Volkov se había quedado dormido en su despacho en el CNP, cuando despierta está en el hospital y nada tiene sentido.
Los médicos dicen que ha perdido la memoria pero él no sabe a que se refieren, solo sabe dos cosas, una, ya no es el comisario del C...
Mañana es mi cumpleaños así o me felicitan o mato a Volkov
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Ahora sí, amenaza terminada, continúen con el capítulo
—¿Cómo vais en el norte? —habló Horacio por la radio.
—Hemos interceptado un total de tres furgonetas y arrestado a las personas en su interior —respondió rápidamente Blake.
—10-4. —Estábamos dando vueltas por la ciudad a una velocidad vertiginosa, lo único que se escuchaba en toda la ciudad eran las sirenas de los patrullas, había órdenes claras de que si alguien estaba en la calle sería llevado directamente a comisaría por no obedecer a la alerta.
La situación era muy delicada, habíamos interceptado entre el norte y el sur un total de seis furgonetas pero no sabíamos el número de las que habían en la calle o si seguían saliendo, las tres facciones estaban trabajando sin parar intentando que los daños fueran los menores posibles pero por desgracia ya había habido una explosión de una de las furgonetas cerca de un importante comercio de la ciudad, si no fuera porque estaba cerrado por la alerta varias personas hubieran muerto.
—G, dime que tienes algo. —Volvió a hablar Horacio por la radio del FBI, si nosotros estábamos estresados las personas que estaban en la sede debían estar peor, rastrear a esos tipos no debía ser sencillo.
—Solo un par de minutos más, H... —En la voz de Gastón se notaba que no quería tener que decirle eso a Horacio ya que no eran para nada buenas noticias.
—¡Joder! —exclamó Horacio dando un golpe al salpicadero del coche mientras yo seguía conduciendo—. En cuanto tengas algo dímelo, iremos directamente a por el jefe.
—10-4.
Miré de reojo a Horacio, estaba agobiado, su cresta que siempre estaba perfectamente peinada estaba despeinada, ni siquiera le había dado tiempo de peinarse esa mañana. Sin duda no estaba siendo el día que imaginábamos que sería, quería hablar con él sobre lo que ocurrió por la noche con la calma del desayuno pero ni siquiera habíamos desayunado, ni tampoco lo queríamos, sentía el estómago cerrado por completo, ni siquiera sentía un poco de hambre.
—¡Tenemos otra furgoneta! —habló alguien de la LSPD por la radio, enviando una ubicación, di un volantazo haciendo que el coche diera toda la vuelta derrapando, dejando una marca en la carretera, y conduje rápidamente hasta la zona, Horacio no se molestó por la brusquedad, no había tiempo para esas cosas ni siquiera para mí, que era un defensor de la conducción segura.
Llegamos a la zona de la furgoneta e hicimos lo que habíamos estado haciendo hasta ese momento, persecución y captura de la furgoneta que se daba a la fuga y posterior encierro de las personas en su interior, no se procesaban ya que la situación era demasiado desesperada y necesitábamos a todos los agentes posibles en la carretera.
—¡Tenemos la ubicación! —La voz de Gastón nos asustó al sonar en la radio, estábamos subiéndonos al coche para seguir buscando, durante unos segundos Horacio se quedó quieto, pensando en que hacer o como proceder.
—¡Quiero a todos en la sede, vamos a ir directamente a la base! —ordenó por radio y todos asintieron rápidamente.
Después de dar un par de explicaciones por radio y confiar en que los Sheriffs y la LSPD se encargarían de las furgonetas estábamos en la sede, entramos corriendo para cambiarnos rápidamente y mientras lo hacíamos llegaron Blake y Parker.
—Ropa y armas de operativo —habló Horacio mientras se subía los pantalones del uniforme.
Unos minutos después todos estábamos fuera, en el aparcamiento de la sede, Horacio miró a todos comprobando que estaban vestidos y armados de forma apropiada y asintió.
—Iremos en dos blindados ya que no sabemos que nos encontraremos, máxima precaución, no quiero bajas, ¿queda claro?
—¡Sí, jefe! —respondieron al unísono, yo solo miré y asentí, apretando mi arma.
—¡Gastón, el mapa! —Gastón sacó rápidamente la tablet y se la dio a Horacio, en él se veía toda la isla.
—Han utilizado los túneles debajo de la ciudad como base, es laberíntico así que debemos tener cuidado para no perdernos, Volkov y yo entraremos por esta zona —dijo señalando una de las entradas—, vosotros entraréis por aquí. —La entrada del resto estaba más alejada, al lado contrario, lo que dejaba justo en el medio la base secreta de los payasos—. Los acorralaremos, taponaremos con los coches blindados la salida para que no puedan escapar y atacaremos, nos estarán esperando y no sabemos qué tipo de armamento tienen o si hay bombas, los refuerzos están de camino pero tampoco podemos esperarlos...
Miré a Horacio mientras hablaba, era un plan suicida, había muchas posibilidades de que muriéramos ahí pero aun así estaba serio, hablaba con autoridad y su voz era tan segura que realmente podía creer que iba a salir bien, que entrar en la boca del lobo a atacar a unos payasos que eran conocidos por poner bombas y existiendo la posibilidad de que todo podría saltar por los aires a la mínima de cambio todo saldría bien y que debíamos tener esperanza.
—¿Alguna duda? —Miré al resto, todos estaban serios pero asintieron con la misma seguridad que Horacio.
Pensé en lo que yo acostumbraba, sí, cuando Conway hacía operativos todos los seguíamos pero no sentía que fueran tan convincentes, aquí se veía que todos estaban seguros de las palabras de Horacio, Horacio era claro, no adornaba las palabras, decía la verdad pero a la vez daba la sensación de que estaba listo para darlo todo y el resto estaba listo para seguirlo hasta el final.
—Como alguno se muera le patearé el culo, ¡¿entendido?! —dijo Horacio, serio, hablaba en serio pero sabía que todos podían estar nerviosos o tensos por lo que se venía encima así que esa pequeña broma aligeró un poco el ambiente.
—Estamos seguros de que lo harás —dijo Parker con una sonrisa y Alanna asintió.
—Aquí no se muere nadie jefe, todos saldremos de esta y le daremos a los payasos lo que se merecen —dijo también Blake.
Todos parecían tan seguros, era una locura pero estaban listos para todo, yo miré a Horacio y suspiré.
—Estamos listos, para todo —hablé y es que sí que lo sentía, había algo en Horacio, en mis compañeros, en el FBI en general que me hacía sentir la esperanza de que todo iría bien, de que lo conseguiríamos todos juntos y era una sensación extraña que nunca antes había sentido, confiaba en ellos porque sabía que me pondría delante de una bala por ellos y que ellos harían lo mismo por mí, era confianza, simplemente eso.
En otro orden de noticias os tengo una primicia a los que leéis en wattpad y leéis mis notas y es que..., hoy mismo he terminado de escribir esta historia! Serán un total de 25 capítulo más epílogo así que cada vez queda menos para que conozcáis el final de todo
En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨
