1. GOLDEN BOY | Jude Bellingham

Capítulo | 43

- Tienes razón, fui un tonto al meterla en mi casa, seguramente los vecinos me vieron.

- Ese es tu problema. - Digo mientras me pongo la blusa del pijama.

- De acuerdo, no volveré a cometer el mismo error dos veces.

Volteo para mirarlo y me doy cuenta de que está de espaldas para no verme. Quiero reírme, pero sería imprudente de mi parte.

Termino de vestirme y le digo que ya puede voltear.

Jude se acuesta en la cama mientras yo realizo mi rutina de skin care.

- Ari.

- Dime.

- Gracias por haber cantado para mí, sé que sabes que no entendí ni el 80% de lo que dijiste en español, pero gracias por ese gesto.

- De nada.

- Creo que tienes razón.

Volteo para mirarlo, no sé a qué se refiere. Y creo que lo nota porque continúa hablando.

- No siempre nos irá bien en el amor, pero de todo lo malo podemos aprender. Cometí un enorme error al reaccionar de esa manera sólo porque Angy se comprometió, ella es libre de amar y ser amada, tal vez yo no estaba destinado a pasar el resto de mi vida con ella... Tú eres capaz de desearle lo mejor a Isaías a pesar de toda la mierda que hizo, Angy fue un episodio muy lindo en mi vida y prefiero quedarme con un buen recuerdo.

Pienso en responder algo, tal vez ya estoy un poco más tranquila como para hablar con tacto. Pero él sigue hablando, creo que intenta desahogarse.

- Fue una recaída, y no es justo que haya pensado en tener una relación seria con Laura, cuando en primer lugar tengo una contigo, es parte de mi obligación durante dos años, y segundo, ella y yo tuvimos muy claro que sólo fue por placer, como tú lo dijiste, sé que soy deseado por las mujeres y ella precisamente me propuso un buen rato, no debería obligarme a sentir algo romántico por ella cuando fuimos muy claros desde el inicio.

- Es bueno que estés decidido a soltar, es lo mejor para ti, te ayudará demasiado y aunque ahora no lo pienses así, lograrás hacer clic con alguien, y podrás tener la relación que tanto deseas, eres buen tipo Jude, te mereces muchísimas cosas buenas, pero tómalo con calma, ¿de acuerdo?

- Gracias Ari, y discúlpame por haber jodido tus planes, sé que últimamente tienes mucho trabajo, y lamento haberte evadido toda esa semana en que estuve con ella, yo tenía responsabilidades contigo y no las cumplí.

- Tampoco exageres, sólo quería saber cómo estabas, no estás obligado a enviarme mensajes todos los días.

- Mejor vamos a dormir, tendremos que hacer varias actividades y lo mejor es guardar energías.

- De acuerdo.

Jude se acuesta en la cama, para nuestra mala suerte es una de tamaño matrimonial, no king size como la de su residencia, y aunque ya hemos dormido juntos, esta vez el ambiente se siente diferente.

Me acuesto a su lado, no digo nada, sólo contemplo el techo. Empiezo a darme cuenta de la manera descarada en que actué con él, supongo que el baño me ha ayudado un poco, así que ahora siento pena por haberme desvestido frente a él.

Pero de qué sirve lamentarme, lo hecho está hecho y tal vez en algún momento por x o y él terminaría viéndome desnuda o semi desnuda, idk.

Mis ojos permanecen mirando fijamente el techo, es obvio que no puedo dormir. Jude se da cuenta así que gira para tenerme de frente.

Ambos nos miramos en silencio, ninguno se atreve a hablar, sólo se limita a pasar un brazo por mi cintura y me acerca un poco más a él.

Puedo escuchar sus latidos, puedo sentir su respiración, puedo oler el aroma que emana de su cuerpo y sentir el calor que me transmite en esta noche fría al rozar su piel con la mía.

Cierro los ojos, obligándome a dormir, obligándome a no sentir, y obligándome a entender que esto es sólo mi trabajo, ojalá no hubiese aceptado los dos años, creo que con uno era suficiente.

[...]

Volver a ver a Jude es divertido y agradable, amanecí con un poco de dolor de cabeza así que ordenó un caldo calientito para mí, desayunamos en nuestra habitación.

Abby y Damián vinieron para asegurarse de que no estábamos peleando, pero no hemos vuelto a pelear desde mi visita a su residencia en Madrid. Jude no ha dicho ni una sola palabra sobre que me vio desnuda, ni yo tampoco he pedido disculpas por esa escena.

Amanecí acurrucada en sus brazos y él amaneció aferrado a mi cuerpo, sin embargo, sólo fue eso, no hay sentimientos románticos de por medio. O eso quiero creer.

Nos han llevado a un paseo, hemos recorrido varios lugares, hemos comido lo que hemos querido, nos hemos tomado demasiadas fotos que probablemente no postearemos, no todas.

Pienso que en redes sociales aparentamos ser una pareja feliz y enamorada, cuando en realidad sólo somos amigos que se conocen poco a poco y que se tienen demasiada paciencia. 

Somos dos jóvenes que se divierten, charlan de cosas sin sentido y hablan de su infancia.

Jude es mi amigo, al cual le puedo contar cómo me siento sin temor de ser juzgada o reprendida por lo que digo sentir, él sabe escucharme y yo a él, y los momentos a su lado siempre van acompañados de grandes aventuras.

Novia de Jude Bellingham para muchos, mejor amiga de Jude Bellingham para mí. Al menos es así como yo lo veo, no he preguntado si él también ya me considera su amiga, pero tal vez sí.

Italia es increíble, nos hemos encontrado con varios fanáticos del británico, me estoy acostumbrando a hacer pausas para que se tome fotos con ellos o les regale un autógrafo, lo que más me impresiona de él es cuando se encuentra a parejas con bebés, les pide que de favor le permitan ver al bebé o que le permitan cargarlo.

Los niños lo adoran, se cuelgan de su cuello, se aferran a su pierna y el futbolista comienza a perseguirlos, parece un niño pequeño jugando con sus amiguitos. Es muy gentil, es muy cálido.

Todo ha marchado bien en Italia, después de nuestra visita al restaurante mexicano, subieron los videos donde yo estaba cantando. He tenido más respuestas positivas que negativas, y haber cantado para Jude fue algo que nos convirtió en tendencia.

Ahora saben que estamos aquí, así que siguen intentando adivinar en qué parte andamos para poder conocer a Jude, pero lo que más me sorprende, es que ya me conocen a mí. Algunos de mis seguidores han aparecido frente a mí con la revista donde aparecí, me piden mi autógrafo y se sacan fotos conmigo.

Todo esto es increíble, es irreal. 

El fin de semana ha llegado a su fin, hemos preparado nuestras maletas para regresar a nuestro lugar. Ha sido una despedida agradable, sólo nos limitamos a desearnos un buen viaje, pero me voy de Italia con un buen sabor de boca, pues al parecer Jude ha decidido complicarme menos la vida.

Y creo que nuestra amistad está logrando una mejor química entre ambos, ante las cámaras. Pues hasta el momento, no han hablado nuevamente sobre un triángulo amoroso con Isaías.

- Debo abordar ahora. - Tomo mi bolso y comienzo a deslizar mi maleta.

Jude va detrás de mí y me detiene, me sujeta del brazo y me acerca a su cuerpo, me mira cálidamente, se inclina hacia mí y deposita un beso delicado en mis labios, termina con un beso en mi frente y una caricia en mi mejilla.

- Cuídate mucho, pequitas.