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• Maritza F

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• Maritza F. Sánchez

Dos mujeres que no conocía tan bien, por el hecho de que no dormían en la misma habitación. Entraron al ring con unas prendas como de guerreras antiguas, aquella túnica blanca con detalles dorados y descalzas.

— En la esquina roja tenemos a Keila — unos fuertes aplausos se escucharon, aunque la cara de la chica era nada más y nada menos que de tristeza. — Y en la esquina azul tenemos a Adira — al igual que con la chica anterior, los gritos resonaron, pero la chica no estaba nada feliz. — Y la arma de hoy es — y de un bolso saco un arma blanca. — Este es un deba, un cuchillo de japón, traído desde aquel país y tallado especialmente para este momento — mostro el cuchillo el cual tenía un tallado y pintado en rojo de dibujos de un diablo y el nombre del club. — Que empiecen las apuestas — nuevamente los aplausos se hicieron escuchar por todo el club y el administrador interino dejo aquel cuchillo frente a ambas chicas, pero en el otro extremo. — Ahora sí, que empiece la pelea — el señor salió del ring y los guardias cerraron la reja de metal.

Felix veía con detenimiento esto. Vio como las chicas se veían una a la otro con temor para después lanzarse a aquel cuchillo frente a ellas. 

Keila como habían presentado a la primera chica, fue la que estuvo más cerca de alcanzar el cuchillo, pero Adira la tomo del cabello para jalarla y hacerla golpear contra la maya del ring, ahora era Adira quien se acercaba al chuchillo, pero Keila la tomo del pie haciéndola caer para inmediatamente tomar el cuchillo y una vez con el en sus manos se lanzó a Adira con intenciones de apuñalarla, pero fallando ya que Adira logró esquivarlo.

Por la inercia que había puesto Keila, termino pasando de largo y Adira aprovecho para empujarla nuevamente contra la maya del ring, tomar su cabello y comenzó a golpear la cabeza de Keila contra la maya. 

Mientras todo esto pasaba, los clientes solo gritaban y silbaban de la emoción, como ver una pelea de animales, aunque para ellos eso era lo que realmente sucedía, dos animales luchando por sobrevivir, por su parte los esclavos sexuales veían con tristeza y Felix veía con temor, con asco, con todas las emociones más negativas que pudieran existir en este mundo.

Adira seguía golpeando a Keila contra la maya, hasta que sintió como Keila la apuñalaba haciendo que se echara para atrás con el cuchillo enterrado en su abdomen, sangre saliendo de este y un dolor insoportable haciéndola que terminará en el suelo.

Keila se acercó a Adira haciendo ver como sangre salían de una herida en su frente. Keila se acercó a Adira. — Espera no, no me mates, por favor — suplico Adira a Keila.

— Mátala — indicó el administrador, pero Keila no quería hacerlo por lo que al ver a guardias apuntándole solo se acercó a Adira.

— Lo siento — susurro Keila para después sacar el cuchillo del abdomen de Adira y pasarlo por el cuello de esta para la sangre salpicar todo su rostro y machar todo el ring.

Club Del Diablo || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora