AMANDA.
La mirada de Álex era demandante, estaba muy enojado. Se notaba en su cuello y en como apretaba y aflojaba la mano izquierda para calmarse.
Siempre hacía eso cuando estaba molesto.
Su mirada se detuvo en mi brazo inmovilizado y en sus ojos se vió la confusión. Sus facciones se endurecieron mucho más, incluso pude ver como una pequeña vena le brotaba del cuello.
— ¿Qué te pasó en el brazo? — preguntó lento y con calma fingida.
Muy diferente a la furia que detona de su cuerpo.
— Me resbalé en el baño — mentí intentando verme muy creíble.
Pero claro, estamos hablando de Álex y él no se deja engañar fácilmente.
— No me mientas Amanda — suspira buscando la calma — tu y yo sabemos que eso no es verdad, y por juzgar la cara de miedo que tiene la mentirosa de Emily eso pasó en el lugar donde estuviste anoche — mira mal a mi amiga — ¿O me equivoco?
Bueno, tendré que tomar una decisión. Miré a la castaña, suspiré y volví a mirar al pelirrojo.
— Tuve una cita — solté sin más.
La cara de Álex se desfiguró, incluso podría decir que su mente hizo algún tipo de cortocircuito.
— ¿Qué? — me veía con lo ojos bien abiertos.
— Salí con un chico, Álex.
Emily me miraba como si hubiera perdido la cabeza y Álex parecía petrificado.
— ¿Quién es? — pregunta el pelirrojo aún consternado.
Decirle el nombre del chico no está en mis planes, tampoco estoy tan loca.
— Es alguien sin importancia.
— ¿Lo conozco? — me mira esperando la respuesta.
— Álex, no es necesario...
— Si es, ¿Lo conozco?
Abrí la boca para hablar, pero un grito nos interrumpió.
— ¡Álex!
Alana estaba a la distancia llamando al pelirrojo.
— ¡Tenemos que entrar a clases! — le vuelve a gritar señalando el lugar en donde se encuentra su área.
Álex suspiro con evidente fastidio y se acercó a mí.
— Cuando salgamos terminamos esta conversación — me toma la cara con ambas manos y deposita un tierno beso en mi frente — y espero que ese chico no sea el culpable de que te lastimaras.
Me suelta y se va a donde está Alana.
— Estás loca Amanda, muy loca — dice Emily mirando a Álex mientras se aleja.
— Es mejor que lo supiera por mí, a que se lo diga otra persona — me encojo de hombros.
— Ajá, pero ¿Qué pasará cuando descubra quién es el chico que salió contigo? O peor aún ¿Qué se enteré que por culpa de su guardaespaldas tienes un hombro vuelto mierda? Dios mío, ya me ví visitandolo en prisión — la paranoia de Emily se estaba disparando de forma extrema.
— Nada va a pasar porque Álex nunca se enterará de nada, ahora vámonos a clases — zanjo el tema yéndome a clases.
En el camino hacia mi área recordé la indiferencia de Derek, parece que no le importa que por su culpa estoy como estoy.
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Mirada Gris
Teen FictionOjos. Se dice que los ojos son la ventana del alma, y que un vistazo a ellos te hará saber la historia detrás de cada persona. Pero existen personas enigmáticas que no son tan fáciles de leer, que no te dejan ver su historia y que sin darte cuenta t...