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• Maritza F

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• Maritza F. Sánchez

Pasaron los días, que se convirtieron en meses, pues, aunque el plan estaba listo desde hace tiempo, tanto Felix como Hyunjin y Mingi tenían miedo de que algo no saliera bien y el señor Hwang los descubriera.

Ahora estaban a tan solo un día de que Felix se fuera. Pues ahora si estaban decididos, aunque esperaban que no pasara lo de las veces anteriores, que decían que ya era el día, pero a la mera hora terminaban arrepintiéndose.

Felix y Hyunjin se encontraban en la cama. — Hyunjin — hablo Felix y el nombrado lo volteo a ver. — Ya estoy a nada de irme — menciono y Hyunjin solo asintió. — Y durante todo el tiempo que hemos estado juntos no me has contado nada de ti — dio un suspiro. —Me gustaría saber de ti antes de irme.

Ante ese pedido Hyunjin pensó. — Bien — lo volteo a ver. — ¿Qué quieres saber?

— No se — se acercó más a Hyunjin. — Todo lo que tú quieras decirme — Hyunjin iba a hablar, pero Felix interrumpió diciendo. — No sé qué tan delicado sea esto, pero quiero saber sobre tu mamá, nunca me has dicho nada de ella.

Hyunjin cambio su semblante a uno triste. — Ella era una mujer muy hermosa, amable y creo que si supiera lo mucho que te amo le hubiera encantado conocerte, se llevarían bien y prepararían galletas juntos — sonrió haciendo sonreír a Felix. — Pero mi madre se enamoró de la persona incorrecta. Ella me contaba siempre que mi padre fue su primer amor, ella tuvo el típico cliché de la escuela, ella era la chica más deseada de su escuela, era inteligente, hermosa, la porrista y mi padre era el típico chico malo, por obra del amor o la desgracia, terminaron juntos y después de unos años, mi padre le dijo que era mafioso y mi madre por amor se quedó con él, pasaron los años y me dijo que todo era perfecto, se casaron y después me tuvieron a mí. Mi madre me dijo que cuando nací mi padre y mi abuelo se volvieron locos, estaban tan felices que me dieron todo lo que pedía, pero todo eso era un plan, pues cuando nací, lo primero que me dio mi padre fue una pistola y en ese momento mi madre comenzó a ver las intenciones de ellos, aunque ella no quería pensar eso de la persona que amaba. Luego fui creciendo y en lugar de jugar como un niño normal, mi padre ya comenzaba a entrenarme para pelear, aún recuerdo que iba con mi chupón a las practicas, la primera vez que dispare ya creo que tenía como unos 5 años, obvio no fue a una persona, pero la primera vez que le dispare a una persona yo creo que tenía como 10 años.

Ante todo, eso Felix no podía dejar de sorprenderse y de maldecir al señor Hwang. — Después de mis 5 años mis padres peleaban y discutían, nunca había visto aquello, pues pensaba que ellos se amaban. Después comenzaron los golpes de mi padre a mi mamá, los insultos y yo le decía que se fuera, pero ella siempre me decía lo mismo "la única manera de salir es morir" y yo siempre le decía, "pero la puerta está abierta" — soltó una risa. — años después entendí sus palabras, pues mi madre había intentado salir un millón de veces, pero mi padre siempre la encontraba y después la golpeaba, mi madre se dio cuenta de que mi padre nunca la amo, solo la utilizo para que su padre le dejará todo el negocio, ya que era una mujer hermosa y además de poder dar un heredero, esas eran las condiciones de mi abuelo y mi padre vio la oportunidad y la tomo.

Hyunjin dio un suspiro. — Al final, era de esperarse que mi madre no pudiera soportar todo eso, esa vez estaba con ella viendo una película como ya era costumbre, mi padre me llamo para decirme que comenzaríamos un nuevo entrenamiento y que debía estar listo, de repente escuchamos un disparo y nos preocupamos porque pensamos que alguien había entrado a la casa, pero la sirvienta llego gritando que mi madre estaba muerta, así que mi padre y yo subimos rápido a la habitación y ahí en la cama estaba mi madre con un disparo en la cabeza y mi pistola entre sus manos, pues mi padre me hacía llevar siempre una pistola y no era la primera vez que se la dejaba a mi madre mientras salía un rato, pero esa vez no debía dejársela, mi padre lo único que dijo fue "Creí que era más fuerte" y se fue, desde ese día comencé a odiar a mi padre.

Todo eso Hyunjin lo contaba como si no le doliera, pero en realidad, el dolor era poco para lo que sentía, pues cuando lo recordaba solo crecía su odio a su padre. — Lo lamento mucho — fue lo único que pudo decir Felix.

Hyunjin sonrió. — Esta bien — acaricio la cabeza de Felix. — Después de todo, eso es mejor a que siguiera aquí sufriendo.

— Tienes razón — dijo triste Felix. — Y ¿puedo saber que dignifica el tatuaje y el collar? — señalo el lugar donde se encontraban.

— Pues — Hyunjin tomo el collar. — Este collar era de mi madre, me lo regalo tan solo dos días antes de que falleciera y el tatuaje solo significado que estoy condenado a mi apellido, por esos mi apellido es abrazado por estas espinas, no importa a qué lado vaya, terminare herido.

Felix agacho la mirada. — Como desearía que pudiéramos cambiar eso.

Hyunjin lo abrazo. — A mí también, pero al menos nos conocimos y fuimos felices juntos, aunque haya durado muy poco.

— Hyunjin — este vio a Felix. — Vámonos juntos, escapemos juntos, no seré feliz si no estoy a tu lado.

Ante esas palabras Hyunjin sintió sus ojos arder. — No — esto hizo que Felix agachara la cabeza. — Aun si me escapo contigo, mi padre me encontrara y esta vez si te va a matar, y no puedes morir porque tu vida apenas va comenzando, no puedes renunciar a todo por alguien, al final las personas solo son pasajeras y podrás olvidarme.

Felix comenzó a llorar. — Yo no podré olvidarte nunca — se acercó y beso a Hyunjin quien le siguió el beso. — Seamos felices juntos.

Hyunjin negó. — Tienes que ser feliz tú.

 — Tienes que ser feliz tú

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Club Del Diablo || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora