Club Del Diablo || Hyunlix

14

• Maritza F. Sánchez

— Felix eres un tonto — ahora Soyeon lo regañaba. — ¿Por qué no aceptaste eso? 

Felix agacho la cabeza. — Ya no me regañes, me hiciste recordar a mis padres.

Soyeon suspiro. — Perdón, pero es que, si el joven Hwang te daba la oportunidad de salir de este loco lugar, solo la hubieras aceptado y ya. 

— Es que, no sé — se recargo en la silla.  — Creo que me gusta, pero no gusta, o sé, algo más que gustar — movió sus manos en círculos por los nervios. — Tal vez, me estoy enamorando — dijo esto último rápido.

Soyeon lo vio con un poco de tristeza. — Felix — este la volteo a ver. — ¿Enserio crees que es amor? — Felix frunció el ceño no entendiendo. — Es decir, no lo digo de mala manera, sin embargo, llevas aquí poco más de un año y por lo que me has contado fuera de aquí tampoco te iba tan bien, y durante todo ese tiempo el único que te ha tratado bien es Hyunjin, y también se podría decir que lo que él te da es lo único que has conocido como amor de pareja, amor de una relación diferente a lo que te dan tus amigos y tu familia, pero eso es porque no has conocido a nadie más que él y no dudo que lo quieras, te guste o incluso que lo ames, pero también debes de tener la opción de que lo que has creado de él es dependencia.

Felix asintió. — Entiendo.

— Felix — Soyeon se acercó y lo abrazo. — No te digo que eso es lo que pasa, pero solo tenlo en cuenta, inténtalo con él, pero si te lastima o algo, solo te pido que no te dejes, que no te engañe y no crees alguna dependencia o algo que te haga sentir mal.

Felix le dedico una sonrisa. — Lo sé, lo sé. Entiendo completamente, así que no te preocupes — abrazo a Soyeon. — Gracias por preocuparte por mí, te quiero mucho.

Soyeon correspondió el abrazo. — Y yo a ti— después de unos segundos se separaron. — Bien, te dejo porque ahora debo ir a trabajar — le dedico una sonrisa y le acarició el cabello.  — Cuídate — fue lo último que dijo para después salir.

Por su parte, Felix se quedó pensando un rato sobre lo hablado con Soyeon. Aunque también había algo que no lo dejaba estar tranquilo.

" Solo debes prometer que no dirás nada de este lugar ", era obvio que si salía no quería saber nada de ese lugar, pero tampoco podía olvidarlo y hacer como si aquello no pasara, lo más lógico era ir con su padre y decir todo para que ese infierno dejará de existir, pero no quería que nada le pasará a Hyunjin. Pero estaba Soyeon, Hyuna, Ushiya, Rem, Liam, Keira, y todas esas personas que, aunque le dieron la espalda no les guardaba nada de rencor y también quería ayudar.

No traicionaría a Hyunjin, pero tampoco traicionaría a los que lo ayudaron a poder aguantar estar ahí. Estaba entre la espada y la pared, y retroceder o avanzar era lo mismo, porque tal vez terminaría arrepintiéndose de su decisión.

La puerta se abrió y Hyunjin entro, se acercó a Felix con una sonrisa y le dio un beso. — Mira lo que te conseguí —y de su mano estiro una caja grande de chocolates Ferrero haciendo que Felix se sorprendiera. — Dijiste que eran tus favoritos, así que moví gente para que los trajeran, ya que prácticamente no se pueden dar aquí.

Felix tomo la caja y sonrió para después abrazar a Hyunjin. — Gracias, gracias.

Se separaron y Hyunjin acaricio la mejilla de Felix. — Mientras estes aquí y quieras irte hare hasta lo imposible para que puedas sentirte feliz, o al menos algo parecido — Felix sonrió, pero agacho la mirada. — ¿Qué pasa?

— No sé — negó. — Es solo que estuve hablando con Soyeon sobre lo que me dijiste de irme o no, y solo he quedado con más dudas que antes.

Hyunjin tomo las manos de Felix. — Hey, mírame — Felix lo volteo a ver. — Te lo dije y lo vuelvo a repetir, si quieres irte solo dímelo, yo haré lo que tú quieras con tal de que estes bien.

Los nervios de Felix se comenzaron a sentir con sus manos sudorosas. — ¿Podría hacer una llamada? — esto hizo sorprender completamente a Hyunjin. — Es solo que, extraño a alguien y solo quiero volver a escucharlo — dijo con un gran nerviosismo. Hyunjin comenzó a pensar y comenzaba a dudar, cosa que Felix noto. — Olvídalo, es una tontería — le dedico una sonrisa. — Ya es suficiente con todo lo que has estado haciendo por mí.

— Puedo ayudarte a hacer una llamada — Felix se sorprendió. — Pero — suspiro con nerviosismo. — No puede durar más de 30 segundos, ya que es el tiempo suficiente para rastrear una llamada — vio a Felix. — No es que no confíe en ti, es solo que a mi padre puede llegarle el aviso de que estoy haciendo llamadas a alguien que no es de a organización.

Felix sonrío y asintió. — 30 segundos son más que suficientes.

— Bien — suspiro y sacó su celular dándoselo a Felix.

Felix al tener el celular se sintió extraño ya que llevaba más de 1 años sin usar eso, por lo que muchos recuerdos volvieron a surgir, pero no era tiempo de recordar si no de hablar con la persona que más extrañaba. Tecleo los número y marca, poco después alguien contesto del otro lado de la línea.

— ¿Sí? ¿Quién habla? — se escuchó de la voz que tanto echaba de menos haciendo que Felix sintiera sus ojos lagrimear.

— Yunho, soy yo Felix.

Perdón por los 15 minutos de retraso.