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• Maritza F

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• Maritza F. Sánchez

El día de que Felix se fuera había llegado, ya estaba todo listo, las personas en las que podían confiar, lo vehículos, el señor Hwang no estaba en el club y estaban más que seguros de que no lo visitaría ese día, las últimas semanas se comportaron como las personas más obedientes del mundo, Hyunjin y Mingi prepararon esto por casi medio año y nada podía salir mal.

Ahora Hyunjin y Felix se encontraban alistándose, pues las últimas noches habían estado apareándose como conejos y dándose mucho amor, así que, aunque el trasero de Felix doliera, debían seguir con el plan.

Hyunjin termino de ponerse el chaleco antibalas y vio a Felix ponerse uno también. — Te voy a extrañar — soltó de la nada haciendo que Felix lo volteara a ver. — Se que dijimos que no hablaríamos sobre esto, pero es difícil no hacerlo.

Felix sonrió y se acercó a él. — Yo también te voy a extrañar — tomo las mejillas de Hyunjin y le dio un beso. — Gracias.

Hyunjin tomo la cintura de Felix y lo acerco. — Gracias a ti — y después de aquello ambos se quedaron en esa posición por un rato, Hyunjin acariciando la cintura de Felix y Felix acariciando los cabellos de Hyunjin.

El toque de la puerta les hizo separarse para después ver a Mingi entrar con una maleta. — Perdón por interrumpir su momento romántico una vez más, pero es hora de que Felix entre a la maleta.

El plan era el siguiente: Hyunjin ya había dado aviso días antes de que saldría del club para ir a hacer unas negociaciones, cosa que era cierto, pero en ese viaje se llevaría a Felix en una maleta.

Pues en realidad habían visto muchas opciones, una era que se disfrazara de guardia, pero era más que obvio que eso no resultaría ya que todos los guardias necesitan una identificación y todos se conocían entre ellos. Otro era que un cliente lo comprará y luego Hyunjin se lo compraría, pero Felix no quiso sentirse como un objeto. La otra opción era hacer un gran escándalo en todo el club matando a una persona importante, pero Felix no quiso que una persona muriera por su culpa, pero a pesar de poner muchas opciones se decidieron por esta.

Después de que Felix estuviera en la maleta, saldría como normalmente lo hace, le dice al guardia que lo cuide, pero que no se le acerque y que no lo moleste, así que esa parte era más que sencillo, luego subirían las maletas a los autos, después al helicóptero, llegarían a la ciudad e inmediatamente Mingi se llevaría a Felix a otro lado, poniendo de excusa que tiene algo que hacer. Aunque todo este proceso lo llevaría Mingi a cabo ya que sería sospechoso que Hyunjin estuviera pendiente de sus maletas.

Una vez que Felix entro a la maleta Mingi la cerro, era bueno que Felix no fuera alto y además fuera delgado, solo le pusieron una manta y dejaron un orificio para que pudiera respirar, y así los tres chicos salieron.

— Ya sabes, cuídalo y no te acerques o hagas algo — le dijo al guardia que siempre estaba en su habitación, este por su parte solo asintió.

Luego llegaron a la parte de los carros donde metieron las maletas y los chicos subieron, unos cuantos minutos pasaron y llegaron al área de lo helicópteros donde bajaron y subieron a los vehículos más grandes, Hyunjin y Mingi se vieron el uno al otro, pues todo había salido a la perfección, el piloto prendió el helicóptero y estaban a nada de subir, cuando escucharon como el helicóptero se apagaba y otro llegaba.

Ambos chicos se vieron ahora entre si confundidos, para luego ver el otro helicóptero, donde desgraciadamente el señor Hwang venia llegando.

El señor Hwang bajo y le indico a ambos chicos que bajaran, por lo que hicieron caso. — Padre, ¿qué haces aquí? — dijo con nervios, pero que no se lograron notar.

Por su parte el señor Hwang solo veía alrededor de ellos. — ¿Dónde está? — pregunto el señor Hwang confundiendo a todos y esperando a que no se refiriera a Felix. — El rubio, ¿cómo se llamaba? ¿Felix? 

Hyunjin frunció el ceño. —No sé dé que hablas — dijo serio.

El señor Hwang dio un suspiro. — Soy el dueño, el jefe, el mismísimo diablo, ¿enserio crees que puedes engañarme?

— No sé de qué hablas — volvió a decir firme.

El señor Hwang estiro su mano a uno de sus guardias quien le dio una radio. — Miller, ¿estás ahí?

Si, jefe — se escuchó del otro lado de la radio.

— Ve a buscar a Felix, el rubio que anda con mi hijo — ordeno.

Enseguida, jefe — se volvió a escuchar e inmediatamente el sudor y nervios en Hyunjin y Mingi comenzó a llegar. Después de unos pocos minutos la radio volvió a sonar. — Jefe, el chico no está.

Eso fue suficiente para que el señor Hwang diera otra orden. — Regresen las maletas y todo lo que llevan en el helicóptero al club y revisen bien el helicóptero y todo alrededor. Ahora — ordeno e inmediatamente todos comenzaron a moverse.

Por su parte, el señor Hwang, Hyunjin y Mingi regresaron al club con los nervios a más no poder. — Sabes que si descubro que intento escapar o que ustedes lo ayudaron a escapar lo voy a matar, ¿cierto?

Hyunjin lo vio con enojo. — Antes de que le puedas poner una mano en ¿cima tendrás que matarme — dijo serio y recto. 

El señor Hwang sonrió. — Bueno, pues no será tan difícil. Primero te mataré a ti y luego a él, a y también a ti — señalo a Mingi quien solo se quedó serio.

Antes eso Hyunjin se sorprendió, sin embargo, no dijo nada y en el trayecto al club se la pasa pensando en todo lo que podía hacer para salvar a Felix y a Mingi, pues a él no le importaba lo que le pasará con tal de mantener a las personas que más quiere seguros.

Hasta que llego a una conclusión. Pues, "para terminar con el infierno, debía terminar primero con el diablo", fue todo lo que se repitió hasta que llagaron al club.

 Pues, "para terminar con el infierno, debía terminar primero con el diablo", fue todo lo que se repitió hasta que llagaron al club

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Club Del Diablo || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora