Capítulo | 1

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El partido está por finalizar, el equipo de mi novio Isaías tiene el marcador 5-2 de su lado, él ha marcado un hat-trick que seguramente lo ha puesto en la mira de los profesionales.

No soy experta en fútbol, pero cualquiera coincide en que Isaías es una promesa del fútbol. El árbitro da el silbatazo final y los compañeros de Isaías corren hacia la cancha mientras unos se cuelgan de otros, suben a Isaías en sus hombros y comienzan a gritar y saltar sin cesar.

Un par de lágrimas se me escurren de los ojos puesto que su familia y yo somos quienes mejor entendemos la magnitud de sus hazañas, sabemos que él se ha esforzado por mejorar día con día y da lo mejor de sí en cada partido.

Constancia. Disciplina. Esfuerzo. Isaías lo sabe muy bien, en el mundo del fútbol no todos tienen la oportunidad de debutar en equipos muy reconocidos, en especial si de la liga europea hablamos y a la cual él aspira.

Sus padres lloran de la emoción, su hermano graba el momento con su celular mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Esta puede ser una gran oportunidad para Isa.

Después de algunos minutos, la cancha ya está lista para la ceremonia de premiación, le doy el espacio suficiente a mi novio para que disfrute el momento y sienta la satisfacción de su arduo esfuerzo.

Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y comienzo a tomarle fotos, la afición está eufórica y comienzan a corear su nombre y el nombre del equipo, ¡Tigres!

Es bien sabido que los jóvenes no son respaldados por sus equipos directivos para ser enviados al extranjero, lamentablemente hay mucho talento sin apoyo, pero algo me dice que la destacada participación de Isaías puede ayudarlo a jugar en Europa.

El equipo levanta la copa y un montón de confeti comienza a volar por los aires, pirotecnia, banderas, gritos de emoción, fotos.

Isaías camina hacia sus padres y éstos se apresuran a abrazarlo y besarlo, no me muevo, sólo contemplo la cálida escena hasta que él decide caminar hacia mí. Me rodea con fuerza de la cintura mientras escondo mi cara en su pecho.

- Cariño, hemos ganado. – Me dice en un susurro al oído, después da un pequeño beso en mis labios.

- Te lo mereces, cariño. Te mereces esto y mucho más, eres mi jugador favorito.

Isaías me toma de la mano y me conduce a la cancha para tomarnos una fotografía, observo que las novias de sus compañeros están sosteniendo la copa o colocándose las medallas de sus respectivos novios.

El moreno se retira su medalla y la coloca alrededor de mi cuello, miro en dirección hacia sus padres y éstos asienten con la cabeza, pues no quiero que haya malentendidos sobre que mi novio me pone por encima de sus padres o algo por el estilo.

Un fotógrafo se acerca a nosotros y comienza a fotografiarnos, Iván le entrega la copa a Isaías y ambos la sostenemos mientras Isa me da un beso en la mejilla. Cuando el fotógrafo se retira para fotografiar a otros jugadores, Isaías me levanta del suelo y me abraza, aferro mis piernas alrededor de su cadera mientras lo beso con ternura.

Sin embargo, nuestro momento color de rosa se ve interrumpido cuando una chica de la afición de Tigres arroja una botella de refresco hacia nosotros, específicamente hacia mi brazo.

Me sobresalto ante su acción e inmediatamente Isaías la busca con la mirada, la observa seriamente y luego me baja. Sostiene mi mano con fuerza y me lleva hacia el centro de la cancha.

Sus padres están con Iván tomándose fotografías y mi novio se une a ellos mientras yo saco mi celular para fotografiarlos y grabar el momento tan emotivo.

Grabo a la afición que corea el nombre de Isaías, cantan el himno de Tigres y giran sus matracas. Abro Instagram y comparto el video en mis stories en close friends, luego selecciono una selfie que me tomé con Isaías mientras éste me daba un beso en la mejilla y yo lo rodeaba con mi brazo por el cuello.

Comparto la foto en mis stories y agrego un pequeño texto, "mi champ".

Observo a los reporteros acercarse a Isaías para entrevistarlo, él sonríe de oreja a oreja mientras responde a las preguntas. En ese momento le entregan el premio de MVP y su rostro se ilumina. Por un momento hacemos contacto visual y me limito a sonreírle.

1. GOLDEN BOY | Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora