5

33 4 0
                                    

« De haber sabido que esa sería la última vez que entablamos una conversación ... Al menos pude haberme despedido de ti. »

Pasaron dos semanas, en ese corto tiempo me di cuenta que L me estaba poniendo a prueba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasaron dos semanas, en ese corto tiempo me di cuenta que L me estaba poniendo a prueba.

¿Cómo me di cuenta?

Fácil.

L, cada vez que me habla parece darme mensajes escondidos.
Aunque claro está que el "cada vez" es un "cada cientos de años".
«Debemos saber "Quién es"» y se encarga de enfatizar eso último para mirarme un poco.

¿Él quiere que yo sepa quién es él en verdad?

Tiene sentido, solo me dijo su supuesto "nombre".

Adentrada en mis pensamientos no me fijé en aquella pila de documentos que estaban en la mesa de la sala de estar, solo pude darme cuenta de eso debido a lo llamativo que era el pastel a su costado. Me acerqué a la mesa sin antes fijarme si estaba L o Watari cerca.

Fue mi error.

No debí ver esos documentos.

En estos documentos se mostraba mi inscripción a un orfanato.

«Ah, seré abandonada.»

Bueno, al menos será en un orfanato, leí con más detalle el documento.
«Wammy's House»

Se siente tan raro esto.

Hay algo que no encaja.

De pronto escuché pisadas aproximándose, dejé los documentos tal y como estaban, y solo me encargué de comer los dulces que L no había comido aún.

— Akira. —

Volteé para ver quién me llamaba, y sonreí de forma inocente.

— Ryuichi. —

— Es Ryuzaki. —

—Ah.— rasqué mi nuca sintiéndome apenada debido a mi equivocación. Estoy nerviosa.

— Supongo que ya lo descubriste. — puso ambas manos en los bolsillos de sus pantalones y miró fijamente la pila de documentos mencionada anteriormente.

Acentí y bajé la mirada.

— Yo... Se supone que ahí deben ir niños dotados. —

—Supuse que dirías eso, así que te hice un par de pruebas.—

Lo sabía.

— Y supuse que también sabrías eso.—

Me estás dando miedo L.

— No soy tan inteligente, L. —

— Tú pudiste saber mis "mensajes ocultos" ¿No? —

— Eres L, un detective privado, muy reconocido, investigaste El caso B.B de los Ángeles, tienes más de veinte, sabes capoeira. —

— Me siento acosado. — jugueteó con su dedo poniéndolo sobre sus labios después de decir eso.

— Perdóname. —

— ¿Descubriste mi nombre real? —

«L. Lawliet»

Negué con mi cabeza. — Eso es lo único que no sé. —
— Eso está bien, si lo supieras serías un problema para mí. —

— Ni aunque lo supiera diría algo. —

— Eso me asusta totalmente. —

— Lo acabas de decir de forma monótona. —

— Y créeme que estoy asustado. —

— ... —

Habían pasado ya dos días, Watari me había ordenado que empaque mis cosas.

— Watari, señor Watari. —

— ¿Qué sucede señorita, Akira? —

— No quiero irme. El poco tiempo que pasé con ustedes es demasiado importante para mí. —

— Entiendo, pero tal como usted sabe el trabajo del amo L es peligroso, no podemos dejar que usted corra peligro.—

Aparté la mirada sintiéndome avergonzada por solo pensar que puedo ocasionarle problemas a L.

— Por cierto, señorita Akira ¿Hay algo que usted quiera? El amo L me ordenó comprarte algo de tu gusto como disculpa por no estar presente. —

— ¡Una libreta para dibujar! —

— Bien, le mandaré su libreta en unos días, tenga paciencia. —

— Watari, gracias. Siento que eres como el abuelo que nunca tendré. —

— Gracias por decir eso señorita, Akira. —

Ambos subimos a nuestro vuelo a Inglaterra, y con ambos me refiero a un guardaespaldas y a mí. Watari no podía dejar a L, eso lo tengo claro.

Pasaron algunas horas sentada en aquel avión, comiendo uno que otro bocadillo.

«Inglaterra»

¿Qué me ocurrirá estando ahí?

¿Qué me ocurrirá estando ahí?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᴇʟ ᴍᴏᴅᴏ ᴅᴇ ᴠᴏʟᴠᴇʀ | ɴᴇᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora