Capitulo 12

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Fran cojeaba por las calles oscuras y desoladas, sosteniendo su herida de bala con una mano mientras maldecía en voz baja al mercenario que le había infligido tal dolor. Cada paso era un recordatorio punzante de la batalla que había librado y de las consecuencias que enfrentaba como resultado.

Fran: (entre dientes) Maldito mercenario... Al menos esta muerto.

Con determinación en su mirada, Fran se dirigió hacia un edificio abandonado en el corazón de la ciudad. Sabía que necesitaba un lugar seguro para recuperarse de sus heridas y planear su próximo movimiento. Una vez dentro, encendió una fogata improvisada en el centro y la fogata envolvía su cuerpo mientras Fran se sentaba junto a ella, buscando algo de alivio para el dolor que lo atormentaba. Con mano temblorosa, sacó un cuchillo de su cinturón y lo sostuvo frente a él, preparándose para realizar una tarea desagradable pero necesaria.

Con un suspiro de resignación, Fran se quitó la camisa y expuso la herida de bala en su costado. La sangre aún fluía libremente, pero Fran estaba decidido a eliminar la bala y detener el sangrado. Con mano firme, colocó el filo del cuchillo contra la piel cercana a la herida y respiró hondo, preparándose para el dolor que estaba por venir.

Con un movimiento rápido y preciso, Fran hundió el cuchillo en su carne, gritando de dolor mientras la hoja cortaba a través de su piel. El dolor era intenso y agudo, pero Fran se obligó a continuar, sabiendo que era la única manera de detener el sangrado y permitir que su cuerpo se recuperara.

Con cuidado, Fran palpitó alrededor de la herida hasta que finalmente encontró la bala incrustada en su carne. Con un gruñido de esfuerzo, agarró la bala con los dedos y la sacó de su cuerpo, sintiendo un alivio instantáneo cuando finalmente salió. La sangre brotaba libremente ahora, pero Fran estaba preparado. Con un trozo de tela rasgada, presionó firmemente sobre la herida, deteniendo el flujo de sangre y permitiendo que la herida comenzara a sanar.

Una vez que la herida estuvo limpiada y vendada, Fran se recostó junto a la fogata, sintiendo la fatiga y el dolor que lo consumían. Pero a pesar de todo, una sensación de determinación ardía dentro de él. Sabía que aún quedaba mucho por hacer y que no descansaría hasta que se hubiera vengado de aquellos que lo habían traicionado.

El sol comenzaba a elevarse en el horizonte, disipando lentamente las sombras de la noche. Fran se levantó con determinación, sintiendo una nueva energía correr por sus venas a medida que se preparaba para enfrentar el día que se extendía ante él. Con paso firme, abandonó el edificio abandonado que había sido su refugio durante la noche y se dispuso a continuar su búsqueda de venganza.

Fran se detuvo frente a una moto cubierta de polvo que había estado aparcada cerca del edificio durante mucho tiempo. Con un rápido vistazo alrededor para asegurarse de que no había nadie observando, Fran se montó en la moto y encendió el motor con un sonido rugiente. La máquina respondió con un gruñido de vida, lista para la acción después de mucho tiempo de inactividad.

Fran: (sonriendo) Perfecto.

Con un giro de muñeca, Fran aceleró por las calles desiertas de la ciudad, dejando atrás el edificio abandonado y dirigiéndose hacia su próximo destino. El viento soplaba en su rostro mientras avanzaba a toda velocidad, sintiendo la adrenalina correr por sus venas con cada giro y cada curva.

A medida que avanzaba, Fran reflexionaba sobre los eventos que lo habían llevado a este punto. Recordaba los días de su infancia, cuando todo parecía tan simple y sin preocupaciones. Pero ahora, todo había cambiado. Se encontraba inmerso en un mundo de violencia y traición, donde la única ley era la ley del más fuerte.

Fran: (pensativo) Todo esto comenzó con una traición... y terminará con mi venganza.

Sus pensamientos se centraron en aquellos que lo habían traicionado: Frisk, Sans y todos los demás que habían conspirado contra él. Sentía una furia ardiente ardiendo dentro de su pecho, alimentando su determinación de hacerlos pagar por lo que le habían hecho.

Lovedtale: Dust Fran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora