« Tú en serio sabías como destrozar mi corazón con simples palabras, pero yo sabía que sin importar qué no me rendiría, no lloraría. »
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Soy una idiota.
Definitivamente soy una idiota.
— ¡¿Cómo es qué marqué mal en esa pregunta?! — Apreté con fuerza la hoja del examen sintiéndome la más imbécil del mundo.
Me he pasado de ciega, resolví a la perfección el problema, eso era clarísimo, sin embargo en la cartilla de respuestas marqué otra opción por error y no me di cuenta.
Y ahí estaba ahora junto a mi amigo rubio burlándose de mi error, diciéndome que cómo pude cometer tal error ¿Mi reaccionar? Fue simple, estaba en estado de shock por mi estupidez.
— ¡Ya deja de burlarte! — Lo miré queriendo matarlo, si no es una página de la Death Note que lo hace, seré yo quien lo mate.
— ¡Es qué es gracioso! — Sus manos estaban apoyadas en su abdomen debido al dolor que le provocaba burlarse de mí.
Suspiré y traté de calmarme.
Mentira.
Hice una morbosidad con mi mano a lo cual él respondió de la misma manera.
— No hagas eso, es inapropiado para nuestra edad.
— Tu empezaste. — Respondió él.
— Ya me aburrí de burlarme de ti, vayamos por algo para picar.
— Bien, bien. — Acepté la propuesta puesto que en serio estaba cansada y no quería dormirme en la última clase, seguro una merienda me brinda energía.
...
— Deja de quitarme la comida, Matt.— Regañé al castaño.
— La comida sabe mucho mejor cuando es de otro. — Sonrió sosteniendo una cucharada de mi plato.
— Eso es cierto. — Confirmó Mello.
Fruncí el ceño, agarré mi cuchara e hice lo mismo que me hizo Matt a su plato y lo metí a mi boca.
Él se rió por mi acción vengativa y me miró con aquellos ojos tan cautivadores que tiene.
— Lindos ojos. — Mencioné de forma inconsciente.
Para cuándo me di cuenta de la tontería que dije él me estaba mirando sorprendido, fijé mi vista en el rubio de mi lado y también me miraba de esa forma.
¿Lo peor?
No fue a Matt a quien se lo dije.
Fue a aquel albino tan extraño en ser, tan raro en su pensar y tan misterioso.
« ¡No! Yo quería decírselo a Matt como un halago. Definitivamente la he cagado. »