Capítulo 22

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El cuerpo humano es fascinante, podía hacer cosas que no entendías pero que pasaban, que tu mismo hacías. Disparar, esconderse, correr, disparar, mirar a Horacio, disparar, esconderse, avanzar más hasta el centro, darse la vuelta, disparar, esconderse, cambiar el cargador y seguir disparando y avanzando.

Nunca habíamos estado seguros de cuántas personas estaban relacionadas con los payasos, ahora nos dábamos cuenta de que eran demasiadas y que contaban no solo con bombas, también con armamento.

Horacio llegó hacía donde estaba yo escondido dejándose caer rápidamente en sus rodillas para ocultarse.

—¡Esto es enorme, joder! —se quejó Horacio y yo bufé.

—¡Lo sé, hay demasiados!

—Espero que los pollitos estén bien... —Yo lo miré, estábamos en una situación de vida o muerte y él aún se preocupaba por el resto, sonreí, era algo muy característico de él.

—Lo estarán, vamos a seguir. —Intenté sonar lo más convencido posible ya que no teníamos forma de saber si lo estaban haciendo bien o no.

Seguimos avanzando hasta llegar al centro de lo que era la base de operaciones, el silencio era brutal de repente, había varios payasos heridos a nuestro alrededor, algunos incluso ya se habían rendido, caminamos con cuidado, jamás podías saber que era lo que planeaban hacer.

La música del tetris comenzó a sonar, sonaba de forma demasiado fuerte haciendo que nos sobresaltáramos y nos cubrimos los oídos con las manos, era ensordecedor, una especie de tortura, podía sentir como todo el lugar temblaba por el sonido haciendo que incluso algunas piedras del techo cayeran.

Entonces la música paró, de repente volvió el silencio pero yo estaba desorientado, el ruido me había dejado atontado y podía sentir un pitido en mis oídos que no ayudaba para nada a que siguiera con el operativo pero no teníamos muchas más opciones.

—¡Bienvenidos a mi casa! —dijo una voz haciendo que Horacio y yo nos diéramos la vuelta rápidamente, detrás nuestra había un payaso, iba maquillado de forma muy exagerada, era un payaso sacado de una película de terror sin duda—. Habéis disparado a mis compañeros... eso está muy mal... —Una sonrisa se formó en sus labios aunque negó con la cabeza repetidas veces.

Horacio y yo lo estábamos apuntando con nuestras armas pero a él no parecía importarle, ni siquiera le molestaba.

—¡¿Quién cojones eres?! —preguntó Horacio, gritando, posiblemente a él también le costaba un poco escuchar como a mí debido a la música.

—¿Yo? —El payaso se señaló a si mismo y ladeó la cabeza de forma exagerada, entonces volvió a sonreír, esta vez enseñando los dientes—. Yo soy El Salvador de la Verdad. —Fruncí el ceño, era un nombre de mierda—. Aunque vosotros me conocéis como El Jefe de los Payasos.

Lo miré sorprendido, el arma tembló en mi mano, era la persona a la que estábamos buscando, era el causante de todo, el que estaba detrás de cada persona que habíamos interrogado, el que había herido a muchas personas y quien había ideado este plan suicida en el que todos nos estábamos jugando la vida, hasta él.

—¿Cuál es tu objetivo? —preguntó está vez Horacio, ninguno bajó el arma, podíamos escuchar algunos disparos en la lejanía lo que podía significar que Alanna, Parker y Blake estaban llegando a nuestra zona.

—¿Mi objetivo? ¡Qué buena pregunta! —El Salvador de la Verdad dio unas palmadas de alegría, estaba claro que le faltaban un par de tornillos, no era normal su comportamiento o lo que hacía en general—. La ciudad lleva un tiempo muerta, tanta delincuencia, gente problemática, personas que no llegan a fin de mes, pobreza, problemas mentales..., ¿no es triste? ¡Pero no pasa nada! Para eso estamos aquí, para enseñar a todos que no hay que estar triste o deprimido y hay que ver y disfrutar la belleza de lo que tenemos y, sobre todo, la diversión. —No entendía nada, su discurso y lo que hacía no tenían ningún tipo de sentido, si se suponía que lo que buscaban era mejorar la ciudad estaba claro que lo mejor no era explotarla por completo.

—¿Y lo hacíais explotando cosas? —preguntó Horacio y en su voz se notaba que al igual que yo no veía sentido a lo que estaba diciendo.

—¡Por supuesto! Es una causa muy honrada, ¿no creéis?

—Yo creo que estas loco —respondí yo esta vez, por supuesto que alguien que había creado una organización como esta no debía estar en su sano juicio.

—¿Eso crees? Está bien, no me ofendo, como dijo el gran Lewis Carroll en Alicia en el país de las maravillas "Creo que sí, que has perdido la cabeza, estás completamente loco. Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están."

—No creo que se refiriera a criminales que explotan la ciudad con furgonetas llenas de bombas, entrégate, es el final. —Horacio utilizó la voz que usaba para el FBI, firme, autoritaria, mientras seguía apuntando con su arma pero el payaso no reaccionó, solo suspiró y negó con la cabeza.

—¿No lo sabéis? El show debe continuar, The show must go on. —Y sin más apretó algo en su mano, ni Horacio ni yo nos habíamos dado cuenta de que en todo momento tenía algo en la mano, era demasiado pequeño como para verlo desde la distancia a la que estábamos y además estábamos demasiado centrados y a la vez desubicados por el operativo y la música.

Pasó algo que pensé que solo ocurría en las películas, una alarma comenzó a sonar haciendo que nos pusiéramos alerta, luces rojas llenaron todo a nuestro alrededor, eso solo podía significar algo malo.

—¿¡Qué coño has hecho!? —Preguntó Horacio y el payaso solo se encogió de hombros.

—Pulsar un botón de una cuenta atrás, esto está lleno de explosivos así que..., ¡vamos a morir todos! ¿No es genial? —Realmente sonaba feliz mientras lo decía, como si fuera algo de lo que estar orgulloso, estábamos bajo tierra, no solo era peligroso por las explosiones, la parte de arriba se desprendería y la carretera que había sobre nosotros caería, o nos mataban las explosiones o lo hacían todo lo que nos sepultaría.

Miré a Horacio y él me miró a mí, no hizo falta hablar, solo con mirarnos ambos salimos corriendo, era mejor ir por la zona donde iban a entrar Alanna, Parker y Blake, era más alejada pero eso también jugaba a nuestro favor ya que seguramente la entrada por la que habíamos entrado también se derrumbaría y nos sepultaría.


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La cuenta atrás comienza... quedan solo 3 caps y la situación pinta jodida..., lo conseguirán? No lo sabemos, bueno, yo sí, pero vosotros no lo sabréis hasta que lo suba.

En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨

Back to wait... you? ~Volkacio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora