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AMANDA.

Giré el rostro para confirmar lo que ya sopechaba. El maldito imbécil venía en mi dirección, pero yo no estaba dispuesta a verle su cara de idiota.

Si le caigo tan mal, entonces que se pudra.

— ¿Lo conoces? — preguntó el chico frente a mi.

Incluso hablaba bonito.

En un día cualquiera me hubiera quedado con él, pero hoy no es un día normal ya que no tenía ganas de respirar el mismo aire que el idiota de Derek.

Así que apreté mi móvil y esquivé al chico de ojos verdes para caminar lejos del energúmeno de ojos grises. Derek seguía llamándome, pero yo sólo seguía caminando sin siquiera ver hacia atrás.

Pero claro, la suerte nunca está de mi lado.

Una avalancha de estudiantes se aglomeró en el pasillo caminando como si fueran una manada de emú a punto de cruzar el río. Busqué algún espacio para poder pasar, pero no había nada. Incluso estoy segura de que los estudiantes que estaban en el medio estaban sufriendo una claustrofobia horrible. Sentí que alguien me tocó el hombro y sabía que era él.

No tuve otra opción que darle la cara.

— ¿Qué quieres?

— Cálmate mujer, hoy tampoco intento secuestrarte — su rostro adquiere una expresión de burla.

— Vete al infierno — me giro para intentar largarme, pero al montón de cavernícolas aún sigue en el pasillo.

Quisiera ser Spiderman para poder caminar por la pared e irme lejos de Derek.

— No gracias, en ese lugar hace mucho calor y no soy fan del calor.

Miro al cielo buscando paciencia, tomó aire y le doy la cara de nuevo al maldito bastardo.

— ¿Qué es lo que quieres?

Estira el brazo mostrándome algo.

— Es una pase libre para que puedas abastecerte con todo lo que necesites de la farmacia mientras sigues lastimada — me lo entrega y se da la vuelta.

— ¿Es todo?

— Si — me mira por encima del hombro — no tengo nada más que decirte.

La enorme ira que estaba sintiendo era indescriptible. Y todo eso me hizo explotar.

— ¿Acaso es tan difícil para ti mostrarme un poco de empatía? ¿O acaso no soy digna de recibirla? Porque desde el momento uno no has echo ni siquiera el intento de tratarme bien, sólo me insultas y me tratas como si fuera la peor persona que se cruzó en tu camino — se da la vuelta dándome la cara — también soy humana, tengo sentimientos así como los tiene la chica con la que estuviste conversando amablemente — tomo aire — ¿Tanto me odias para no tratarme bien?

No sé que esperaba diciéndole todo eso. ¿Qué de la nada me dijera que se disculpaba y nos haríamos amigos inseparables?

Que estúpida eres Amanda.

— ¿Estás celosa de que sea amable con otra chica?

— ¿Qué? No

— Pues es lo que parece.

Que alguien lo mate por favor.

— Vete a la mierda.

Gracias al cielo la manada de cavernícolas ya se había dicipado, porque pude irme lo más rápido que pude.

Camine por todo el pasillo hasta que salí al campus de la universidad. Ese maldito idiota, lo único que quiero es estrangularlo y partearle las pelotas por imbécil.

Mirada Gris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora