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Tenían razón.

Tal vez solo necesitaba un cambio de aires y compañía para distraer su aturdida mente de estos pensamientos que solo englobaban al erizo azul.

Era realmente divertido ver cómo Sticks peleaba a puño limpio contra las olas mientras estás se defendían arrastrandola mar adentro y haciéndola correr de pánico atrás de sus amigos.

Definitivamente Amy tuvo la mejor idea del mundo al decidir llevar algo para comer durante su caminata.

Aunque más que caminar estuvieron intentando construir un castillo de arena en vano, pues la tejón siempre caía encima mientras huía.

Era cierto que vivir en una isla tropical hacía que ver el impotente océano sea algo usual, pero no perdía su gracia por más que el tiempo pasará.

Se sentía liberado en cierto modo.
Ya era hora de que algo bueno le pasará.

Quizás solo estaba dejándose consumir por esos estúpidos pensamientos que brotaban de su mente con tanta facilidad.

Pero aún dolía, claro, no iba a dejar de doler en un buen tiempo.

Porque aún tenía la esperanza de poder llegar al corazón de su mejor amigo.

Quería creer que Sonic solo estaba jugando una broma pesada al mencionar a esa chica de la cuál no sabía nada.

Que era pasajero como todas las personas que había mencionado antes en su vida.

Un sabor amargo invadió su boca mientras probaba el pie de limón casero a sus labios.

Ya no era fresco, solo agrio.

Sin embargo no dijo nada al respecto, claramente el alimento no tenía la culpa de que su cerebro haya decidido jugarle una mala pasada al pensar de nuevo estupideces.

El día apenas había empezado, decidió no darle importancia y no arruinar la diversión para nadie.

Solo se dejó llevar.


﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀「 🕯️ 」﹀﹀


Una vez comenzó a caer la noche, todos los presentes supieron que era hora de regresar a sus hogares.

Después de un intercambio de palabras bastante animado, cada uno tomo una dirección diferente y emprendió viaje.
Igualmente lo más probable es que se vean al día siguiente por alguna ocurrencia de turno del doctor.

De todas formas, sentía que genuinamente la pasó bien.

Se rió hasta que le dolieran las mejillas.
Jugo hasta que sus extremidades se cansaron.
Corrió hasta que sus rodillas pidieron piedad.

Pero el peso en el pecho no se iba por nada.

Era molesto, tan ajeno y dañino, como veneno abajo de las costillas.
Y cuando sus amigas se perdieron de vista, quedó nuevamente como al comienzo, solo consigo mismo y el dolor constante que le servía de recordatorio de un amor no correspondido. Hasta donde sabía.

Quizás la única forma de sacárselo de encima sería haciéndole saber de frente al cobalto ese amor que no lo dejaba en paz.

Pero estaba asustado.

Se suponía que enamorarse era la mejor sensación que uno podría experimentar. Pero Tails solo quería callar esos sentimientos de una vez.

Y aún así no se sentía capaz de decir dos simples palabras.
Cambiar la relación tan estrecha que tenía con Sonic le causaba pavor.
Lo último que quería ver en su vida eran los hermosos orbes esmeralda del erizo mirándolo con desprecio.

Se la paso todo el camino de esta forma, sin un solo momento de respiro, pensado y pensando una y otra vez en lo último.

Millones de preguntas se le venían a la mente:
¿Sonic lo rechazará? ¿Repentinamente resultará que siente lo mismo que él? ¿Y si ya nunca vuelven a ser los mismos de siempre? ¿Su amor algún día terminará por asfixiarlo?

¿Él será suficiente?

Se sentía ajeno al mundo mientras divagaba en el tema del que había estado evitando toda la tarde.

Y sin darse cuenta, tropezó con sus colas cayendo de narices al suelo.

Sinceramente esto de andar por las nubes lo estaba volviendo más torpe de lo usual.

Maldijo a su falta de atención y equilibrio disponiéndose a pararse y seguir caminando el último tramo hasta su choza.

Pero como si el mundo conspirace en su contra y sin que ni siquiera lo haya escuchado caminar —probablemente por estar tan ensimismado—, la última persona en la faz de la tierra que esperaba que le tendiera la mano, lo hizo justo en ese momento.

No había razón para este encuentro casual. Era ilógico.

—. Wow Buddy, creo que a este paso tendré que ponerte en una bola de hamster para que dejes de tener tantos accidentes .–

¿¡Acaso tenía un rastreador pegado para que siempre lo encontrara!?
O simplemente la isla era demasiado pequeña.

Pero el resultado era igual.
De nuevo a lo mismo.
De nuevo otra excusa.
De nuevo a huir.

« hazte el tonto, hazte el tonto, hazte el tonto » rezo internamente mientras tomaba la mano del mayor y se hacía el desentendido.

—. Gracias, perdón, es que... ¡tengo prisa! .– hablo con su mejor voz de impaciencia, aún sin verlo a la cara.

Sonic parecía querer decirle algo.
Pero fuera lo que fuera, no le dio tiempo a decir algo, voló lo más lejos posible usando sus hábiles colas.

Lo dejo con las palabras en la garganta mientras él se iba con el corazón en la mano.

Aunque sonará inmaduro, de momento escapar de su problema con nombre y apellido sonaba mejor que cualquier cosa.

Huir de Sonic era ahora su nueva necesidad.

𝙎𝙩𝙞𝙡𝙡 𝘿𝙞𝙚 𝙁𝙤𝙧 𝙔𝙤𝙪 ,, ˢᵒⁿᵗᵃⁱˡˢ ᴮᵒᵒᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora