lado de ese mentiroso todo este tiempo.

—Anathema, por favor.

Crowley, ese era el único nombre que ocupaba su mente, aunque después de saber la verdadera naturaleza de su relación ya no sabía en qué concentrarse, si en rogar que Anthony saliera vivo para explicarle todo lo que estaba pasando o si por el contrario debería perecer al lado del Patrón, para enterrar el mal por completo.

Su corazón le rogaba comprensión, pues en múltiples ocasiones el Alfa le demostró que él era otro tipo de hombre, que todo lo que hizo por ellos no podía ser una mentira.

—Newton tiene razón, debemos de mantener la calma. Crowley debe de explicarnos que es lo que realmente pasó, creo que después de todo, merece tener la oportunidad de defenderse.

—¿Estás seguro, Aziraphale?

—Muy seguro, tía.

Nadie parecía dispuesto llevarle la contraria a Aziraphale, así que después de guardar silencio un buen rato, cada uno se fue a su respectiva habitación, pues todos necesitaban meditar y pensar con más tranquilidad la situación en la que se encontraban, pero el rubio Omega parecía no compartir aquella sensación, pues al parecer el bebé estaba igual de nervioso que él.

La tarde pasaba lenta y tortuosamente para Aziraphale, quién no podía evitar ir y venir dentro de las pequeñas instalaciones. Sus nervios incrementaban a cada segundo que pasaba lejos de Crowley ¿Y si algo malo le ocurría? La perspectiva de perderlo le dolía mucho más que la traición que Snake podría haberle hecho.

—Ya bebé, ya, todo va a estar bien. Pronto recibiremos noticias de Anthony — acariciando su pequeña barriga una y otra vez, Aziraphale intentó encontrar la paz, misma que fue rota una vez uno de los subordinados de su padre le buscó para informarle que tenían noticias de aquella misión clasificada.

Alfa | Ineffable husbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora