𝙳𝚎 𝚑𝚒𝚎𝚕𝚘|•𝙳𝚄𝚇𝙸𝙽𝙾 ❄️

❄️┈❛:𝙿𝚊𝚜𝚊𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘𝚜 𝚊𝚐𝚛𝚒𝚍𝚞𝚕𝚌𝚎𝚜

<<¡TÚ NUNCA SERÁS ALGUIEN EN LA VIDA!>>

<<Eres tan débil, ¿que hice para merecer está desgracia?>>

<<Si no sigues mis pasos terminarás en la calle sin ningún centavo, de mi vives>>

<Aquino... despierta>>

<<Despierta>>

<<DESPIERTA>>

—¡AAAAH!

Silencio, total silencio en la habitación. Lo único que se reproducía era el tocadiscos que una vez le regalaron en su cumpleaños, escuchando el álbum de El Cuarteto de Nos "Habla tu espejo".

Sudaba frío y su respiración acelerada le hizo sentir que algunas noches anteriores no pudo dormir bien por la falta de algo, posiblemente tiene pequeños episodios de malos recuerdos que tuvo durante su infancia. Se levantó de cama para cerrar las ventanas de su habitación y ponerse sus sandalias para dirigirse al baño cercano.

Abrió la llave de el lavamanos para humedecer sus manos y luego mojar su cara para despertar muy bien de lo que acaba de soñar; los gritos constantes de su papá le ha generado unos cuantos traumas. Escuchar los gritos de este le había causado una gran desconfianza.

Regreso a su habitación en donde volvió acomodarse en cama no sin antes de quitar el disco y guardarlo en su álbum, la noche brillaba dejando ver también los faros de los pasillos de la universidad, el edificio más grande iluminado como también la luna reflejando lo bella que estaba.

Aquino tardo volver a dormir otra vez, no le dejaba pensar muy bien por temas de escuela como personales con su padre. Deseaba estar a lado de su madre para apoyarlo en el camino correcto,

Prendió su celular notando la hora y entrando a su galería de fotos, fue hasta lo más profundo de este notando que tenía fotos de su familia y él de niños. Su madre luciendo su felicidad teniendo a su hijo entre sus brazos, era super linda.

Aquino sonrió con nostalgia y viendo que el tiempo había pasado volando notando que su madre ya no estaba con él ni abrazándolo o quizás acompañando su sueño de ser un gran músico. Sus ojos se volvieron cristalinos deseando tener devuelta a su hermosa madre.

—Te extraño a cada segundo...no se si pueda seguir avanzando sin ti.

Apagó el celular para dejarlo en la mesita de noche y comenzar a sentir la necesidad de desahogarse llorando toda la noche, a pesar de ser el chico popular y destacar su perfección a veces quería ser solo un alumno más, participando en clases siendo la sombra de miles de estudiantes.

Cerro sus ojos para llorar en silencio y sentir las lágrimas resbalar lentamente entre sus mejillas para caer en la almohada que tenía abrazada. No sin antes de recibir un mensaje de un desconocido, esto le hizo sentir ciertas confusiones. Al abrir el mensaje le hizo sonrojar sus mejillas.

~Desconocido~

???: ¿Hola? Soy Duxo.

Mando mensaje para que no se me vaya a perder tu número telefónico, a veces pierdo papelitos.

Podemos hablar con más calma el día de mañana.

Descansa.

Una sonrisa apareció en su rostro dejando escapar las cosas pésimas que tenía en sí pero su mala suerte es que después de unos treinta segundos llegó el mensaje de su padre, eso le hizo borrar su sonrisa al momento.