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Cómo ya era costumbre, Sonic se levantó por la mañana a correr.

Solo que hoy hubo un pequeño cambio en su rutina, pues al visitar a su mejor amigo, no lo encontró en casa.

Entro —sin permiso de nadie— y por reviso más que rebuscó no lo encontró.
Entro a todas las habitaciones, incluso reviso el techo rápidamente.

Fue a su taller, estaba a pocos metros de la vivienda, igualmente, sin rastro del zorro de dos colas.
Mereodeo los alrededores, levanto cada piedra y removió cada arbusto a su paso.
Mismo resultado.

Derrotado volvió a la choza del vulpino para darle una repasada más a profundidad.
Puede que Tails haya leído su mente y supo que estaba por venir a visitarlo, así que se escondió en alguna parte.

Sonaba muy lógico.

Usualmente iría a ver al zorro para molestarlo o simplemente matar el tiempo, pero ahora le urgía.

¡Era muy importante!
Al menos así lo consideraba...

Era más que todo una confesión vergonzosa, de esas que no puedes hacer a la ligera sin mentalizarte.

Era una estupidez, durante ya muchas noches esa mentira lo había estado torturando, si no decía la maldita verdad se volvería loco.

Quizás decir que era un "ella" y no un "él" fue pasarse, aunque siempre creyó que el blondo era consciente de su preferencia por los hombre pero quizás una pequeña variación en esta ocasión sería divertido de ver.

De todas formas, desde hace ya considerable tiempo que apenas y se cruzaban desde que le contó eso. Era extraño quedarse a solas con Miles, porque parecía no soportar su presencia más de quince minutos exactos sin salir corriendo con una excusa.

Quizás lo había espantado finalmente, no cualquier mejor amigo soportaría escucharlo venir cada dos por tres con un nuevo interés romántico.

Pero es Tails de quien estamos hablando, el no era cualquiera.

Lo más extraño era que parecía estar en buenos términos con absolutamente todos los demás del equipo, igualmente, Rose le había comentado que lo notó decaído, por eso pensó que era causado por algún proyecto frustrado, así que no insistió más.

Pero el cobalto para sus adentros sabía que puede que tenga algo de responsabilidad en el aislamiento tan repentino del rubio. Solo como una teoría por su puesto.

¿Porqué Tails se sentiría mal de saber que el estaba enamorado de alguien?

Vaciló sus manos entre las cajoneras de la habitación del menor, buscando sepa Chaos que cosa le dé una pista de a donde pudo haberse metido.

Pero nada.
De hecho hasta el hogar se notaba desordenado previa a su llegada.

Usualmente el rubio no dejaría ningún par de calcetines fuera de sitio, sin embargo encontro varios pares de estos en cualquier sitio menos donde deberían estar.

¡Incluso su preciada cocina no estaba impecable como siempre!

Eso era aún más raro que no encontrarlo en su propia casa...
Claro, su casa. Posiblemente este en su taller recluido sin tocar pasto.

Asi que usando su rapidez entro como un rayo hacia el dichoso lugar, sin encontrar nada más que silencio sepulcral.

Sus herramientas estaban en el suelo y Tornado se veía menos lustrado de lo usual. Esto claramente era una mala señal.

Pero... ¿Dónde podría estar?


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El zorro abrió lentamente los ojos como de costumbre, esperaba ser recibido por los primeros rayos del sol y probablemente un dolor de garganta por dormir afuera, sin embrago, despertó en un sofá algo rígido y con la mirada preocupada del doctor Robotnik y sus dos secuaces mecánicos sobre el.

De alguna forma había terminado en la guarida del hombre adulto.
Igualmente, no es como si fuera algo del otro mundo, hace dos semanas vino el mismo para reparar la puerta que su equipo había derribado.

Por Chaos eran enemigos, no animales sin educación.

Pero tampoco entendía como carajos llegó ahí en primer lugar.

—. Eh... ¿Buenos días? .– Tails saludo incómodamente a los presentes.

Silencio incómodo.
Si tuviera un alfiler y se le cayera ahora mismo, probablemente resonaria en toda la habitación.

—. ¿Porqué no estás bien? .– pregunto el del bigote sin andarse con rodeos.

—. ¿Disculpa? .–

—. No sales de tu casa, difícilmente comes y apenas ves a la rata azul para tener nuestra pelea de la semana ¿Qué sucede contigo? .– a pesar de su rostro enojado, la preocupación era obvia.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar como Sonic era mencionado.

¿Tan mal se veía para que literalmente el único villano medianamente competente de la isla lo tenga que secuestrar para preguntarle?

—. Y según los exámenes que te hicimos mientras dormías, tampoco es que estés en perfectas condiciones de salud .– mencionó Cubot sacando una larga lista recién impresa con dichos resultados.

Tails no sabía cómo responder a todas las alegaciones, claramente mentir diciendo que "estaba bien" o "solo un poco cansado" no iba a sacarlo de esa situación en la que el mismo se metió.

—. Mira, se que los he intentado destruir casi diariamente los últimos años de sus vidas, pero si hay algo que necesites soltar, será mejor que lo digas ahora que puedo escucharte .– Ivo habló con franqueza sentándose al lado del vulpino.

Y ahí es cuando se dio cuenta de que hasta quien menos se lo esperaba, se dió cuenta mucho antes de cómo se sentía que la persona que más amaba en ese mundo.

—. ...Cometí un error muy grande .–

—. ¿Cuál? .–

—. Me enamoré de un gran idiota .–

𝙎𝙩𝙞𝙡𝙡 𝘿𝙞𝙚 𝙁𝙤𝙧 𝙔𝙤𝙪 ,, ˢᵒⁿᵗᵃⁱˡˢ ᴮᵒᵒᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora