Capítulo | 20

597 24 0
                                    

Ambos caminamos hacia la entrada del club, el cual tiene seguridad enfrente, sin embargo, hay reporteros esperando a que las personas famosas salgan.

Parecen gatos intentando cazar ratones, quieren hacer una nota completamente alterada con fotografías fuera de contexto.

Ambos nos frenamos y regresamos rápidamente.

- ¿Qué mierda hacemos? – Le pregunto.

- Preguntémosles por una salida discreta, le marcaré a un chofer de Abby para que venga por nosotros. – Comienza a buscar en su celular.

Tras esperar algunos minutos caminamos hacia uno de los guardias. Le preguntamos en voz baja por la salida y nos pide que lo sigamos.

Caminamos detrás de él hasta llegar a una clase de cocina, y justo allí hay una puerta discreta para escabullirse. Inmediatamente Jude le marca al chofer para pedirle que vaya a la parte trasera, sin embargo, él dice que al parecer lo han pillado.

Cuando llega nos subimos inmediatamente a la camioneta negra, estamos en la parte trasera mientras el chofer se echa rápidamente de reversa. Jude busca en la parte trasera su gorra y me la entrega.

- ¡Mierda! Mi ropa, recién me acordé.

- Les diremos que te la envíen.

- Pero es que ahí tenía mi abrigo, no creo que pueda pasar desapercibida con sólo una gorra.

- Tienes razón.

El chofer desacelera un poco para quitarse su saco y prestármelo, pero en ese momento una camioneta viene detrás de nosotros, el chofer mira por el retrovisor.

- Es cierto, nos están siguiendo. Creo que son de la cadena 'Famous In'.

Maldigo para mis adentros.

- Está bien, no podremos llegar hasta donde Abby, así que por favor condúcenos a un hotel de perfil bajo en el que creas que será difícil que nos busquen. – Menciona el futbolista.

- De acuerdo.

El conductor acelera mientras yo me mantengo cabizbaja y casi acostada en el sofá. Da algunas vueltas y pasamos por unas calles un poco angostas hasta llegar a una clase de hotel que tiene una fachada menos llamativa.

Ambos salimos inmediatamente de la camioneta, mientras ingresamos a toda prisa en el hotel vemos al conductor irse.

Nos registramos para ingresar a una habitación en el tercer piso, intentamos fingir que hablamos de deportes de una forma técnica para que no nos filtren en redes sociales.

Subimos en el elevador y permanecemos en silencio. Es hasta que entramos a la habitación y cerramos la puerta cuando dejo escapar un largo suspiro.

- Esto es una locura.

- Lo sé. – Respondo.

Retiro la gorra y la dejo en el sofá.

- Están deseando tenernos en primera plana.

- No creo que me conozcan, yo más bien diría que te quieren a ti.

- Sea como sea, ambos terminaríamos implicados.

- Espero que no nos hayan visto. – Me tiro en el sofá.

Jude se retira la pañoleta del cuello, posteriormente permanece de pie frente a mí, observándome.

- ¿A qué hora crees que podamos salir de aquí? – Me pregunta.

- No tengo idea, espero que no nos hayan seguido.

- Tal vez dos horas sean suficientes.

- Podríamos avisarles a nuestros agentes para que vengan por nosotros, se inventarán algo.

- Tienes razón.

- Necesito un trago. – Digo mientras me levanto del sofá y camino al minibar.

- Sé que no es mi asunto, pero ¿por qué insistes en seguir bebiendo?

Lo miro seriamente mientras me sirvo whisky.

- Me apetece.

- De acuerdo.

Doy un sorbo, el inglés se sienta en el sofá.

- Quiero bañarme, mi vuelo despega a las 8:00 a.m.

- ¿De verdad? Pensé que te quedarías más tiempo.

- No, debo regresar, tengo que entrenar.

- Cierto, por un momento olvidé que eres futbolista. – Termino de beber lo que queda de alcohol en mi vaso y nuevamente le vierto otro poco.

- ¿Por qué lo dices? – Se ríe.

- Porque mírate, - lo señalo – pareces modelo, te gusta la moda y tienes muy buen estilo, además de buen físico, por supuesto. ¿Te han dicho que tu abdomen parece una barra de chocolate?

Tal vez el alcohol está comenzando a hacer efecto porque no me tiembla la voz al hablar sobre su cuerpo.

- Mi amiga dice que quisiera pasar su lengua por tu abdomen.

Jude está tan asombrado por lo que he dicho que no se atreve a hablar.

- Claro que eso es irrespetuoso de su parte, pero hablando en serio, se nota tu disciplina. Y mírame a mí, bebiendo más de la cuenta y echando a perder mis entrenamientos.

- Entonces deberías parar.

- De verdad no bebo tanto, simplemente una o dos copitas de vino, pero hoy sí que he bebido de más.

- ¿Hay algo que te molesta?

- Leí una jodida nota sobre mi ex y su nueva novia, la zorra con la que me engañó. Me importa una mierda si están juntos y si se casarán, lo que pudo conmigo fue una puta frase, ¡te has dormido Ariana!

- ¿Eso pusieron?

- Demasiado tonto, ¿cierto? Como si yo fuese la culpable, como si estar con Isaías fuese un privilegio, es una mierda, una mierda despreciable, la mayor de las mierdas. No me he dormido, me he salvado de compartir el resto de mi vida con un poco hombre, con un mentiroso y un traidor de mierda.

Doy un trago hasta terminarme la bebida.

- No sabía que terminaron porque te engañó.

- No lo hice público, no dije nada sobre ello, sólo quiero soltar. Pensé que habían dejado de incluirme en una misma nota sobre él, pero ya vi que no.

- No hagas caso, lo hacen para tener más alcance, ya sabes cómo funcionan esos chismes.

- Si, pero aun así me parece repugnante que me hagan ver como la mala vibra de esa jodida relación, cuando yo lo di todo.

Jude me mira con atención.

Camino a trompicones hasta el sofá para sentarme, pero me tropiezo y me voy de frente, estiro mis manos para no golpearme.

Cuando observo, mis manos sujetan con fuerza las piernas del futbolista, él no dice nada, me invade una ola de calor hasta el punto de sentir mis mejillas tibias.

- ¿Estás bien?

- Si, gracias. – Menciono mientras me reincorporo rápidamente.

- Deberías dormirte un rato, yo te avisaré cuando ellos estén aquí.

- Quiero bañarme.

- ¿Sabes qué? Debería pedir que nos manden ropa, así aprovecharemos a que nos digan si hay paparazis afuera.

- De acuerdo.

Jude se levanta para hacer la llamada, mientras yo me limito a acostarme en el sofá y cerrar mis ojos.

1. GOLDEN BOY | Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora