CHAPTER ELEVEN

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Ya era tarde en la noche y Jimin podría jurar que se quedó sin orejas al momento de dejarlas sentir después de cuatro horas con los cascos puestos.

Llevaba cuatro horas viendo al alfa cortar, apilar, martillear y tirar madera por todas partes y no estaba cansado de la vista.

Pero su estómago no aguanto mucho.

_. Ay ay como duelen - murmuró sobando su oreja derecha - debí irme a dormir cuando Jungkook me dijo, ahora debo cocinar una merienda a media noche.

Sintiendo su trasero entumecido por las horas que estuvo sentado se adentro a la cocina en busca de un aperitivo. Deseaba encontrar varios dulces para comer, pero lo único que encontró guardado fueron muchas frutas tanto secas como frescas, verduras, carne de conejo y unas cuantas especias.

_. ¿Dónde se fueron los dulces que traje? - su mente voló al recuerdo de la tarde y sí,  apenas llegó se los había tragado - por la luna, debí esconder unos bombones para más tarde.

Mientras que jimin buscaba que hacer para comer, el alfa terminaba de lijar la madera del nuevo mueble que le costó solo cuatro horas terminar.

Miró con atención cada lado y esquina del pequeño mueble, lijando las esquinas puntiagudas por prevención a que el Omega se golpeara.

Dejando escapar un gran suspiro cansado se quitó los guantes de protección, tiro el martillo y sacudiendo el aserrín de su ropa entro a la casa.

_. Solo falta agrandar la cabaña y todo estará listo…- murmuró entrando a la habitación y tirándose a la cama - tengo sueño…

El alfa tenía sus manos y brazos cansados, sus piernas dormidas por todo el rato que pasó arrodillado.

_. Por el cielo…- exclamó levantándose cuando escuchó algo caer desde la cocina - ¿Ahora que pasó? ¿Por qué tanto ruido Omega?

_. ¿Mm?

_. Oh por…- Jungkook frunció sus cejas al ver el desorden que había en el suelo y mesón de la cocina - Dime qué es agua y no miel lo que está en el piso…- señaló

Jimin bajó la cabeza y rió nervioso.

_. Yo te hice una merienda…- murmuró escondiendo el frasco de vidrio tras su espalda- y como no habías comido nada desde que llegaste entonces quise hacerte algo.

Jungkook rascó su cabeza con estrés.

_. ¿Entonces?- preguntó

_. Entonces…¿Te gustan los waffles con miel?


 Entonces…¿Te gustan los waffles con miel?

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_. ¿Estás seguro de que sabes lo que haces? - preguntó el alfa en la puerta de la cocina - porque si no es así yo muy bien puedo hacerlo por tí.

_. Si se lo que hago - respondió el Omega, pasando por el suelo un trapo húmedo - para quitar la miel solo hay que recogerla con cuidado..

_. ¿Si estás consciente de que la miel es espesa y no líquida como el agua?

_. Si. Lo estoy

_. ¿Entonces por qué estás recogiendo la miel con un trapo húmedo y no con un recipiente?

Jimin miró sus manos embadurnadas de miel junto a la pequeña toalla de cocina.

_. Solo…solo estoy probando algo - dicho esto, Se escuchó la leve risa del alfa.

_. Solo levántate Omega, deja que yo lo haga.

_. ¡Pero tú estás cansado!

_. Puedo estar cansado, pero no dejaré que un Omega dañe el suelo de mi casa. - gruñó.

_. Pero..¿Al menos los waffles estaban ricos? - levantó su cabeza con timidez - ¿Verdad?

Jungkook vio como los ojos del Omega se abrían con gran expectativa por saber su respuesta. Su cuerpo dolía por estar cuatro horas en una misma posición, su cabeza era un lío, se sentía cansado, estresado y lo único que quería era irse a dormir.

Pero, al menos debía hacerse cargo del desastre que hizo el Omega. Así que, quitando de las manos contrarias la toalla empapada asintió.

_. Sí, estaban ricos - jimin sonrió - ahora solo ve a dormir.

_. ¡Si!

_. Pero ni se te ocurra acostarte con esa ropa sucia - advirtió - si veo una sola gota de miel en las sábanas te dejaré dormir afuera por dos noches.

Jimin abrió la boca.

_. ¡No serías capaz de dejar a tu pareja solo en la noche! - chilló

_. Soy lo suficientemente capaz de hacerlo. ¿Quieres probarlo? - levantó una ceja

El Omega trago saliva. Temiendo que el alfa hablara en serio solo negó con su cabeza y salió de la cocina.

_. Entonces…buenas noches - susurró apenado, corriendo y dejando al alfa.

 Entonces…buenas noches - susurró apenado, corriendo y dejando al alfa

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MI HERMOSA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora