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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente.

Ahi estaban ellos, de camino al lugar donde Sonia creció, donde lloró, sonrió, y donde piensa morir.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó Enzo, poniendo su mano sobre la suya.

—Enzo, ¿crees que exista una segunda vida? —cuestionó la castaña, mirándolo de reojo, ya que mayormente su mirada estaba sobre la carretera.

—Nunca lo había pensado, pero espero que sea así. ¿Por qué? —de alguna manera, al uruguayo le empezaba a preocupar la salud mental de su pareja. Para él, no era normal que siempre estuviera pensando en la muerte o cosas similares.

—Si en esta vida no acabamos juntos, por alguna cosa del destino, quiero que sepas que te buscaré en la siguiente vida, si es que existe —soltó Sonia, intentando sonar tranquila, pero cada día que pasaba, su miedo incrementaba.

La confesión de Sonia pesaba en el aire, llenando el interior del automóvil con una sensación de pesar y ansiedad. Enzo sintió cómo el peso de sus palabras se asentaba en su pecho, dejándolo sin palabras por un momento.

Enzo sintió un nudo en el estómago al escucharla, preocupado por la oscuridad que parecía acechar en los pensamientos de Sonia.

—No tendrás que hacerlo, porque te aseguro que esta será nuestra vida. Estaremos juntos hasta el final —recalcó Enzo, ocasionando que la chica se sintiera mal, porque no podrá ser así, porque el final de ella le está susurrando en la nuca.

La confesión de Sonia pesaba en el aire, llenando el interior del automóvil con una sensación de pesar y ansiedad. Enzo sintió cómo el peso de sus palabras se asentaba en su pecho, dejándolo sin palabras por un momento.

—Sonia, ¿por qué piensas así? ¿Qué está pasando por tu mente? —preguntó Enzo, su voz llena de preocupación mientras miraba a su pareja con ojos llenos de comprensión y afecto.Sonia se mordió el labio, luchando contra las lágrimas que amenazaban con emerger. Sabía que no podía ocultar sus sentimientos por mucho más tiempo, no frente a Enzo, quien la conocía mejor que nadie.

—No lo sé, Enzo. Es solo que... últimamente he estado sintiendo un peso en mi pecho, como si algo estuviera a punto de cambiar en nuestras vidas. Y no puedo evitar pensar en lo incierto del futuro, en lo frágil que puede ser la vida —confesó, su voz temblorosa con la emoción reprimida.Enzo apretó suavemente la mano de Sonia, tratando de transmitirle su apoyo y seguridad.

—Entiendo que te sientas así, pero quiero que sepas que estamos juntos en esto. Sea lo que sea que enfrentemos, lo haremos juntos. Y estoy seguro de que superaremos cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino —afirmó, tratando de infundirle esperanza y fortaleza a su pareja.

—A veces hay obstáculos que, aunque queramos, no se pueden superar — volvió a comentar Sonia. 

El silencio se instaló en el automóvil mientras Enzo absorbía las palabras de la chica. Podía sentir la intensidad de sus emociones, la fragilidad de sus pensamientos. Se esforzó por encontrar las palabras adecuadas para calmar su angustia, para asegurarle que juntos podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 // 𝑬𝑵𝒁𝑶 𝑽𝑶𝑮𝑹𝑰𝑵𝑪𝑰𝑪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora