Capítulo | 32

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Estoy boquiabierta, aprieto mi puño con fuerza, me caga que me llamen de esa manera. Intento tranquilizarme, Damián me mira fijamente.

- Por eso les dijimos que tenemos que planear y controlar sus citas, vean el problema que han provocado.

- Damián tiene razón, - dice Abby – fue una instrucción directa que no obedecieron. Se trata de obtener aceptación, no de joderse sus carreras.

- ¿No puede ser simplemente considerado como una pelea normal de una pareja normal? Las parejas no están de acuerdo siempre, las parejas discuten de vez en cuando. – Menciona Jude mientras continúa leyendo los comentarios en el iPad.

- El problema es que no queremos que esta pareja dé esa imagen, Jude, estás en lo más alto, y tú – me señala Abby – tienes una carrera prometedora en la industria de la moda. ¿Acaso quieren jodernos el plan?

- ¿Por qué actuaron así? Es que no lo entiendo. – Nos dice Damián.

- Es que no hay una razón. No veo qué está mal. – Dice el futbolista, es obvio que está comenzando a frustrarse.

- Ari llegó el domingo, lunes prácticamente fue día muerto, hoy es martes y ya logró algo bueno en tenis, pero lo jodieron con su estúpida discusión. Tenemos escasos días para solucionar esto, olvídense de que ustedes saldrán nuevamente sin nuestra autorización. – Damián está que echa humo, lo veo muy tenso.

- Se resolverá. – Me limito a responder.

- Hoy mismo me ponen un fondo de pantalla de ustedes, es lo que una pareja haría. – Abby comienza a escribir en su iPad. – Mañana es el partido contra el Barcelona, la madre de Jude no vendrá, pero espero que tengan un buen comportamiento.

"Después del partido irán nuevamente a un restaurante y tendrán que comportarse como si de verdad se amaran. No quiero discusiones ni malas caras, todo será amor y paz.

Necesitamos que interactúen más en redes sociales, me refiero a que hablen más sobre su relación, daré más instrucciones conforme avance esto".

Jude y yo intercambiamos miradas, no nos atrevemos a decir algo, simplemente permanecemos en silencio mientras cada uno toma su celular para cambiar el fondo.

- No tengo fotos tuyas. – Me dice en voz baja.

- Por el contrario, hay fotos tuyas hasta en Pinterest.

Suelta una pequeña risita.

- ¿Qué te parece si mañana en el restaurante intercambiamos fotos?

- Estoy de acuerdo.

Después de la regañina que continuó durante al menos veinte minutos, Jude y yo tuvimos que permanecer en silencio, nos pusieron en habitaciones separadas mientras cada uno conversaba con su agente.

- Querida, antes de que partamos de España, un fotógrafo español quiere tomarte un par de fotos.

- ¿Para qué?

- ¿Recuerdas a la editora Margarita Pérez de la revista Empowerment Woman?

- Por supuesto, vive en la Ciudad de México y estuvo presente en la conferencia de Tigres Femenil el año pasado.

- Pues Margarita quiere incluir un breve artículo sobre ti en la revista. – Damián comienza a aplaudir mientras sonríe.

- ¿Sobre mí? ¿Qué dirá?

- Pues al parecer ha estado al pendiente de ti desde que comenzaste a tener buen alcance en redes sociales, me llamó y empezó diciendo que la cautivaste desde que diste un discurso sobre las mujeres artesanas de Oaxaca para la feria del artesano.

- Oh ya, lo recuerdo. No sabía que ella estuvo presente.

- Pues ahora lo sabes, dice que tienes muchas cualidades y un enorme corazón, quiere hablar sobre tu destreza en el tenis porque vio la transmisión de tu encuentro amistoso con la española. Será algo breve, pero cree que puede ser de utilidad para ti.

- Me halaga, pero siento que están siendo algo exagerados por un encuentro amistoso.

- ¿Y qué hay de tu esfuerzo y tu destreza? Hasta Jude mismo me envió mensajes diciendo que eres fantástica.

Me sonrojo un poco por su comentario.

- Está bien, hagámoslo. ¿Pero seguro que el incidente no hará que se arrepienta?

- Para nada, me lo acaba de decir, además, ella misma dijo que las parejas suelen tener pequeñas peleas pero que poco a poco comienzan a entenderse mejor. Ustedes apenas están iniciando, dice.

Evito decir algo al respecto sobre mi relación con Jude.

- Bien, me confirmas la hora, por favor.

- Claro que sí, querida. – Deposita un beso en mi cabeza. - Ahora deberías mostrarme lo que te compraron en Dior.

Me sonríe de forma pícara.

- Dam, no sé por qué lo hizo.

- ¿De verdad te dijo que era un regalo de amigos?

- Algo así, estaba tan molesta que no presté atención a lo que dijo, si hubiese estado atenta le habría dado un golpe disimulado.

Mi agente se ríe ante mi comentario, de manera que su risa me resulta contagiosa.

- ¿Por qué pelearon? – Pregunta mientras observa el maquillaje.

- Yo... no lo sé. No fue una pelea como tal, es decir, en el restaurante llegó un momento en que me habló un poco sobre su relación pasada que se terminó pese a que él no quería, se puso raro y cuando íbamos a salir del restaurante, me evadió completamente, ¿crees que piense que tengo algo de culpa?

- ¿Y por qué la tendrías? Jude y Angy terminaron desde que él recibió la noticia de que sería fichado por el club merengue, casi a la par que tú con Isa. Los dos vienen arrastrando una relación que los quebró, no es culpa de ninguno de los dos, deben sobrellevarlo. Angy decidió darse una oportunidad con un chico de su universidad, Jude ha estado solo desde entonces, la ruptura de ustedes con sus parejas ya casi cumplirá un año.

- ¿No crees que esta es una relación demasiado precipitada?

- Si lo dices porque aún no han sanado completamente, puede ser. Pero deben experimentar nuevas emociones, nuevas vivencias que los ayuden a superar el pasado. Romper con Isaías no significa que te quedarás sola para siempre. – Coloca sus manos en mis hombros. – Duele, es cierto. Pero tarde o temprano lo superarás, esta relación además de darles publicidad puede ayudarlos a recuperar el ánimo y a entender en qué pueden mejorar, además, serán más atractivos a vista de los demás y ganarán pretendientes. – Suelta una risita.

Le sonrío y asiento con la cabeza.

- Yo sólo no quiero tener problemas con Jude.

- No te preocupes por eso, querida. Todo estará bien. Ahora si me disculpas iré al hotel, estoy gestionando tu participación en el fashion show para la nueva colección de Francisco Cancino.

- ¿De verdad? – Mis ojos se iluminan.

- Claro que sí, te quieren en México City. Hay otros asuntos de los que debo ocuparme.

- De acuerdo, muchísimas gracias por apoyarme.

Tras la partida de Damián, me he quedado mirando mi nuevo maquillaje, pienso en que tal vez me he excedido un poco con Jude, debería pedirle disculpas y darle las gracias de forma educada, no a regañadientes.

Salgo de mi habitación dispuesta a tocar su puerta, pero se encuentra abierta. Entro con paso lento, observo por todos lados y no lo encuentro.

¿Me he quedado sola?

Decido bajar las escaleras para ir a la cocina, tal vez esté allí. Cuando paso por la sala, escucho su risa. Lo observo y noto que está haciendo una videollamada.

Quiero retroceder... voy a retroceder, pero al parecer me escucha porque voltea, me saluda con su mano y sonríe.


1. GOLDEN BOY | Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora