(...)
"Nadie tiene porque enterarse de lo nuestro... " Acarició su cabello castaño para después besar sus labios con suavidad, él estaba completamente disgustado ante aquel gesto pero decidió no hacer nada al respecto y prefirió quedarse completamente callado. "Sovieshu... ¿Sabes que yo quiero lo mejor para tí...? Trataré de hacer todo lo posible para evitar que te cases con la hija de la familia Trovi. "
"Yo... Yo la amo, amo a Navier. " Dijo con temor. "Sé que no es lindo tener un matrimonio arreglado, pero ella... La quiero... No me molesta que Navier vaya ser mi esposa. "
"¿La amas? " El rostro de aquella mujer se tornó sombrío, apretó las mejillas de Sovieshu con sus dedos. "¿Y qué hay de mí, Sovieshu? ¿A mí no me amas? " Preguntó mientras lo observaba con una mirada feroz, esperaba que en cualquier momento él cometiera algún un error y así castigarlo nuevamente.
"Nadia... No quiero seguir con esto, mi padre puede enterarse en cualquier momento y a ambos nos irá muy mal... No quiero seguir traicionándolo de esa manera... " Alejó las manos de Nadia de su rostro cabizbajo.
"¿Qué importa traicionar a el Emperador? A pesar de ocupar un puesto importante es tan ingenuo... Es igual que un maldito perro que no sabe distinguir entre su cabeza y su cola. Déjate de tonterías, amor mío. Deberíamos empezar con esto antes de que se haga más tarde... " Con delicadeza desabrochó los botones de la camiseta del pelicastaño.
"Nadia... " Murmuró con una expresión de temor e incomodidad. "No quiero... No me siento bien, me duele la cabeza... " Mintió mientras alejaba las manos de Nadia de su pecho.
"¿Por qué te esmeras tanto en evitar que esto pase? Sé que te gusta, no finjas inocencia conmigo... " Continuó tocando el abdomen de Sovieshu, cuando de repente escuchó el sonido de unos pasos.
Era el Emperador Osis, estaba acompañado de la Emperatriz, Nadia al escucharlos colocó su mano en la boca de Sovieshu y lo arrinconó detrás de uno de los estantes de la biblioteca.
"Emperatriz, deja de ser tan soberbia... Aunque te cueste Sabrina es legítima en la familia Vikt, merece ser tratada como tal... Ella nació dentro de un matrimonio..."
"¿Por qué debería tratar con respeto a la hija de una libertina? Lo más probable es que siga con los pasos de su madre, ella no aspira a ser algo más que una... " Sin esperarlo Osis le dió una gran bofetada, haciendo que ella diera varios pasos hacia atrás tambaleándose. Él tenía demasiada fuerza.
"Sabrina es mi hija, no permitiré que sigas rebajándola igual que rebajas a mis concubinas. Te guste o no, es mi primogénita... El lugar que ella ocupa en el Imperio es casi igual al que ocupa Sovieshu, no porque nuestro hijo va a ser el sucesor al trono te hace superior a Rosse... Ambas me sirven para exactamente lo mismo, solo que tú eres mi mano derecha. Quiero que te comportes como tal y dejes de tomarte atribuciones que no te corresponden, eres solo la esposa del Emperador... "
La Emperatriz enderezó su espalda y asintió con nervios, mientras trataba de evitar quebrantarse su mejilla poco a poco se comenzó a tornar de un color rojo carmín en el cual se veían con claridad como los dedos de Osis habían quedado marcados al impactarse en su mejilla.
Sovieshu estaba completamente asustado mientras que Nadia mostraba una pequeña sonrisita llena de satisfacción.
"¿Quieres terminar igual, mi amor...? " Le susurró.
(...)
Sovieshu se levantó del suelo, su ropa estaba algo arrugada. Llevaba aproximadamente hora y media tirado en su oficina mientras su conciencia hacía otra vez de las suyas.
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𝐌𝐢 𝐅𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨.
FanfictionHistoria alternativa de la Emperatriz divorciada en la cuál el príncipe Heinrey se enamora del Emperador Sovieshu. (Rashta no estará embarazada y será menos imprudente que en la novela al igual que Sovieshu. Habrá personajes nuevos que no aparecen e...