Laura queda sin familia, una noche cuando el jefe de la mafia entra en su casa, buscando dinero que le robaron. Donde sus padres fueron falsamente acusados.
Por error pensaron que era un niño y se la llevan a servir a la casa del patrón.
Desde ese m...
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LAURA
Después de varios meses de lucha, este cuerpo maltrecho por fuera se veía más normal. Claro, ya no estaban las curvas que tanto anhelaba el degenerado de Alonso, porque apenas si había recuperado la masa muscular que tenía Laura antes del encierro. Y un cuerpo delgado, con la musculatura de una joven que se ejercita no es tan femenino, a la vista delicado y frágil. Y el rostro se veía más duro, sombrío, de facciones rígidas, con el cabello corto me era más fácil pasar por hombre.
Me había crecido el cabello unos diez centímetros, y Alonso colocaba broches caros y finos en un esfuerzo porque me vea más femenina, como ella se veía antes. Me daba náuseas como acariciaba el pelo, como si el muy infeliz no hubiera con sus propias manos tomado una máquina cuando lo cortó al ras del cráneo.
Todos los días me vestía con distintos estilos de vestidos en colores pasteles, tacones a juego, y mandaba a Paula a que me ayude a maquillarme. Con la excusa que el verme bonita mejoraría mi ánimo.
Paula se quedó para la supuesta búsqueda de los asesinos de Noa, y su madre codiciosa volvió a Mallorca.
Me había dejado en paz los meses de mi rehabilitación, pero el infeliz caliente ya no se pudo aguantar más. Los meses previos, me acariciaba, me besaba y luego se desahogaba al lado mío en la cama. Pero llegó el día que me encontró saliendo del baño y sus ojos mostraban que no aguantaba más usarme por completo.
Los oscuros desde un rincón me tranquilizaban: Deja que juegue mientras pueda, después de todo, este cuerpo muerto ya no eres tú. Ahora estás por sobre cualquier forma humana normal, es solo una cáscara que puedes elegir llenar con cualquier personalidad. Puedes ser oscuro y asesino, puedes ser Lorenzo, compórtate como él aun en la cama. Ríete de él, porque nunca más tendrá a Laura, la joven con la que sueña.
Me pareció una buena idea, los años que le fueron más tormentosos al infeliz fue cuando deseaba a Laura y pensaba que era un hombre. Porque además de monstruo es un homofóbico. Entonces decidí acostarme con él dejando libre la personalidad de Lorenzo.
ALONSO
Estaba desesperado por volver a sentir su cuerpo, saborear sus senos, todo de ella. Esperé paciente que terminara de ducharse y al salir con la toalla puesta, pude ver un destello de lo que fue Laura.
Las gotas de agua que salpicaban su piel le daban más vida, sus cabellos pegados al rostro, aunque todavía huesudo y de rasgos rígidos se acercaban a su antigua gloria de sirena. Sobre todo, por el sonrosado de sus labios.
Me lancé como un demente a besarla y le arranqué la toalla. Más liviana que antes me fue sumamente fácil cargarla y llevarla sin esfuerzo hasta la cama.
—Ya no puedo más Laura, tengo que cogerte, las caricias no me bastan. Y estás lo suficientemente sana. — le dije mientras me ahogaba en sus senos, ahora casi inexistentes, pero ese detalle no me detuvo. Aun era su piel, aun sus piernas abiertas para mí, y aun escucharía sus gemidos que me volverían a hechizar y ponerme bajo su completa autoridad.
