- Tu hermano murió, hija cuánto lo siento - ella estaba con la voz ronca, - el doctor pensó que todo estaría bien, pero no fue así el golpe fue muy fuerte.
- ¡DE QUE ESTAS HABLANDO, ¡ESTABA BIEN CUANDO ME FUI, ME ESTAS MINTIENDO!!!! - Corté rápidamente y Nat me estaba mirando un poco confundido.
- Aby que paso? ¿Está todo bien? - Me miraba sin quitar esa fastidiosa mirada, ahora me molestaba todo.
No le dije nada, y salí de mi casa en dirección al Hospital, la vi a ella, mi madre, llorando desconsolada, la parte no quería abrazos, ¡quería verlo a él! ¡Dios quería abrazarlo! Tomar su mano.
Entré, no escuche a nadie a mi alrededor y ahí estaba, pálido, con los ojos cerrados, la persona más importante en mi vida, la que persona que importó más que nadie, ahí estaba ... sin vida.
Caminé lentamente hacia él, me senté, mientras mis lagrimas salían sin cesar. Tomé su mano, la acaricié.
- Por favor, ¡dime que esto no es cierto! ¡DESPIERTA!! ¡QUE ESPERAS!!- lloraba como nunca.
- Señorita, no grite, le voy a pedir que se retiré - No la miré seguía allí sentada.
- Sé que fui una idiota, debí ser más juiciosa, perdóname hermano por favor, haré todo lo que pidas, ¡vuelve!!! - Ya no quería seguir viviendo.
La enfermera me saco de ahí lentamente, pero mis ojos estaban directos en mi hermano, el parecía tan sereno como si la muerte fuera su mejor amiga. Tal vez yo quería lo mismo, de esa manera podría vivir en paz.
Mi mamá me veía, pero su mente estaba en otro lado.
Pero finalmente reaccionó.
-Yo tengo que hacer algunos papeleos, tu ve a casa en unos 20 minutos estoy allá - me abrazó - realmente hija no tengo palabras para esto, y sé que como su hermana te debe doler mucho, pero yo soy su madre y aunque te esté hablando mi corazón está hecho pedazos.
Yo escuchaba cada palabra, mientras que mis lagrimas caían, eran saladas, amargas, llenas de dolor, a eso sabían.
Mi ma me dejó de abrazar y me dio un beso e hice lo mismo. Ahora solo tenía que seguir con mi vida.
Dejando el dolor de lado me acorde que deje a Nat en ni casa. Y él me iba a decir algo, ¡pero no! No quería escuchar nada ahora.
(...)
Cuando llegué a casa él no se había ido.
- Abby, lo siento mucho de verdad - se acercó a mí y me abrazo, se le veía preocupación - Yo sé que no es momento, pero necesito decirte algo.
-Enserio Nat no es un buen momento para oír a las personas y si no entiendes necesito que te retires, por favor - me dirigí a mi habitación.
- Eras una apuesta con George! - dijo antes de que yo continuara.
- Que? - me detuve en medio pasillo.
- Que eras una ...
-CLARAMENTE OÍ ESO - realmente eso es una mierda - fui una apuesta!- Si, pero realmente me enamoré de t....- le di una cachetada - Abby por favor perdóname.
- Lo conseguiste, ahora lárgate de mi casa y no me vuelvas a dirigir la palabra. - Ahora realmente estaba llena de odio, tenía ese deseo de matarlo, fue la gota que derramó el vaso.
- ¡Estas cometiendo un error, si! Estaba fingiendo, la verdad solo quería acostarme contigo, pero bueno pensé que si te decía lo de la apuesta te sentirías débil y te podría "consolar" creo que lo pensé mal, pero bueno, hay muchas chicas buenas en el colegio, no me moriré.
No sé lo que me paso, pero algo explotó en mí realmente venían ideas a mi cabeza y no exactamente hermosas. Lo tenía enfrente de mí así que una patada fue suficiente para dejarlo fuera de mi casa.
- Eres una perra! QUE MALDITA SUERTE QUE TIENE TU ESTUPIDO HERMANO, MORIR PARA NO TENER QUE OIRTE - y cerró los ojos mientras lo decía, estaba titubeando, como si fuera una actuación no aprendida, pero no me importó.
Porque algo en mi, es decir, todo en mi murió...
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Minutos De Silencio
Teen FictionQuisiera romper este nudo que oprime mi garganta .. Quisiera dejar caer lágrimas saladas. Quisiera que ahora estés conmigo. Quisiera que no te hubieras ido. Cada minuto de silencio ,me esta matando lentamente. Esta es la historia de Abby que se ver...