ᴅᴇꜱᴄᴜʙʀɪᴇɴᴅᴏ ᴇʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ (Saga Tiempo #2)

- 𝟒. 𝐥𝐮𝐜𝐲 𝐰𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲

CAPÍTULO 4

LUCY WEASLEY

Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras y Adivinación eran sus mejores asignaturas aquel curso. Había pocas cosas que amase más que compartir tiempo con su mejor amiga; aquellas clases eran con Ravenclaw.

Dominique ya la estaba esperando sentada, reservándole un sitio a su lado. Le sonrió al verla llegar.

—Estoy deseando ver cómo imparte clases la nueva profesora —saltó Domi, muy emocionada. Casi podía verla saltando sobre su silla. Ella era así: llevaba al extremo toda emoción, mala o buena.

Miró a su alrededor. La gente de todos los años, observó, sin haber esperado otra cosa. Hacía tiempo que había dejado de esperar algún cambio ajeno.

Haylee y Matt estaban sentados juntos en primera fila, enfrascados en una charla que estaba a punto de pasar la frontera a una discusión. Ni siquiera advirtieron en la mirada de Esmeralda sobre ellos.

—¿Quién es? —preguntó, mientras se sentaba, sin importarle demasiado, pero sin querer dañar la ilusión de su amiga.

Dominique la miró con la boca abierta.

—¿Estás de broma? —exclamó—. Lo han anunciado más de veinte veces desde la bienvenida.

—No presté demasiada atención.

Por culpa del primo de cabello azabache y expresión seria, mas no pensaba decirle eso.

Como si pudiera sentir que pensaba sobre él, James entró en la clase, acompañado del terrorífico Lorcan Nott. A veces se preguntaba si James había cambiado tanto con respecto al trato con su familia debido a su frecuente compañía. Y sabía que no era la única que lo pensaba; tanto Dominique como Albus lo habían dejado escapar con algunos comentarios.

Lysander Nott, el gemelo de la persona más fría de todo el castillo, se hallaba sentado junto a algunos amigos y saludó a su hermano al entrar. Ante ello, Lorcan inclinó la cabeza, pero no le respondió la sonrisa. No le había visto sonreír jamás; no de manera genuina, al menos.

Si alguna vez aquellos gemelos habían tenido alguna relación más que los saludos incómodos que se solían dar, Esmeralda no lo sabía.

Dominique, que no los toleraba, intentó ignorar la llegada de ambos. Aunque, para mala suerte de ambas, tomaron asiento en la última fila, justo detrás de ellas.

Esmeralda sentía su nuca arder.

—Lucy.

Pestañeó, confusa.

—¿Qué?

—Lucy. —La pelirroja enseñó los dientes en una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Mi prima Lucy es la nueva profesora!

Conocía a la mujer, a pesar de nunca haber hablado con ella. Era hija de Percy y Audrey Weasley, hermana pequeña de Molly, quien estaba muy ocupada viajando por todo el mundo y enviaba postales cada vez que pisaba un nuevo país. Al contrario que ella, Lucy, según Dom, era más calmada y le gustaba mucho más pasar tiempo en familia.

—No te lo conté este verano porque tampoco lo sabía —continuó ella—. Ha sido una sorpresa.

Esmeralda le sonrió.

—Es genial, Dom.

Al menos, ese año no estaría el profesor Sage, quien el curso pasado había estado más tiempo intentando coquetear con sus estudiantes que enseñando.