Capitulo 10

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Pasarían dos días desde los violentos enfrentamientos entre Fran, el Esqueleto Asesino, y los mercenarios que intentaban detenerlo. La ciudad estaba sumida en el caos y el miedo, con las calles vacías y los edificios en ruinas. Fran había desatado una ola de destrucción sin precedentes, y su sed de venganza solo crecía con el tiempo.

Fran recorría las calles con paso firme y decidido, su mirada fría y despiadada mientras observaba los edificios destrozados a su alrededor. Cada paso que daba resonaba en el silencio ominoso de la ciudad, marcando su territorio con cada estructura destruida y cada vida segada.

Fran: (riendo con malicia) ¡Ja, ja, ja! ¡Esto es lo que llamo diversión!

Fran se sentía más poderoso que nunca, su nivel de L.O.V.E. había alcanzado el impresionante número 34. Cada vez que invocaba su magia de esqueleto, sentía una oleada de satisfacción y poder que lo embriagaba por completo. Había encontrado en la destrucción y el caos una forma de liberarse de sus propios demonios internos, y no tenía intención de detenerse.

Mientras avanzaba por las calles, Fran no mostraba ningún signo de remordimiento o duda. Cada vida que se encontraba en su camino era sacrificada sin vacilación, y cada edificio que destruía solo alimentaba su sed de venganza. Sus ojos brillaban con una intensidad feroz mientras buscaba a sus próximas víctimas, listo para llevar a cabo su justicia retorcida sobre aquellos que se atrevieran a desafiarlo.

Fran: (gritando hacia el cielo) ¡Esta ciudad será mi reino! ¡Nadie se interpondrá en mi camino!

Con un movimiento de su mano, Fran invocaba una lluvia de huesos afilados que se estrellaban contra los edificios cercanos, desmoronándolos en cascadas de escombros y polvo. Los gritos de terror y desesperación resonaban en el aire, pero Fran los ignoraba por completo, perdido en su propio frenesí de destrucción y poder.

Mientras la ciudad ardía a su alrededor, Fran se deleitaba en el caos que había desatado. Cada explosión y cada grito de dolor solo servían para alimentar su sed de venganza, y no descansaría hasta que cada rincón de la ciudad fuera consumido por las llamas de su ira.

Fran: (con una sonrisa malévola) ¡Que comience la cacería! ¡Nadie puede detener al Esqueleto Asesino!

Con esas palabras, Fran continuó su marcha implacable por las calles desiertas, su figura oscura y amenazadora recortada contra el horizonte en llamas. La ciudad temblaba bajo su reinado de destrucción, y nadie estaría a salvo mientras el Esqueleto Asesino caminara por sus calles.

Fran avanzaba por las calles con determinación, su figura envuelta en sombras mientras los destellos de los disparos de los SWAT iluminaban la noche. Los policías habían llegado en un intento desesperado por detener al Esqueleto Asesino, pero Fran estaba decidido a no dejarse capturar tan fácilmente.

Fran: (riendo burlonamente) ¡Ja, ja, ja! ¿Es todo lo que tienen?

Los disparos resonaban en el aire mientras Fran esquivaba ágilmente las balas, su agilidad y velocidad sobrenaturales le permitían evitar cada uno de los proyectiles con facilidad. Con movimientos gráciles, Fran se deslizaba entre los edificios, aprovechando las sombras para confundir a sus enemigos.

Los SWAT se veían abrumados por la ferocidad y la habilidad del Esqueleto Asesino, sus armas parecían inútiles contra el poder mágico que poseía Fran. A pesar de sus mejores esfuerzos, no podían hacerle frente al imparable asesino que los enfrentaba.

Policía SWAT: ¡Disparen! ¡No podemos dejarlo escapar!

Los policías SWAT continuaban disparando, pero sus balas parecían rebotar contra una barrera invisible que protegía a Fran. Con un movimiento rápido, Fran invocaba sus gaster blasters y los dirigía hacia los SWAT, enviando a varios de ellos volando por los aires con una explosión de huesos y energía oscura.

Lovedtale: Dust Fran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora