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Narrador Omnisciente.
Pasaron un par de días, y los chicos salieron a explorar la ciudad mientras esperaban ansiosos el estreno de la película en la aplicación Netflix, donde la mayoría de ellos había participado.
Hubo una persona que se notaba diferente; su mirada parecía perdida la mayor parte del tiempo, y se distanciaba del grupo en repetidas ocasiones. Todos lo notaron, pero nadie quería preguntar para no hacer sentir incómoda a Sonia. Aunque en el fondo, Enzo quería saberlo todo; lo único que buscaba era ayudar.
—Enzo, ¿quieres ir a la plaza? — preguntó Matías, entrando a la habitación donde se alojaba el mayor.
—¿Sonia vendrá? — indagó Enzo, interesado.
—No te había visto tan interesado por alguien, bueno, dejando a Aitana de lado — Matías mencionó, tocando un tema delicado.
—Mejor vamos — respondió Enzo, evitando profundizar en el tema.
Ambos caminaron hacia la sala, donde ya estaban reunidos todos los demás, incluida la castaña por la que Enzo había preguntado.
Una vez todos juntos, salieron del departamento para bajar en el elevador, un momento divertido ya que estaban todos apretujados debido al gran número de personas.
Cabe mencionar que también habían llegado más chicos: Rocco, Santi, Valentino y Kuku. Algunos de ellos tuvieron que dormir en los sofás, ya que no había habitaciones disponibles.
Aunque consideraron la opción de utilizar las camionetas que tenían los chicos, decidieron que lo mejor sería ir a pie para evitar la incomodidad de ir en vehículos.
Mientras caminaban, todos estaban ocupados en sus propias conversaciones y empujando a la persona que tenían al lado, excepto Silva, quien iba rezagada, perdida en sus pensamientos. Cuando Enzo lo notó, decidió acercarse a ella.
—¿En qué estás pensando tanto? —preguntó al llegar a su lado.
—Que la vida es como una bomba de tiempo, que va marcando los segundos hasta que en algún momento deja de sonar —respondió ella mientras lo miraba, finalmente tomando el tiempo de conectar con él.
—¿Te gusta la lectura, entonces? ¿O soy afortunado de hablar con una gran escritora o poeta? —aunque sonaba a broma, Enzo lo decía en serio, el tema que había planteado Sonia era profundo, y le sorprendía que alguien lo considerara sin razón aparente.
—Me gusta leer, y de vez en cuando me pongo a escribir —confesó, sintiendo por primera vez que alguien realmente quería conocerla.
—¿Dónde puedo encontrar tus libros? —preguntó, interesado.
—En Wattpad.
—Dicen que esa aplicación es mala, al menos eso me dijo Caruso —comentó Enzo, tratando de mantener el tono ligero.
