El Amor Se Escribe Con Sangre [Kol Mikaelson & Tu] -En Pausa-

CAPITULO 4

Cuando desperté ya había oscurecido, y yo estaba ahora bajo unas ruinas muy antiguas, aun en el oscuro y frío bosque. Mire mi pierna, no tenía nada, ningún corte, solo sangre seca. Mi boca tenia sangre fresca en cambio. La limpie con mis dedos, y luego mire la sangre que tenía en mis manos, mis manos temblaban. El líquido rojo me llamaba la atención más que nunca, sentía el olor de aquel líquido muy fuerte. Lleve mis dedos a mi boca y los limpie con mi lengua. Tenía un sabor exquisito, sentí las ganas de beber más.

Pero, dios!. Que me sucedía, me levante del suelo, y fui en dirección a la humilde morada de Mike, al verlo lleno de sangre y rodeado de personas, sentí un cosquilleo en mis dientes, y una sed insaciable.

No puedo creerlo, ¿Qué me sucedió?... No me acerque más, no podía. Corrí hacia el bosque y estuve en el medio de este en tan solo segundos. Me senté en un tronco y tape mis oídos, podía oír voces "Esta muerto, tiene varias heridas alrededor de su cuerpo" "Fueron vampiros, no animales, esos monstruos lo atacaron" decían. ¿Qué me pasaba, por que escuchaba voces, que se encontraban a metros y que eran imposibles de escuchar? Tape mis orejas y cerré mis ojos.

Una brisa, hizo que los abriera y sintiera miedo. Vi solo unos zapatos oscuros, fui levantando mi vista y lo vi.

-Tranquila, estarás bien- El familiar acento inglés.

¿Qué era lo único que sabía decir?

-¿Quién eres?- Me asuste.

-Me llamo Kol, Kol Mikaelson- Tomo mi mano y la besó sin quitar sus ojos de los míos.

Fin Flash-Back.

13 de Febrero /ACTUALIDAD/

Mal.dito sea quien asesino a Mike.

No puedo conciliar el sueño, me han venido imágenes donde recuerdo la vez en que me convertí en una vampiresa. Desearía jamás haber pensado en que cuando me pasen las cosas, será allí cuando las crea.

Jamás pensé que en verdad existieran, y debió pasarme a mí, para creerlas. Ahora vivía en Florencia, pero pronto me iría junto a mi nueva amiga humana, Elena, a Mystic Falls, ella vivía allí, incluso tenía hasta un novio llamado Stefan, creo. Estuve averiguando del lugar, y es allí donde nací, le habían cambiado el nombre, ya que el antiguo era muy difícil de pronunciar.

Es allí donde quiero averiguar, quien fue el desgraciado que me hizo un monstruo. Elena no sabía mi verdadera historia, una vez le pregunte qué opinaba sobre aquellas historias antiguas donde los Vampiros atacaban a los campesinos hasta dejarlos sin una gota de sangre, y pues ella, la verdad reía y decía que solo eran cuentos para hacer dormir a los niños. Ojala lo hubieran sido.

Victoria cerró su pequeño libro, y lo dejo en su maleta, ese sería el día donde partiría a Mystic Falls, a averiguar su pasado.

Elena pasaría por ella en unos minutos. Llegaron al aeropuerto y emprendieron vuelo hacia el pequeño pueblo.

Flash Back

Luego de haber conocido a aquel hombre misterioso. Éste me jalo hacia unas ruinas, una antigua casa abandonada. Otra vez comencé a sentir aquel fuerte olor a sangre, cerré mis ojos y sentí un cosquilleo en mis colmillos. Abrí mi boca y toque mis dientes, Kol estaba a mi lado.

-¿Qué me sucede?- Decía rompiendo en llantos.

Kol tomo mi rostro, y miro mis dientes.

-Tranquila, necesitas alimentarte-

Dicho esto, entro una muchacha a la casa, de unos 20 años, con unos ojos desorbitados, parecía estar hipnotizada. Kol la tomo del cuello y clavo sus dientes en ellos, lo mire horrorizada, pero luego sentí aquel exquisito aroma. Mis dientes comenzaron a escocer aún más fuerte, cerré mis ojos y Kol me acerco a la muchacha.

-Bebe- Me ofreció el brazo de la muchacha.

-¿Su sangre?, No... eso es imposible- Decía sin quitar mi vista de aquellas gotas que caían de su muñeca.

Mi instinto asesino salió a flote, y mordí la muñeca de la joven, sin decir más nada. Succione el líquido de prisa, como si alguien me lo fuera a quitar. Cerré mis ojos y clave mis uñas en la piel caucásica de la muchacha. El cosquilleo de mis colmillos se aliviaba, era ahora placentero.

De pronto la muchacha comenzó a caer al suelo, yo la seguí apretando, quería beber hasta la última gota de su sangre, pero Kol me detuvo, a lo que le gruñí enojada.

-Suficiente, o si no la mataras- Decía con toda la calma del mundo.

-Necesito más- Dije agitada.

-No, debes controlarte, Victoria- Me miro a los ojos.

-¿Cómo sabes mi nombre?- Pregunte asustada.

-Te conozco, linda- Me tomo del cuello -Y tú también me conoces- Paso su índice por mi cuello probándome una leve cosquilla.