;; eight

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No.

Simplemente no. No quería seguir escuchando.

No quería seguir esta conversación. Quería llegar de una vez al condenado restaurante de dudosa higiene y atragantarle una hamburguesa en la boca para que no hable más.

Pero.

—. ¡Claro! cuéntame todo sobre esa persona y... Veré como ayudarte .–

Acepto.
De forma casi involuntaria, era dañino para él, pero acepto igualmente.

Lo más preciado para Miles en estos momentos era la amistad incondicional de ese erizo, lo único que no deseaba perder más que nada ni nadie en este mundo.

Incluso si sus sentimientos no fueran correspondidos, no quería alejarse del erizo.

Amaba a sus amigos, su casa, sus inventos a los que trataba como a sus hijos, su avioneta. Claro que los amaba, pero no más que a Sonic.

El mundo podría irse al carajo, pero si algo le llegaba a suceder al ojiverde, era capaz de aliarse con Eggman y destruir la isla si era necesario.

¿Sería algo preocupante decir que hasta más que a si mismo teniendo en cuenta la personalidad egocéntrica del mayor?

Eso no importaba ahora, le importaba ayudar a su amigo en esta pregunta tan jodidamente repentina que le hizo de un segundo a otro.

¿Quién carajos pide algo haciéndole recordar a la otra persona cuan importante es para él?

Sabía que solo lo dijo para que accediera más fácilmente al recordar los buenos momentos que pasaron juntos, pero sin embargo ni siquiera le interesó.

Era un idiota, pero uno dulce, al menos así lo veía Tails.

Desde que pusieron un pie en el lugar, Sonic no dejo de hablar de una chica. A diferencia de las veces anteriores, está vez se le notaba diferente, más decidido y menos infantil.

El zorro sabía perfectamente de la sexualidad de su amigo, no se preocupaba en ese aspecto de ser correspondido, sin embargo, se resigno a aceptar que había quedado con la etiqueta de "mejor amigo" por el resto de sus días.

Sinceramente, Miles nunca había tomado en serio los supuestos enamoramientos del más alto, puesto que parecía flecharse cada dos por tres de cualquier persona mínimamente atractiva que se le cruze.

Esto apenas duraba una semana, hablaba todo el tiempo de esa persona y luego un día, simplemente perdía interés y jamás lo mencionaba de nuevo.

De hecho aún recuerda ese coqueteó estúpido y algo bipolar que tuvo con ese tigre famosillo que visitó la isla una vez. Supuestamente de odiaban a muerte, pero cuando llegaban a casa, el erizo no paraba de parlotear sobre él.

Y a la semana siguiente, ni siquiera recordaba el apellido del supuesto amor de su vida.

Solo que ahora, era una excepción a la regla, aunque rezaba internamente por que no lo fuera.

No le dijo su nombre ni nada que le diera una idea clara de quién era, solo sabía que era mujer y punto. Aunque era obvio que era alguien relativamente cercana al cobalto. Eso era lo que la hacía diferente de cualquier otro flechazo pasado.

Era alguien que ambos conocían, pero el azul no se digna a decirle su nombre o alguna característica que la destaque, solo sentimientos que provoca en él.

Hablaba de cómo se sentía a su alrededor, como la veía inalcanzable a pesar de ser el mejor partido de toda la villa.

Todo era él, él y él.
Ya se había acostumbrado.

Pero le era frustrante. Ahogar su corazón un momento para escucharlo y tratar de responder de la mejor forma con un consejo adecuado era difícil.
Un nudo en su garganta le dificultaba tragar hasta la saliva.


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Terminó por no comer, se excuso con un dolor de estómago y continuo escuchandolo por alrededor de dos horas.

Dos malditas horas viéndolo sonrojarse por la idea de alguien a quien no podía identificar con un nombre.

No la odiaba, más teniendo en cuenta que probablemente la conocía, pero se sentía sumamente impotente de mostrar su cara más amable ante una situación tan... Injusta.

Luego de terminar la comida, pago la cuenta, al fin y al cabo, el fue quien invito a su mejor amigo.
Después de salir ambos tomaron caminos separados, Sonic tenía que ayudar con algo a Knux, el equidna se había quedado atrapado en la arena de la playa mientras cabava un túnel a China. Otra vez.

Fue una conversación pesada, sentía cansancio apesar de ser apenas las tres de la tarde, había dormido tanto pero se seguía sintiendo como si lo hubiera arrollado un camión.

Pero no había hecho nada trabajoso en el día, ni había tomado sus herramientas en toda la mañana.

Entonces ¿por qué?

¿Por qué se atormentaba pensando qué tenía ella que él no?

𝙎𝙩𝙞𝙡𝙡 𝘿𝙞𝙚 𝙁𝙤𝙧 𝙔𝙤𝙪 ,, ˢᵒⁿᵗᵃⁱˡˢ ᴮᵒᵒᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora