Narrador Omnisciente.
Los tres chicos se encontraban en la sala del hospital esperando noticias sobre la salud de su amiga. Cada uno demostraba su desesperación de diferente manera. Matías se mordía las uñas, recargado en una de las paredes. Enzo movía sus piernas inquietamente, sentado en una de las sillas con la mirada fija en el suelo. Mateo se movía de un lugar a otro, y a cada doctor o enfermero que veía pasar, les preguntaba sobre la salud de Sonia.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, un médico salió de la sala de operaciones y se dirigió hacia ellos.
—Familia de Sonia Silva —anunció el doctor, captando de inmediato la atención de los tres chicos. Se acercaron rápidamente, sus corazones latiendo con fuerza.
—¿Cómo está? —preguntó Enzo, su voz llena de preocupación.
—¿Saben si ella padece de alguna enfermedad? —cuestionó el médico, provocando que por la mente de Mateo pasara lo peor.
—No, ella es la chica más sana que conozco. ¿Por qué la pregunta? —respondió y preguntó Matías, visiblemente confundido.
—Doctor, ¿puedo hablar con usted? —pidió Mateo. Ambos se alejaron del grupo hasta que estuvieron a una distancia considerada. El español volvió a hablar—. Ella tiene una enfermedad, para ser más exactos, es un tumor cerebral.
—¿Se encuentra tomando algún tratamiento? —cuestionó el doctor.
—No, pero hoy su médico me dijo que consiguió a alguien que puede operarla. Pensaba decírselo antes de que se desmayara —respondió Mateo, con una mezcla de urgencia y preocupación en su voz.
El doctor asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.
—Es crucial que tomemos esto en cuenta para su tratamiento postoperatorio. Necesitaremos coordinar con su médico para asegurarnos de que recibe la mejor atención posible. ¿Puedo tener los datos del médico que mencionas?
Mateo asintió rápidamente, sacando su teléfono para buscar la información de contacto.
—Claro, aquí está. Su nombre es Esteban Morales. Es argentino y el mejor especialista que hemos encontrado. Pero por favor, no les diga nada a mis amigos. No saben nada sobre su enfermedad y preferiría que ella se los dijera cuando esté lista.
El doctor asintió, mostrando comprensión.
—Entiendo. Mantendré la confidencialidad. Gracias por la información. Haremos todo lo posible para coordinar con él y asegurarnos de que Sonia reciba la atención que necesita.
Ambos regresaron al grupo. Matías y Enzo miraron a Mateo con preocupación, esperando una explicación.
—El doctor dice que es probable que tenga anemia. Después tendrá que hacerse estudios para verificar la sospecha, pero ya podemos pasar a verla a su habitación —explicó Mateo.
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𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 // 𝑬𝑵𝒁𝑶 𝑽𝑶𝑮𝑹𝑰𝑵𝑪𝑰𝑪
FanfictionA @vogrincicenzo le gustó tu publicación. @vogrincicenzo comenzó a seguirte.