Si a Hongjoong le hubieran dicho que cuidar de un bebé como lo era su pequeño wooyoung era facil. Perfectamente se estaria riendo en su cara.
Su pequeña masa de grasa, era el dolor de cabeza de ambos padres primerizos. Ahora, como seria cuidar a un...
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La vida era sin dudas una montaña rusa sin frenos, con la cual, con un solo milagro seria capaz de detenerse unos segundos para dar paz. ¿Cuando fue la ultima vez que ellos tuvieron paz?. Seguramente hace casi siete meses atras cuando aún vivian de la buena vida, en la comodidad de su hogar y no estando casi un mes encerrados en un cuarto de hospital. Aunque si ellos eran sinceros con ellos mismos, se lo habían buscado a las malas.
Hongjoong estaba agotado tanto fisica como mentalmente, tanto como lo estaba su esposo que pasaba todo el día en esa camilla. No habían tenido días de descanso, siempre había minutos en el cual, el pequeño estorbo tenia algun problema con el cual debian de lidiar. Todos los pobres medicos del personal seguramente tan agotados como ellos al intentar que el pequeño se quedara dentro del vientre un tiempo más.
Cosa que por parte de ambos deseaban que ya se acabara, porque la tortura de no poder dormir ya era demasiadas y sobre todo para ambos que no habían podido tocar una cama normal. Despúes de todo, Hongjoong realmente se había casi mudado al lado de su esposo, sin desear dejarlo solo en aquellos días de dolor, quizas, tomando su mano mientras se observaban en silencio, intentando calmar un poco sus pensamientos sobre todo.
Era 26 de noviembre, casi cerca de navidad, fechas ciertamente importante para la pareja de casados, ya que era el aniversario de bodas, el día que habían decidido unirse en matrimonio a pesar de todas las adversidades. Sus planes de quizas tener una hermosa cena, quizas una hermosa noche, había sido cambiada, por uno de los momentos que quizas todo padre si desearía tener.
Pero que ambos sentían como si fuera solamente una pelicula de terror para sus corazones.
Fueron apenas las tres de la tarde que Seongwha había comenzado una vez más con aquellos dolores que tan conocido se le había hecho. Ya era común para el tener que detener sus moviminetos y simplemente sostener la mano de su pareja hasta que todo volviera a la normalidad una vez más. Pero al parecer, esos dolores no querían parar, porque lo que solia durar unos veinte minutos, había pasado a la hora.
Hora la cual comenzaron a preocuparse de cierta forma. Ellos, simplemente no querían vivir esos momentos, al menos no ahora, no cuando estaban en tanta tranquilidad, no cuando aún no organizaban sus pensamientos sobre el estorbo que iba a llegar en cualquier momento. Ellos no estaban listos, no sabían tampoco que iban hacer en esos momentos, pero al parecer, ya no se podría aguantar más, porque el pequeño monstruo, parecia estar listo para conocer el mundo.
Por suerte, la Doctora que había estado con ellos durante el largo proceso, ese día había estado de turno, por lo tanto había podido revisar al mayor sin ningun problema entre tanto estrés que se generaba al pasar lo minutos. Estaba confirmado, Seongwha estaba teniendo contraccioes seguidas, por lo que sin dudas le habían dado una hora para que se prepararan de forma más mental, ya que la cesareá comenzaría en poco tiempo, de forma urgente.
Basicamente ahí estaban, en total silencio entre ambos, simplemente escuchando a lo lejos como se preparaba todo.
Seongwha estaba vestido hace mucho tiempo, tenia pequeñas marcas en sus labios de lo tanot que se había mordido debido a la ansiedad y ni hablar de su pareja, que simplemente estaba con aquella ridicula vestimenta azul con su mascarilla, con su mirada perdida en quien sabe realmente donde.
