- 𝟑. 𝐬é𝐩𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨

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CAPÍTULO 3

SÉPTIMO CURSO


El curso dio comienzo con una noticia que recorría las calles de todo Reino Unido para ese entonces: había unos nuevos enemigos y, con ellos, una nueva profecía.

Nadie sabía, sin embargo, que James Potter y Esmeralda Malfoy eran los protagonistas, los predestinados de los que todos hablaban. Lo habían elegido así. Solo los padres y los susodichos sabrían aquello hasta que fuera inevitable contárselo al mundo, ni siquiera Scorpius o los hermanos del azabache conocían lo ocurrido en el evento.

Esmeralda no batallaba por guardar el secreto, sino por creer que fuese cierto. Se sentía una impostora en el puesto de la verdadera persona que pudiera salvar al mundo mágico de los Oscuros, como habían sido apodados por los periódicos.

Ella no podía ser la predestinada. Solo era una cría con complejo de princesa y problemas de control. No podía hacerlo. No era la que el mundo necesitaba.

Incluso veía a James más capacitado. Con quien, por cierto, no había vuelto a ver desde entonces. Entrando en el Gran Comedor por primera vez en ese curso, lo vio.

Se hallaba sentado junto a su —único— amigo, Lorcan Nott. Parecía estar conversando con este algo que le desagradaba, pues tenía una mueca de asco en el rostro y ondeaba las manos al discutir. Tenía las mangas remangadas y la corbata holgada, dejando ver su matiz de desinterés.

Se encontraba en la misma mesa que ella, por supuesto. Ambos eran bastante conocidos en el colegio, y no solo por sus familias. La principal diferencia entre ambos era que, mientras que la gente adoraba hablar con Esmeralda para aprovecharse de su popularidad incluso si esta les miraba mal; nadie se atrevía a acercarse demasiado a James.

Su hermano Scorpius le dio un codazo nada disimulado para que dejase de mirar.

—Deja la obsesión —saltó el rubio—. No demuestra elegancia.

Todo el mundo sabía que Potter había sido su primer crush.

Incluso él, que había tenido que soportarla mirarle de arriba abajo cada vez que entraba en una habitación todos los años hasta que creció un poco y aprendió que eso la dejaba por desesperada. Ahora, lo hacía más disimuladamente, a pesar de que ya no era secreto para nadie.

McGonagall se levantó a dar el típico discurso de bienvenida, mientras que Esmeralda se inclinaba para iniciar una conversación que la sacara del aburrimiento.

—¿Qué tal el verano, Zabini?

Haylee Zabini, una de las pocas que consideraba cercana y, además, su compañera de dormitorio, le sonrió.

—Mi madre ha estado como loca eligiendo vestido para la graduación —contó ella, hablando al igual que si todos supieran lo determinada que era la mujer—, pero me lo he pasado bastante bien.

—No me recuerdes lo del vestido —dijo, dejándose caer sobre la mesa—. Todavía no he encontrado ninguno.

Al escucharlas, una tercera voz se unió a la charla.

—Os queda todo un año para la graduación —intervino Matthew Goyle, sin creerse que pudieran estar agobiadas con el tema.

ᴅᴇꜱᴄᴜʙʀɪᴇɴᴅᴏ ᴇʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ (Saga Tiempo #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora