ᴇʟ ᴍᴏᴅᴏ ᴅᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀ | ɴᴇᴀʀ

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« En ese tiempo ni me imaginé que esa clases rumores existieran en la mente de chicos dotados, quién diría que terminó haciéndose realidad... »

Me senté junto a Matt, comiendo de mi bandeja que proporcionaba un sándwich, puré de patatas y una deliciosa ensalada de frutas, también todo acompañado con un jugo de naranja.

¿Por qué estoy describiendo todo esto?

Es porque el albino que acaba de ignorarme hace un momento está sentado frente mío.
Y no quisiera golpearlo por su actitud anterior

¿Cómo sucedió eso?

Pues a Matt se le ocurrió que para sorpresa mía invitar a Near a nuestra mesa, creí que Matt lo fastidiaría o algo por el estilo, pero solo preguntó cosas del examen anterior.

Tomé una cucharada de mi puré y me lo llevé a la boca, inconcientemente miraba al albino y cuando me daba cuenta de eso apartaba la mirada rápidamente sintiéndome avergonzada.

Sin darme cuenta llegó un rubio que se mostraba totalmente molesto por todo, no, molesto por la presencia de un peliblanco.

Todo sucedió tan rápido, en cuando caí en cuenta alguien más había caído y no en sus pensamientos, sino en el suelo.

— ¡Te detesto! — Gritó Mello demasiado enfurecido.

Miré a Matt esperando a que haga algo, pero solo me susurró un 'Ya publicaron los resultados, como siempre tan eficientes.'

¿Ya publicaron los resultados del examen? Apenas y terminó hace un par de minutos, que eficiencia la de este orfanato.

Volví a fijar mi mirada en aquel escándalo que provocó Mello, pero me acerqué de inmediato a aquella discordia.

Mello iba a ¿Golpearlo?

No importa, después de todo ya me interpuse entre ellos.

— Mello, detente. — Agité mis manos para que entienda que eso estaba mal.

Él solo frunció el ceño y chasqueó la lengua, solo para finalmente irse.

Sé que debí intervenir, pero pensé que alguien más lo haría ... Supongo que no todos aquí son compañeros como para ayudar a alguien.

Volteé mi mirada para ver a aquel tan inexpresivo albino.

— Ya levántate. —

Realicé una mueca justo después de que él haya tratado de levantarse, sin embargo se tropezó.

¿Se dobló el tobillo? ¿Se golpeó fuerte la parte inferior del cuerpo?

Todo eso no importaba.

Volteé nuevamente y me puse en cuclillas. — Recuestate, te cargaré. —

Pude escuchar los cuchicheos de algunas niñas y niños de este orfanato con respecto a mi acción.

Suspiré y nuevamente le señalé a Near de que se recueste en mi espalda.