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Miro su reflejo en el espejo después de cepillar sus dientes esa mañana, percatándose que a pesar de dormir la mayor parte del tiempo, abajo de sus ojos aún persistían ojeras de un tenue color obscuro haciendo que se notaran aún más por el tono pálido de su piel.

Chisto algo molesto y abrió la llave del grifo mojando sus manos para después hacerlo de igual manera en su rostro y luego parte de su cabello. De igual manera había despertado con una maraña no muy lejos de parecerse ya a un nido de pájaros en su cabeza, juraba que lo primero que haría al ser dado de alta sería visitar una peluquería. Peino lo mejor que pudo las hebras negras que lograban aún salir descontroladas desistiendo al ver que no funcionaba y solo los alborotaba más.

Salió del pequeño baño arrastrando lentamente sus pies, sosteniéndose con una mano sobre la blanca pared. Aún se sentía débil, su cuerpo había sufrido bastante daño y le habían dejado en claro que había sido un milagro que aún estuviera vivo y no solo eso, también era sorprendente que su cuerpo estuviera intacto y no hubiera sufrido nada más que heridas superficiales.

Si bueno, realmente no lo sentía así.

Se detuvo en cuanto pudo visualizar la silla de ruedas que el día anterior le habían dejado, se quedó un rato mirándola desistiendo después de un rato a la idea de salir por esa tarde, así que corto la distancia entre un leve tambaleo y se sentó en la camilla tomando del pequeño mueble a un lado uno álbumes que le habían dejado.

La verdad es que no los había tocado desde que se los entregaron, si bien le habían dicho que tomara una decisión con toda la calma del mundo él sabía que no podía hacerlo literalmente y pensó que entre más rápido fuera sería lo mejor.

Lo miro detenidamente entre sus manos sin abrirlo aún, parecía más sencillo de lo que imaginaba, todo en un simple color negro, así sin nada más que eso. Así que dándose animó abrió la gruesa pasta y lo primero que hizo fue leer la pequeña introducción escrita no más allá de cinco renglones, cosas que realmente le parecían equis, rodó los ojos y dio vuelta a la segunda pagina dándose cuenta que no era igual que la primera ya que había una hoja plástica transparente unida a ella.

Lo primero que apareció así sin más fueron fotografías de aves, cada una de ellas no ocupaba más de un cuarto de la hoja, abajo incluía una pequeña nota de color donde decía el nombre que se le había asignado, peso o algún daño si es que el animal había sufrido, ya que en su mayoría como le habían echo mención eran rescatados. Por segundo aparecieron fotos de lagartos, unos muy raros así como aburridos pensaba el, la verdad no creía que tener la compañía de uno de ellos ayudará mucho así que no, en tercero encontró roedores, frunció la boca pasando de ello sin detenerse a mirar bien, les tenía cierto miedo y eso fue suficiente para descartar la idea de tener uno en casa.

Así fue avanzando, pagina por pagina tratando de buscar alguna opción hasta que llegó a la parte de los perros donde si bien lo pensó y casi se animó. Pensándolo más a fondo creía que uno llevaría mucho más atención y cuidado que otra mascota, eso de tenerlo que sacar a pasear por lo menos varias veces al día o jugar mucho con él la verdad no era algo que se le diera así que básicamente era un no.

—Así que a esto se refería.

Llegó al área de conejos y tampoco se animó por uno, todos los que habían ahí parecían querer sacarle los ojos y eso le dio un sentimiento raro, así que no.

Cerró el álbum dejándolo a un lado y se dejó caer sobre la camilla bufando, tenían razón. Esto de tener que escoger una mascota era más complicado de lo que parecía.

La puerta se abrió y Yoongi no se movió de su lugar, solo se mantuvo con los ojos cerrados oyendo los pasos de quien fuera acercarse poco a poco.

—Pensé que hoy estarías de nuevo en el jardín.

Yoongi no respondió sin embargo abrió sus ojos plantando la vista en la persona que estaba a unos centímetros de pie en la camilla.

—Que liberador es no tener un rato el suero, ¿verdad?.

Namjoon le sonrió y rompió la mirada posándose en el álbum a su costado e inmediatamente lo tomó, dándose el tiempo de ojearlo.

—Veo que ya le has echado un vistazo. Valla... ¿esto se supone que es un lagarto?.—Frunció el ceño al no poder encontrarle bien la forma.

—No lo se...—Respondió con voz cansada Yoongi.

Namjoon notó eso así que dejo el objeto sobre el pequeño mueble y se cruzó de brazos.

—No te presiones por eso, si nada te convence aún, puedes visitar el área donde se encuentran algunos.

Yoongi se reincorporó y le frunció el ceño.

—¿El hospital tiene animales?.

Namjoon asintió.

—Con los protocolos necesarios se ha podido adaptar un lugar con todo lo que necesitan, así como un refugio. A este hospital lo que más le sobra es espacio y gente con muchas ganas de ayudar.

Valla aquello le sorprendió y fue tan obvio que el médico se dio cuenta de ello.

—Avisaré para que te lleven.

Asintió y después de verlo irse minutos después entró un enfermero que lo ayudó a subirse a la silla de ruedas.

Recorrieron el largo pasillo de su piso y se detuvieron enfrente de lo que parecía ser un elevador, después subir y bajar hasta la planta baja se preguntó si es que el lugar realmente se encontraba muy lejos y sin embargo no estaba equivocado, aquel lugar que el médico le había mencionado estaba casi del lado contrario saliendo del edificio donde él se estaba quedando.

—Aunque tengamos el corazón de ayudar a esos animalitos, esto no deja de ser un hospital, así que para evitar complicaciones futuras debemos mantenerlos lo más separados posibles.

Yoongi asintió entendiendo a lo que se refería así que solo se mantuvo mirando a los alrededores intentando distraerse y con el pensamiento de que todo iría bien.

El gato blanco (Yoonmin).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora