❄️┈❛: 𝚂𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚜𝚙𝚘𝚗𝚍𝚒𝚍𝚘𝚜

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Dolor de cabeza es lo que hay.

La mañana era tan fría que hasta uno se olvida que abrigarse con frazadas no es lo mismo sin estar sujetado a los brazos de un hombre apuesto.

Aquino despertaría lentamente dejando ver qué se encontraba en la habitación de la fraternidad y que su ventana dejaba entrar la iluminación del sol, miraba su despertador que indicaban que era las 8 de la mañana y que todos sus álbumes de música seguían en sus muebles y otros que tirados. La cabeza le daba vueltas y que su mascarilla no estaba con ella.

Se levanta de la cama dejando ver qué no tenía camisa y exponiendo su cuerpo casi desnudo, pensaba que lo había hecho con alguien pero no hay prendas de más en el suelo o alguna que otra protección para cuidarse, volteaba a ver hacia la cama dejando ver el menor dormido.

Un momento, ¿¡Duxo?!

Aquino se caería de la cama por el susto golpeándose contra el suelo de madera y soltando un quejido en plena caída. Se levantó para ver qué el azabache dormía plácidamente en su cama y ver qué estar tomado no era una buena opción para dejarlo aquí, al menos tenía su ropa puesta y no llegaron a nada.

—Mierda, estás demente Duxorethey.

Lo único que haría por el momento es descansar en la orilla de la cama y por suerte era un jueves de no tener tantas clases, quien sabe si el horario de el menor también marque que no tenga tantas materias pero si estaba pensando en como decirle que termino en su cama y con una gran cerveza en la mano.

Antes de ponerse una camisa recordó la noche anterior en donde ambos unieron sus labios en una forma de expresar el pequeño amor que sentían el uno al otro, un corazón cálido rompiendo miles de cristales de hielo. Su sonrisa creció hasta que tocaron la puerta de la habitación.

—¡Ya está el desayuno que hizo Kendo! — gritaba Natalan desde el otro lado.

—¡En un momento bajo!

Lo pensó varias veces y tener a alguien que solo dormía en su cama por tomar mucha cerveza lo hacía gracioso, le daría un suave beso en su frente para dejarlo descansar y salir de la habitación.

Bajando las escaleras se encontraría con un gran desastre en la sala con vasos y las botellas de alcohol en el piso, alguno que otro esta roto. Aquino fijo su mirada en la pequeña mesa en donde sus amigos desayunaban tranquilamente, a su lado estaban los de la banda durmiendo pero solo Badboy andaba en su cien por ciento de energía.

—¡Vocalista! ¡Buenos días!

—Buenos días Bad...¿los otros dos no han despertado?

—Terminaron muy tomados en la madrugada así que se fueron a dormir en el sofá, luego los despertamos.

—Deja de hablar y te voy sirviendo el desayuno — hablaría Lucasta para darle un pequeño estofado que preparo en la mañana.

—Estofado de Kendo, delicioso. Provecho.

Comían tranquilamente tocando temas de como la habían pasado la noche anterior y que iban hacer el día de hoy, aunque era un jueves de hacer otra vez una fiesta hoy tocaba limpiar la fraternidad.

Entre esos tocaron el tema de la música para que pudieran presentarse la otra semana que venía en camino así que accedieron en que Locochon los llevaría al estudio de música. Iba tan bien hasta que alguien debió tocar un tema.

—¿Hicieron algo tu y Duxo? — pregunto pícaramente Lucasta para molestar a su amigo.

Aquino se ahogo por un momento con su comida para mirarlo de una manera sonrojada - ¡Por supuesto que no! ¿que te lleva a pensar en eso?

𝙳𝚎 𝚑𝚒𝚎𝚕𝚘|•𝙳𝚄𝚇𝙸𝙽𝙾 ❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora