❄️┈❛: 𝙼𝚒 𝚘𝚝𝚛𝚘 𝚢𝚘

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Volvieron las clases y olían a qué ya se acercaba las vacaciones de invierno donde suelen hacer muchas cosas como festejar la navidad como el año nuevo que se acercaba. La felicidad había crecido desde que se conocieron muy bien y no olvidar como es que un golpe en la cabeza podía afectar tanto.

Aquino caminaba a clases muy feliz escuchando música en sus audífonos donde se escuchaba muy alto sin importar si se rompería sus tímpanos. Tomaría clases entendiendo a la perfección mejorando cada nota que los profesores se les daba a los alumnos.

Sus amigos se quedaron algo extrañados en ver qué ahora se la pasaba leyendo grandes libros como anotando lo importante para la clase de más al rato, comiendo feliz y moviendo el lápiz de un lado a otro.

—Lo hemos perdido — dijo un Natalan cansado.

Sin importar que decían sus mejores amigos solo podía pensar en esa felicidad que sus ojos reflejaban y jamás lo culparía de algo, endulzó su vida.

Al finalizar una de sus clases salía apresurado para guardar todas las cosas en su casillero y tomar algunos cuadernos para aproximarse no sin antes de que Lucasta cerrará el casillero con algo de cansancio, todo su grupo de amigos estaba cruzado de brazos o mirándolo extrañado.

—¿Que te ha pasado últimamente? —  pregunto molesta la chica.

—Nada Vicky, solo que he intento pasar el semestre antes de que me fusile mi padre — río levemente para recargarse en los demás casilleros.

—Nos decías que te valía madres reprobar — Estailus lo miraba.

—Pero solo quiero hacerlo para que vea que tiene un buen hijo, eso creo — se rasco la nuca.

—Con que...ese tal Duxo te cambio la vida — el rubio movía su cola en todas direcciones esperando una respuesta de el chico.

Aquino al escuchar que mencionaron a una persona que no tenía que ver nada en el tema su semblante cambio por completo y optó por tener una postura firme sin tener que retar a sus amigos pero solo los juzgo con una mirada.

—Ustedes querían que yo mejorara en mis calificaciones y eso estoy haciendo para no estar otro puto año más en esta universidad y ahora cuando quiero aplicarme me dicen que ya no me conocen, me tengo que ir.

Se apartó de sus amigos quienes solo hicieron una mueca o rostros de preocupación ante la respuesta que les dio, el castaño solo aceleró el paso hacia su salón no sin antes de chocar con el grupo de su enamorado.

Había tirado sin querer a un chico igual de cabello castaño solo que la diferencia es que llevaba consigo mismo una polera amarilla de Pikachu con libros en manos, se agache ayudarle a recoger para dárselos con tranquilidad.

—L-lo siento — dijo el apenado chico.

—No debes disculparte, fui yo el que choque contra ti — le dio sus libros.

Detrás de el chico venía en camino un chico más alto y una chica de cabello largo con un lazo como moño. Los miro con una pequeña sonrisa para intentar olvidar lo que pasó no sin antes de que la joven lo analizó.

—¡Es el chico con el que choco Duxo!

Aquino se tenso horrible para voltearlos a ver y ellos eran los amigos de Duxo, este se apeno por aquel incidente de tantos días que se el olvido el golpe en la cabeza. Las pequeñas burlas se hicieron presentes en los tres chicos.

—Ey es verdad, pero no se deben burlar de él — dijo el más alto para verle con una mirada tranquila. — ¿Cómo está capitán Aquino?

—Muy bien Sneeg, me alegra de volver hablar contigo.

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