El profesor de música - Quackbur / TNTDUO [Próximamente En Edición]

Capítulo 23

Narrador omnisciente

— B-basta - Jadea entre besos.

La situación era intensa, lo tenía encima suyo, sus labios lo estaban literalmente devorando. Las sensaciones del momento eran abrumadoras y excitantes.

Sus palabras e intentos de parar fueron ignoradas por completo, no tenía intenciones de parar.

— ¿Me extrañaste, patito? - Murmura contra sus labios, sin separarse.

En el momento que abre sus ojos para ver al contrario, una luz cegante invade sus ojos.

Instantáneamente despierta ante esto.

— La puta que me parió. - Se queja cerrando sus ojos, la luz del sol lo había dejado ciego momentáneamente.

Lleva su antebrazo a sus ojos, soltando un suspiro.

No podía creer que había soñado eso, y era la cuarta noche consecutiva. Y eso no era lo peor, lo peor era que no podía ver al extraño que se lo estaba por coger en sus sueños.

Decide restarle importancia, girando su cabeza para ver el despertador.

13:54 PM

"Mierda" dice en sus adentros al ver que era realmente tarde, en teoría hoy empezaban las clases, las vacaciones habían sido bastantes largas a su parecer.

No es secreto que odia el colegio, solo iba para estar con su mejor amigo, Karl.

Pero la verdad, últimamente no tiene la motivación ni de eso, la última pelea con su madre lo había dejado en un estado lamentable.

Sentía que estaba perdiendo el control de su vida, sus pensamientos lo atacaban, no tenía fuerza para prácticamente nada, y su madre no ayudaba mucho que digamos.

Su padre no había vuelto a casa hace cinco días, estaba fuera de la ciudad por motivos laborales.

Wilbur no aparecía tampoco, y su mejor amigo, tampoco contestaba los mensajes.

Se sentía solo, abandonado, perdido...

Sin darse cuenta, lágrimas no derramadas nublan su vista, no quería seguir con esta angustia, le hacía muy mal.

Minutos después, se levanta de la cama y camina hacia el baño de su habitación.

Abre la canilla, el sonido lo hace perderse, realmente no pensaba en nada, solo veía el agua salir con cierta rapidez, era relajante.

Levanta levemente su cabeza, mirándose al espejo, la verdad que hubiera preferido quedarse en la cama.

Tenía las ojeras por el piso, los labios secos, los ojos hinchados, piel pálida, y esa marca rojiza en el final del ojo. Su estado mental empezaba a reflejarse en su físico, y eso no le gustaba; En realidad, nada de esto le gustaba 

Luego de lavarse la cara, opta salir de la habitación por primera vez en tres días, no había salido ya que por obvias razones no había querido ver a su madre.

Y para su fortuna, ella no se encontraba en la casa.

El joven pelinegro, se hace un café, y se sienta en el sofá. Prende la televisión y sube el volumen a un nivel bastante importante, quería opacar sus pensamientos atacantes.