𝟏𝟕.-𝐀𝐯𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬

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Estaba harto

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Estaba harto.

Así era como se encontraba el adulto menor de la familia. Sin dudas era la palabra perfecta para describirlo, ¿y como no estarlo?, llevaba más de una semana escuchando a su estorbo pidiéndole que lo llevara con el tal San. No lo malinterpreten, el ama que su hijo pueda pasar tiempo con un amigo sabiendo de su situación. Pero sinceramente estaba bastante ocupado con los problemas de su trabajo como para tener que soportar a un niño de nueve años, jalando su camisa cada cinco minutos en signos de desesperación. 

En todo caso, Wooyoung era un niño que apenas y estaba aprendiendo a como manejar las reglas sociales, tanto en casa como fuera de ella, por lo que realmente Hongjoong se había estado esforzando mucho ese ultimo año, en enseñarle con toda la paciencia del mundo como eran las cosas. Su amor por su hijo jamás cambio luego de aquel diagnostico, todo lo contrario, solo creció mucho más de lo esperado y mucho menos hablando de su protección. Por lo que quizas, si era un poco su culpa de que ahora su hijo estuviera demasiado mimado por su parte, que sin dudas, le cumplía cualquier capricho que su dictador niño pedía. Todos menos el que le estaba pidiendo en esos días. 

No era que San le cayera realmente mal, era un niño de diez años que cuidaba con mucho amor a su hijo. Era educado y últimamente bastante ordenado, siempre con su sonrisa y sus pequeños hoyuelos, simplemente un ejemplo de niño pre adolescente. ¿El problema?, no quería que ese mocoso se acercara mucho a su hijo, no por cosas externas, por que al final el sabía que su estorbo amaba a ese niño educado, el problema erradicaba en que el sabía, que ese amor de niños, estaba creciendo de una forma que no le gustaba mucho. Por lo que muchas veces buscaba evitar que se vieran fuera de la escuela, ya que lamentablemente ambos niños cursaban en la misma escuela.

De todos modos, simplemente no quería ver a su hijo metido en esas cosas aún y mucho menos ahora que apenas y se estaba adaptando a las cosas. Pero aún así, también sabía que no podía estar siempre de ese modo, al final, San se había tomado el tiempo de investigar a todas horas sobre la condición de su hijo. Sabía como cuidarlo, lo entendía a la perfección y sin contar que casi siempre era el único que podía tener más contacto físico y sacarle más palabras que un motor sin botón de apagado. No podía negar que el día que escucho a su mocoso hablar no lloro, por que lo hizo junto a su pareja, sin creer que solamente por el mocoso de los Jeong, su hijo se tomaba el atrevimiento de sacar hasta los pecados con una hermosa sonrisa de los mil demonios. 

Lo agradecía de corazón sin dudas, pero ahora deseaba poder tomar a ese pequeño mocoso y atarlo al capo de un auto, por que definitivamente el hecho de haber permitido de que su pequeño se juntara con tal niño, había logrado que todo diera una vuelta demasiado grande para ser cierto. En pocas palabras, estaba a nada de quedar calvo de lo tanto que se jalaba de sus cabellos cuando lo llamaban, o simplemente las manos de su no tan pequeño hijo que tiraban con fuerza de su camisa. Era débil, no podía negarlo, Wooyoung era su debilidad máxima sin dudas y su esposo riéndose a lo lejos no ayudaba mucho a decir verdad. 

𝘾𝙧𝙖𝙯𝙮 𝙁𝙖𝙢𝙞𝙡𝙮 - 𝘚𝘦𝘰𝘯𝘨𝘫𝘰𝘰𝘯𝘨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora