« Aún con tu extrañeza puedo sentir un raro vínculo entre nosotros, tal vez ambos somos raros a nuestra propia manera. »
Desperté. De forma lenta abrí mis ojos y miré a mi alrededor, un cuarto bien amoblado, todo estaba impecable en este lugar...
—¿Dónde estoy?— murmuré tratando de reincorporarme en la cama, me estremecí cuando escuché una voz atrás mío respondiendo mi pregunta anterior.—Usted está en un cuarto de Hotel, jovencita.— entró un señor de edad avanzada.
Era él, sin duda era él... Aún cuando pasaron solo siete años ¡Sé qué es él!
«Watari» pensé para mi misma.
Miré a Watari, no me perdí ni un detalle de su rostro ¡Todo emitía elegancia en él!—¿Qué hago aquí?— Traté de responder de forma educada.
—No podía dejar a una niña muriendo en el frío invierno.—
—Mu-muchas gracias...— Agaché mi cabeza, no era porque me sintiera avergonzada... Era por el descubrimiento de algo nuevo.
«Death Note»
—Le he traído algunas medicinas y algo de comer señorita ...— Watari me miró esperando algo.
«Mi nombre» Espera mi nombre, ¿Y cuál es mi jodido nombre?
—Akira, pero no es necesario decirme "señorita", señor ...— Lo miré de la misma forma en la que él me miró con anterioridad, aunque yo ya sabía quién era él ¿No sería extraño que una desconocida ya sepa tu nombre?
Pues, ese no era el caso de Misa Amane.« De acuerdo, fue un mal chiste. »
Volviendo al punto.
—Mi nombre es Watari, señorita Akira.—
—¡Es un placer conocerle a usted, Watari!—
—Con su permiso, debo retirarme.— Dicho eso, él se retiró con educación y me dejó sola en aquel cuarto de hotel.
«L»
«Donde esté Watari debe estar él también.»
Me tumbé en la cómoda cama y solo tenía en mi cabeza cosas como:
«¿Qué hago en este mundo de fantasía?»«¿He muerto en mi vida anterior?»
«Estoy jodida si se enteran mi nombre.»
«Lol jaja, revivía en otro mundo ¿Viste?»
Dejando de lado las bromas, ¿Qué carajo hago aquí?
Pensé que solo reencarne y ya, que he muerto en mi otra vida y que solo renací nuevamente ¡Pero en la misma línea de espacio y tiempo! Y sobre todo en ¡Mi mundo!Suspiré y moví mi cabeza para ambos lados, me bajé de la cama y tome la medicina que me trajo Watari, agarré el sándwich que también me llevó y le di un mordisco
...
«¡Es un sándwich! ¡¿Cómo es posible que sepa tan bien?!»
Le di un par de mordidas más hasta que mis manos quedasen vacías y solo se encontrasen migajas de pan, tomé el jugo que estaba en la bandeja de forma rápida.
Me limpie la boca usando las mangas de mi polera, y como la persona decidida que soy me acerqué a la puerta.
«Tengo miedo»
Y ahí estaba yo, enfrente de aquella puerta de madera, con detalles hermosos que si las miraras te darías de que te pierdes de todo en la vida.
¡Pero ese no es el caso!
Agarré la manija de la puerta y la giré, abrí lentamente la puerta.
Salí de la habitación.
Caminé de forma sigilosa.
No pasaron ni dos minutos y ya lo vi a él.
«L. Es L.» Me quedé embobada mirando a aquel detective que se encontraba mirando algunos archivos y comiendo uno que otro dulce.
¿Uno que otro dulce? Ni de cerca, son una bandeja de galletas, dos pasteles de fresa y uno de chocolate, hay entre 15 o 20 macarrones, y una que otra golosina.
—Vaya, es mucha chuchería.— Murmuré. Según yo fue un murmullo, pero tal parece que para aquel pelinegro no lo fue.
Notó mi presencia y fijo su mirada en mí.
—Ah, Akira, supongo que te levantaste.— Mencionó aquel pelinegro de forma desinteresada o monótona.
Justo como en el anime.
—¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?— Me hice la que no sabe nada, obvio que si.
—Watari me lo informó— Fijó su mirada nuevamente en sus documentos y los agarró de esa forma tan peculiar que se mostraba en el anime.
—Eso no responde a mi primera pregunta.—
—El quién soy no debe importar para nada.—
—Bueno, eres un desconocido, así que debo saber quién eres, así como tú sabes quién soy.—
—Puedes llamarme Ryuzaki.—
—Es un gusto, Ryuzaki.— emboze una sonrisa, aunque él no la haya notado, estoy feliz.
...
"Feliz por está nueva aventura."
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ᴇʟ ᴍᴏᴅᴏ ᴅᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀ | ɴᴇᴀʀ
Fiksi Penggemar"𝘈ú𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘲𝘶í, 𝘴é 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳é 𝘶𝘯 𝘮é𝘵𝘰𝘥𝘰." 𝘔𝘪𝘳é 𝘢𝘭 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘣𝘭𝘢𝘯𝘤𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦𝘯í𝘢 𝘴𝘶 𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘧𝘪𝘫𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘷𝘢𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰�...