1. GOLDEN BOY | Jude Bellingham

Capítulo | 17

- Tengan sus pases. – Abby nos entrega unas tarjetas. - En la entrada les darán indicaciones sobre en qué sitio sentarse.

- De acuerdo, muchas gracias. – Responde Jude.

- ¿No nos acompañarán a la entrada? – Pregunto aterrada por escuchar un 'no'.

- No. – Dice Damián. – No hay cámaras afuera, entren tranquilamente.

Nos bajamos del auto y caminamos a la entrada, escaneamos nuestros pases y pasamos el filtro de seguridad.

- Abby dice que dejaron un vestido para que te cambies. – Pronuncia Jude.

Asiento con la cabeza y continuamos caminando.

- Señorita Ariana. – Dice una mujer, a lo que Jude y yo detenemos nuestro paso. - La conduciré a un vestidor para que se cambie. – Observo la bolsa de tela que sujeta en su mano.

- Claro, muchas gracias. – Le respondo.

- Ve, aquí te espero. – Dice el jugador.

Me retiro el vestido que traigo puesto, en su lugar me pongo un vestido satinado color azul grisáceo que han escogido para mí. No me retiro la joyería ya que combina con el vestido y sólo me limito a mirarme en el espejo.

Debe ser una maldita broma.

El vestido tiene el mismo estampado que la ropa de Jude, excepto porque las flores son más pequeñas y poco vistosas. Comienzo a formular una hipótesis en mi cabeza y deseo estar equivocada.

Sólo espero que el futbolista no se burle cuando me vea.

Salgo del vestidor y veo a Jude revisando su celular.

- Antes que nada, no te burles. – Digo en tono amenazador.

El chico levanta su mirada y me observa de pies a cabeza.

- No es cierto...

- Lo sé. Por favor dime que es la temática.

- No, lamento decirte que no. Louis Vuitton me ha echado el ojo.

- ¿Entonces este vestido también es...

- Si. Lo es. No me molesta, de hecho, hasta combinan.

Tengo ganas de gritarle: exacto tonto, combinan, como las parejas.

Pero sólo sonrío y ambos continuamos nuestro camino.

Vemos nuestros nombres en las sillas que se encuentran en la primera fila, estamos sentados juntos y observo que del otro lado del escenario hay actrices, cantantes, diseñadores y amantes de la moda.

Después del increíble show y de deleitar nuestros ojos con semejantes obras de arte, comienzan a servir unos cuantos tragos para los que aún permanecemos en el lugar.

- ¡Valentino! – Exclamo al ver a un diseñador con el que he hecho amistad.

- Hola preciosa, es un placer tenerte por acá. – Da un beso a cada una de mis mejillas. Hago lo mismo.

- Me alegra verte, te ves radiante.

Da una vuelta y sonríe ampliamente.

- Mi creación. – Dice orgulloso. - ¿Y con quién andas?

- Oh, - miro a Jude – él es...

- Bellingham. – Me interrumpe Valentino. – He escuchado que estás en la mira de LV y Gucci, pero espero puedas aceptar que te obsequie unas prendas de mi marca.

- Si, aunque aún tengo varios asuntos pendientes con mi llegada al Madrid. Muchísimas gracias por la oferta.

- No sabía que este bombón es tu novio. – Valentino me mira con picardía.